Capitulo #5.
Papá.
Los días pasaban, no me esperaba que la mayoría de los accionistas de la revista hubiera quitado su apoyo, pero eso no fue problema para Celeste; la acciones había caído un 5%. No me sorprende que el otro 95% estuviera todavía de pie, ya que le pertenecía a Celeste, la cual compro el otro 5% para por fin sacar a la Familia Smith de la revista. Mire como mi apartamento estaba lleno de maleta de Celeste, estaba mirando el periódico, las noticia volaban cuando se trataba de Jack Colson, que sorpresivamente estaba cayendo por los videos de aquella noche; por inmoral.
—Al parecer tu venganza, está funcionando. — mire a Celeste que estaba arreglando sus cosas en la habitación.
—Aún no he termino… Jack tiene que pagar por todo lo que está haciendo — mire como se tiraba en la cama. — estoy cansada.
Estaba de boca abajo con la cabeza entre la almohada, el recuerdo de aquella noche se hizo presente, sonreí con picardía mientras caminaba donde estaba ella me acomode a su lado. Pase mis manos por su espalda que estaba protegida por la camisa de cuadros una talla más grande que la de ella, su espalda se curvo con ligereza, como si fuera un gato. Podía sentir el calor corporal que desprendía de su cuerpo; percibir todavía la suavidad de su piel. Aún recuerdo el tatuaje de su espalda que tenía un hombro de una mariposa de color azul con negro. Llegue al final de la camisa, la levanta hasta sus hombros pude escuchar un suspiro, el color rojo de su lencería cacto todo mi interés, su piel ligeramente bronceada, era una tentación que quería probar, quería degustar; lleve mis labios hasta el final de su columna con lentitud deje besos en su piel, un aroma a mandarían me cautivo.
El broche de su sujetador me estaba estorbando, lo desabroche dejando libre el camino hasta llegar al comienzo de su espalda. Un pequeño jadeo salió de sus labios, sus manos fueron a sus labios. El celular comenzó a sonar interrumpió lo que tenía en mente. Se voltio quedando frente de mí, la camisa estaba levantada al igual que su sujetador dejando ver las curvo de sus senos por debajo, suspires con pesadez. El deseo que sentía no lo podía ocultar; subí mis ojos a sus labios los rosado y carnoso que se veía; se mordió su labio inferior, era una manía que tenía cuando estaba nerviosa. Nos quedamos mirando un rato comencé a acercarme a ella sin percatarme de lo que estaba haciendo, el celular sonaba pero nos importaba lo que pasaba alrededor de nosotros.
—Tengo… que… contestar. — el deseo que percibí en su voz, me hizo temblar; caí en el hueco del cuello suspirando con fuerza. — Zack… detente.
—No puedo… te he deseado desde primer momento que te vi. — aún estaba escondido en su cuello, mis manos pasaron por su abdomen sentí la piel se le puso de gallina, maldición si no me detengo terminare mal. — necesito una ducha fría.
Me levante de golpe de la cama, no sé en qué momento termine encima de ella, esto de vivir junto fue mala idea, no acaba el día y ya la quiero en mi cama sin ropa, gimiendo mi nombre; entre a mi habitación cerrando la puerta quitándome la ropa mientras me dirigía a mi baño. Después de varios minutos en la ducha pude salir completamente, con la mente fresca y el cuerpo relajado seque mi cabello con una toalla pequeña mientras me sentaba en la cama.
Ahora como la veré al rostro, me levante recogiendo la ropa que estaba en el suelo y péndola en el cesto de la ropa sucia. Me cambien estaba por ponerme la camisa cuando tocaron la puerta, la abrí encantándome con ella ahora con un nuevo cambio de ropa, me sonrió con timidez, mierda no lo hagas que me prendo.
— ¿¡Estas disponibles para ir a Nueva York a ver a los niños!? — pregunto mirando a otro lado. — pensé que deberías tener un momento con ellos antes de ir a visitar a tu familia. — No sé qué me dio pero la abrace alzándola del suelo dándole vuelta en el aire.
—Claro que sí. — dije mientras la dejaba en el suelo, me sonrió mientras volvía a su habitación.
—Salimos en dos horas, habrá una fiesta en mi casa con mis primos así que vamos. — se asomó por la puesta, entre a la habitación para hace una pequeñas maleta y mandarle mensaje a mi secretario.
Estaba terminando la maleta cuando ella entro con una pequeña maleta en sus manos, tenía unos zapatos deportivos color blanco con rojo, un jean color negro remandado las botas, una blusa de tirita roja acompañada de una chaqueta de tela color negro, tenía un peinado alto poco maquillaje.
—Te encanta los niños, ¿¡verdad!? — camino hasta donde estaba, la mire confundido hasta que comenzó a botonarme la camisa negra que tenía.
—Sí, me encanta. — más si son los nuestros; pensé, tome mi maleta caminado junto a ella.
Bajamos hasta el estacionamientos a buscar mi auto, al salir nos topamos con muchos reporteros, me había encargado de que todo el mundo se entera que estábamos felizmente comprometidos, los comentario iba y venía. Durante el camino al aeropuerto no pude ocultar la sonrisa que tenía, Celeste estaba igual que yo. Lo emocionado y nervioso que tenía por ver a mis hijos era reales, ni mi primer negocios estaba así.
—Nos vamos en un Jet que está esperando en la área privada — me comento mientras caminamos, le agarre de la manos por si las dudas. — No hay reporteros.
—Confía en mí, siempre están cuando uno menos lo esperan. — caminamos en silencia mientras entramos en el are privada, ella saludo al piloto cosa que me hizo gruñir.
Editado: 15.02.2021