El hilo rojo

♪Capitulo #4.2

 

contunuacion del capitulo anterior.

P.v. Zack.

 

—Tranquilo solo será unos meses y después volverás a tu vida de soltero marginado, hasta puedes comprar diez gato y ponerles nombre bonitos — se estaba burlando de mi soltería.

—Hey!... deja mi soltería quieta — le espete con burla. — no he encontrado la mujer indicada. — le quite importancia. Mientras la miraba con intensidad — tal vez; debería buscar un poco más cerca. — la mire con interés mientras sonreía.

—Cuidado vaquero, puedes terminar mal — me sonrió con malicia ajenas. — no te equivoques, no estoy buscando amor, ni mucho menos una relación, he vivido y tenido malas experiencia, así que no tengo intención de volver por ese camino.

La mire un momento, la relación de su padres, la de su ex prometido y la noche de despedida de soltera, esa son la experiencia, después de eso no ha tenido ningún tipo de relación, mire el vino de mi copa. Solo se comprometió en su trabajo y la familia, todo para dejar el pasado atrás, pero ahora está aquí, ¿¡Porque!? ¿¡Que es lo que la trae devuelta aquí!? Suspire tenía que dejar de pensar mucho en eso.

— ¿¡Entonces aceptas mis condiciones!?— la mire esperando una respuesta.

—Sí, no tengo una objeción, pero lo de intimar olvídalo, si quieres verte con tus amante, pero que nadie se enteres, por mí no hay problemas no tengo a nadie con quien entrometerme. — la mire su indiferencia me sorprende.

—Eso espero, porque no quiero que ningún hombre se acerque a mi mujer — sonaba posesivo, lo sé; note su mirada volverse clara por un momento. — ¿¡Algo que tenga que saber!?

—Te encontraras a mi ex prometido, puede hacer lo que quieras con él no me importa. — sigue comiendo su carne como si nada. — todo respecto a él me da igual.

— ¿¡Cómo se llama!?

—Jack Colson. — el odio y la amargura se notaba en su voz.

Jack Colson, presidente de la industria mercantil en la elaboración de medicina en desarrollo, es muy famoso pero su fama era solo una masacrara para lo que desarrolla en verdad, drogas, la vende al mejor postor y con eso saca mucho más dinero que en la droga normales; entonces la droga que tiene el cuerpo de Celeste ese día fue por él. Creo que me gustaría hablar unas cositas con él.

— ¿¡Porque terminaron!? — pregunte indiferente.

—Motivos tradicionales. — La mire con cara de no entender; suspire, — Traición.

Por lo visto no me dirá la verdad sino a medias, en parte es traición y la vendió a otro tipo, en donde perdió todo, el cariño de su familia, su virginidad, su amor, aparte de eso; embarazada sin saber de qué clase de hombre. Era claro que quería venganza, ¿¡Porque ahora!? ¿¡Que la hizo volver después de tres años!? La noche callo tan fría y silenciosa, mire a mi acompañante que estaba disfrutando de nuestras caminata por las calles de parís, estábamos en un silencio agradables cada quien en su mundo, me senté en una banca mirando el cielo, lleno de estrellas, se podía ver un paisaje y el centro de atracciones era la Torre Eiffel. Suspire, una de las cosas por que elegir venir a vivir a Paris son por los paisaje, tal vez; no debí irme de casa y cuidar a mi viejo. Pero el solo dejo irme, aun se culpa por la muerte de mama.

Ese viejo terco, nunca lo culpe al contrario la amaba porque sé que si fuera por el dejo todo y se fue a buscar el amor de su vida, no pudo traerla de vuelta, mi madre lo amaba como una loca y el a ella. No podría decir que no era así, mi hermana y yo somos lo que más adoraba. Pero su actitud después de la muerte de mi madre cambio cada día se veía deprimido, aunque que no nosotros no cambio pero aun así se veía triste más cuando me miraba, ya que me parezco a mi madre. Suspirando recordando a mi madre era algo ristre más porque mi padre se fue con ella después de su muerta. No volvió a ser el hombre sonriente solo era alguien que ocupa una silla y trabajaba como un robot, por eso tome las empresa a una edad tan corta, para quitarle un poco de peso, ahora está en la casa de campo un poco tranquilo con los años que pasen se vuelve más viejo. Si tan solo pudiera llevarlos con él, el sonreiría un momento.

—Tengo algo que pedirte — mis palabras salieron de mi boca sin pensarla— tengo que ir con mi padre, el piensa que estoy casado con una familia. Podrías ayudarme con eso por unos días. — no me atrevería a mirarla, ¿¡Que le estoy pidiendo!?

—Está bien — respondió antes de que dijera algo. — Mis sobrinos puede ayunarnos, solo hay que ir a Nueva York por ellos… pero prométeme que no los pondrás en peligros.




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