El hijo de Hades y Persefone [1.3]

Capítulo 1| Corazón ahogado

A P O L I Ó N
💀💀💀

Hace cuatro años....

Damn, I heard that you and her been having problems

She likes to fight, I guess you both have that in common

Started at the top and now you at the bottom

But baby, this is none of my business 1

Tome otro sobró del líquido transparente que tenía en mi vaso. Diana a mi lado comía un limón seguido de la sal para tomar su shot. La música en la habitación seguía sonando acallando el sonido de nuestros corazones rotos ahogándose en el alcohol. Me dejó Cleo por otro a Diana la dejaron por otra. Afrodita burlándose en nuestras caras unió a Cleo con Eric el actual ex novio de Diana. La divinidad del amor hizo toda una tapadera para que no descubriera que ellos dos se estaban revolcando hace mucho tiempo.

Como la rodaja de limón y la tajada de sal volviendo a tomar el shot. Los sollozos de Diana comienzan a escucharse la música acabo y la siguiente está cargando. Paso mi brazo por los hombros de mi amiga atrayéndola hacia mí. Ella apoya su cabeza en mi hombro y se permite llorar. Desde que conozco a Diana pocas veces la e visto llorar y una de esas veces es esta. Ella siempre fue la chica fuerte que se guarda todo para si misma. Una cualidad que compartíamos jamás me permitía llorar y en momentos como este donde mi alma vibra quebrándose con las piezas rotas de mi corazón. Lloré junto con mi amiga sacando todo el dolor afuera, puede que el alcohol también nos haya afectado influyendo en nuestras acciones.

Quién me viera no diría que soy el príncipe del inframundo. Sólo se reunían diciendo que soy un ridículo mortal con el corazón roto y complejo de punk de los años setenta. No los culparía, pero la primera vez que te rompen el corazón duele y que mejor remedio que el alcohol. Si tu mejor amiga te acompaña en el dolor te sientes aún peor. En mi mente fantasea con la idea de arrebatarle la vida a las dos personas que hoy nos estaban haciendo llorar. Por mucho que amo a Cleo su traición duele más que la mordedura de un cancerbero. Malditos sentimientos que intentan sobrevivir en mi oscuro corazón.

Muevo la botella vacía de alcohol, tendré que comprar una nueva para reponer la que robamos al papá de Diana. En un intento absurdo de que nuestros sentidos estén lo suficientemente evaporados como para que nos importe que la nueva parejita feliz ya formalizo su relación en Facebook. Otra vez puedo oír el llanto de Diana al cortarse la música, pero el sonido de teclas de un celular escribiendo me sacan de mis penurias. Miro a la chica que se encuentra apoyada en mi escribir velozmente en su teléfono. Le quito el aparato comprobando que el mensaje que acababa de ser enviado era para su actual ex novio. Que no espero ni siquiera una semana que ya había colocado una foto de perfil en conjunto con Cleo. Ella hizo eso conmigo hasta una semana después que comenzamos a ser novios. Mire la pantalla intentando leer el mensaje, pero las palabras parecían bailar.

– las palabras bailan solas – me rio de lo que acabo de decir contagiando a Diana.

– bailan las palabras – fue lo último que escuché cuando todo se volvió borroso y me dormí.

💀💀💀

Lo peor después de una noche de alcohol y música es la mañana siguiente lo que viene después de esa loca noche. Estoy hablando de la resaca. Mi cabeza parece obra en construcción mi cerebro pide a gritos una aspirina o cualquier cosa que pueda parar el dolor de cabeza que tengo. Estoy algo incómodo en la cama giro para poder estirarme, pero la falta de colchón hace que caiga al suelo.

– Auch.

– ¿Apolión estas bien? – desde la cama aparece la cabeza despeinada de Diana con la cara de tener la peor resaca hasta el momento. Sus ojos hinchados me traen flashes de la noche anterior donde ella no dejaba de llorar.

– me duele la cabeza y todo el cuerpo.

– es que dormimos en mi cama es algo pequeña para que entremos ambos ya no somos dos niños – su risa contagio la mía y desde la planta baja los gritos de su mamá avisando que el desayuno está listo nos alertan. Sabíamos que debíamos reponer la bebida alcohólica que le robamos a su papá, pero este no era el momento.

Arrastrándonos como pudimos bajamos a desayunar con sus padres que no tenían problemas con que yo me quedara a dormir en su casa y en la misma cama que mi amiga. No me parece extraño ya que mis padres tampoco se quejan cuando llevo a Diana a casa y ellos no son muy liberales por naturaleza. Mamá apenas si me dejaba salir solo a mis catorce años aun viaja en sombra con ella. La señora Perséfone es una mamá gallina súper protectora, por algo siempre se enojaba con mi padre cuando me perdía. Y no mi mamá jamás sufrió de estocolmo porque nunca estuvo secuestrada por mi papá. Planearon todo eso del secuestro por que la abuela Deméter jamás bendeciría la boda. Imagínense cuando mamá quedo embarazada de mí el primer hijo del matrimonio de mis padres. Deméter metía cualquier excusa para alejarme de mi padre y mamá siempre lo defendía. Por las acusaciones que hacia mi abuela jamás me dejaron a su cargo cuando tenían asuntos que atender por eso me cuidaban los padres de Diana. Era lógico que sus padres confiaran en nosotros y no dijeran nada de que estemos durmiendo en la misma cama.




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