El Hijo de la Mafia

CAPITULO 5

            -. Eliz te diré todo lo que quieras pero por favor abre la puerta – pide e inmediatamente abro y le dejo entrar

-. Primero quiero saber ¿Quién es esa mujer? – suspira y asiente

-. Era la amante de mi padre

-. Entiendo ¿Y eso que tiene que ver conmigo? Porque francamente su tonito de voz y la miradita no era de una amiga

-. Ella siempre quiso el poder y el dinero que tenía mi padre, intento en más de una oportunidad en quedar embarazada y no pudo, por lo que claramente saberte embarazada la hace odiarte porque tú tienes lo que ella jamás pudo tener – explica – Eliz no te quiero cerca de ella esa mujer es peligrosa, solo aléjate de ella por el bien de nuestro hijo te lo pido

-. Está bien – sedo – Ahora me gustaría saber de mi madre, mi familia, debes de tener una foto de ella – me mira indeciso y se dirige al armario, busca algo y cuando lo consigue regresa a mi lado y me lo entrega, es un pequeño álbum de fotos, lo miro y el asiente

-. Ella es Eloísa, tú abuela – dice y lo miro confundida – ella fue quien te crio junto con tú abuelo Martín, para ti ellos eran tus padres – me explica y al ver las fotografías comienzo a tener un pequeño dolor de cabeza…

“-. ¿Eliz? – escucho la suave voz de mi madre y me giro, al verla puedo ver en su rostro la emoción y la sorpresa en su mirada, asiento y ella corre hacia la reja para abrir la puerta - ¿Pero mi pequeña que haces aquí? – pregunta, abre la puerta y me lanzo a sus brazos, los que me reciben gustosa

-. He venido a visitarte – le digo entre lagrimas al oído – no sabes la falta que me has hecho mamá

-. No más que la que me has hecho tú a mí – responde

-. Oh mamá – Me abrazo con fuerza a ella

-. Eliz – escucho a Eros llamarme pero el dolor de cabeza se hace aun más fuerte, me toma de la mano y me lleva hasta la cama para sentarme – Recuéstate – pide y enseguida lo hago pero sin soltar el álbum

-. La recuerdo – murmuro y Eros se pone rígido al instante

-. ¿Qué recordaste? – inquiere con precaución

-. Es algo vago, ella me abrazaba, estaba sorprendida de verme, solo recordé eso – explico y paso mi mano por mi cabeza justo donde me duele – Dios, ¿Por qué me duele tanto la cabeza? – pregunto, pero más para mí que para él

-. Es normal Eliz, tú aun no estás lista para estas emociones, Santoro te dijo que no forzaras los recuerdos

-. Lo que ustedes no comprenden es que necesito saber quién era – me defiendo – mira de verdad no quiero discutir, aun hay muchas cosas que me gustaría saber pero como bien dijiste debo descansar ¿podrías dejarme sola? – le pido pero evito mirarle

-. Está bien, iré por un calmante para ese dolor, pero por favor no vuelvas a cerrar la puerta – asiento y le hago señas con la mano para que se retire

Mientras miro las fotografías de mis padres los recuerdos de nuestra vida juntos vuelven y es como si estuviera viendo una película, son momentos felices, otros no tanto, el recuerdo de la muerte de mi padre es tan doloroso como si me estuvieran clavando un puñal en el corazón, de mi madre lo último que recuerdo la despedida en el aeropuerto pero es algo muy vago, es un recuerdo muy borroso. Trato de recordar algo de mi vida acá en Italia pero el único recuerdo que tengo son extractos de lo que fue mi violación, sé que si le pregunto a Eros se va a negar a darme alguna información a pesar de que ya dijo que me contaría lo que le pidiera ya que con cada recuerdo que tengo también llegan dolores muy fuertes de cabeza y debido a mi embarazo no puedo estar tomando medicación constante mente para aliviar el malestar, por lo que la única opción que me queda es solo esperar a que los recuerdos lleguen por si solos o en dado caso que no sea así pues esperar a que finalice mi embarazo para poder hablar nuevamente del tema sin que afecte a mi bebe.

Eros regresa a la habitación con un pequeño vaso de agua en las manos, se sienta a mi lado y me lo entrega junto a una pequeña píldora, me levanto un poco para tomarla y luego vuelvo a recostarme, pero esta vez lo hago de lado dándole la espalda y el pasa suavemente su mano por mi cabello, la verdad su toque me relaja y hace que el dolor deje de ser tan intenso.




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