El Hijo de la Mafia

CAPITULO 7

He pasado toda la noche despierta, ver a Eros en ese estado me lleno de angustia, cada día que pasa nos alejamos más, no sé porque se comporta de esa manera cuando claramente la que debería estar más que molesta soy yo, no entiendo que es lo que oculta. Salgo de mi habitación, voy hasta la cocina por un vaso de agua ya está por amanecer y yo no he podido dormir en absoluto, pensando en cómo se han dado las cosas estos últimos días, en cómo fue mi vida antes de llegar aquí ya que son los únicos recuerdos que tengo, trato de recordar algo de estos últimos dos años pero el único recuerdo que me llega sigue siendo el de la violación, lo que me sigue haciendo sentir frustrada. Para mi sorpresa había algo que no me cuadraba de mi vida y era que no siempre viví en España, mi madre era venezolana y mi padre Español por lo que en realidad naci en Venezuela y estuve allí gran parte de mi niñez y luego nos mudamos a Tenerife la isla natal de mi padre, no recuerdo si Eros sabe algo de esto por lo que si llegamos arreglar las cosas le preguntare.

Antes de regresar a mi habitación paso por la habitación de Eros, solo abro la puerta y al comprobar que aun sigue dormido cierro nuevamente la puerta y continuo mi camino hasta mi habitación, necesito dormir. Al recostarme en la inmensa cama mi teléfono suena lo tomo y es un mensaje de un número desconocido

“Eros no es el hombre que piensas”

Llamo al número que me ha enviado el mensaje y sale desconectado, no entiendo quien y porque me envía este mensaje, pero está más que claro que quien sea sabe que es lo que oculta Eros. Dejo el teléfono en la mesita de noche y me acomodo para dormir pues el cansancio me está matando, cierro mis ojos y comienzo a caer en un profundo sueño.

***

-. ¿Signorina, nessuno ti ha detto che ascoltare le conversazioni di qualcun altro è sgarbato? (¿Señorita, nadie le dijo que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación?)

-. Scusa, signore, non volevo ascoltarti (Disculpe señor no era mi intención escucharle) – respondo - Anche se non vuoi che ascoltino le tue conversazioni forse dovresti dire alla tua ragazza di non fare scene per strada dato che chiunque può sentire (Aunque si no desea que escuchen sus conversaciones quizás debería decirle a su novia que no le haga escenas en la calle ya que cualquiera puede escuchar) – claudico con una sonrisa y lo miro con ironia

-. Touche Signorina – dice con una sonrisa - Devi portarla da qualche parte (Necesita que la lleve a algún lugar)

-. Molte grazie, signore, ma da bambino mi è stato insegnato a non salire sull’auto di un estraneo (Muchas gracias señor pero de niña me enseñaron a no subir al carro de un extraño)

-. Lascia che ti dica che ti è stato insegnato bene (Déjeme decirle que le enseñaron bien) – responde con una sonrisa más amplia y me tiende su mano - Eros D’Luca è un piacere, ¿signorina?

-. Elizabeth González, un piacere signore D´Luca – digo tomando su mano y nos quedamos mirando tomados de la mano por lo que parece una eternidad, de pronto el sonido de su teléfono interrumpe el momento

-. ¿Ciao? – Responde sin dejar de mirarme - Quella spedizione era dovuta oggi (Ese embarque debía llegar hoy) – mientras el habla por teléfono veo que se acerca un taxi libre y le indico que se detenga con la mano - bella signora, lo prendo (bella señorita, yo la llevo)

-. Non preoccuparti, signor D’Luca, prenderò il taxi, grazie mille (No se preocupe señor D´Luca yo tomare el taxi, muchas gracias) – respondo subiendo al taxi

-. Spero di rivederti, signorina Gónzalez (Espero verla de nuevo, señorita Gónzalez) – le escucho decir y el taxi emprende el camino que le indico

***

Despierto algo aturdida ¿Eso fue un sueño o un recuerdo? Me pregunto, se sentía tan real, recuerdo que Eros menciono que nos habíamos conocido en el aeropuerto así que entiendo que lo que acabo de tener no fue un sueño fue un recuerdo, sonrió por primera vez en días Mis recuerdos están regresando me siento eufórica de alegría. Siento una patadita de mi bebe y paso mi mano por mi abultado vientre

-. Si, bebe ya mami esta recordando – murmuro y recibo una patadita en respuesta

Me doy vuelta y veo en la cama a Eros recostado del otro lado de la cama, aun lleva la ropa que tenia puesta ayer, supongo que se pasaría mientras yo dormía, paso mis manos por su hermoso rostro, aun estoy molesta con él, pero tenerlo aquí a mi lado me hace ver que está arrepentido, claro aun deberá darme una explicación de su comportamiento para que pueda perdonarle, pero me alegra mucho tenerlo junto a mí y más ahora que comienzo a recordar. Me levanto con cuidado de no despertarlo y voy al baño para lavar mis dientes y darme una ducha rápida. Una vez lista compruebo que aun eros está dormido y me dirijo hasta la cocina donde me encuentro con Camelia. 




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