El hilo rojo

♪Capitulo #6

Capitulo #6.

La fiesta.

La fiesta había comenzado hace un momento me estaba alistando para bajo con los demás, Zack estaba con los niños, al parecer le encantaba estar con él. Aun no me siento lista para contarle una parte de mi vida. tenía un conjunto de color rojo, un top que caí en V en mi pechos una falda ajustada en mi cintura que caí suelta un poco arriba de mis rodillas, tome mi sandalia de 2 cm de alta y deje mi cabello suelto. Me maquille un poco, no era que no me gusta solo que no va conmigo el maquillaje cargado, soy más de sombra en los ojos, polvo compacto y labial.

Salí de la habitación me encontré con Zack saliendo de la habitación de los niños, le sonreí; me devolvió la sonrisa con una que llegaba sus ojos, lo iba a saludar pero una de mis tías lo alcanzo y se lo llevo al salón de la fiesta, ser el único hombre guapo que llegado a casa de mi mano es algo que sorprendió a mi familia, nunca había traído un hombre a casa y era algo que no quiera perderse para sacarle información. Negué divertida mientras entraba a la habitación de los niños, quería besarlos y abrazarlos. Cuando entre estaba dormido había jugado con Zack todo el día, claro que estaba agotados. Me asustaba la idea de que se encariñara con él y después de eso el desapareciera de nuestras vida. No soporto que mis hijos lloren por eso no traigo hombre a casa.

Ni me relaciono con ellos más allá de lo laboral y amistad. Zack no sé; por qué ni el cómo, se fue metiendo en mi cabeza hasta el punto de no quiere sacarlo de ella, lo laboral se fue poniendo cada vez más, frustrante para mí ya que quería estar con el todo el tiempo o hablar con el de contantemente, la presencia de él me tranquiliza, bese a David en la frente mientras acariciaba su cabello negrillo. Después bese a mi niña, todo lo que hago es por ello, para que en un futuro no sea molestado o juzgado por mi decisiones del pasados. Yo lo viví siendo la hija de mi madre y la supuesta bastarde que intervino en la vida feliz de los Smith.

Salí de la habitación, apagando la luz, sé que Daniela le tiene miedo a la oscuridad así que deje la lámpara de noche encendida todo el cuarto se ilumina con estrellas, camine hasta la sala, encontrando a Zack siendo atacada por mis tías. Me miro con suplica en los ojos.

-Señoritas, me permiten a mi prometido se los devuelvo después. – mire a mi “prometido” para que me siguiera.

-Claro, querida, es un hombre encantador será un buen padre… – escuche mi tía, la cual se cayó al ver mi expresa – voy a salir a tomar un poco de aire.

-Tía, es un encanto, ¿¡No lo crees!? – me hice la desentendida para evitar el tema. – ven vamos a bailar.

La música en el salón comenzó a escucharse, bailamos entres comentario tontos y risas por sus malos chiste. Paramos un momento; me acompaño al jardín de la casa buscando un lugar para sentarnos. Teníamos una copa de champan, mire el cielo por un momento me perdí en el. Quería buscar la solución a todos mis problemas, pero solo encontraba puntos blancos iluminando el azul oscuro de la noche.

-¿¡Los padres de los niños!? – la pregunta me tomo por sorpresa. Tenía que inventarme algo.

-Salieron de trabajo…

-No te preocupes en mentir sé que eres su mama… alguien me lo dijo – me miro con tristeza.

-Lo siento, Zack, no es por ti… es solo que me es difícil confiar en alguien después de tanto tiempo- mire mi copa apenada.

-¿¡Donde está su padre!? – la curiosidad lo invadió, ¿¡Porque no deja de preguntar!?

-Yo también quisiera saber, Podemos hablar de otra cosa; por favor – le roge, lo escuche superar con pesador.

-Tienes miedo de que le diga tu secreto al mundo. – lo mire con cuidado. – no lo diré, pero puedes decirme el por qué los oculta.

-No es por qué no este orgullosa, todo lo contrario, Zack; mi miedo es perder a mis hijos… veras soy hija de la familia Smith, mi madre podía decirse que era la amada de mi padre en cierta forma, hasta que alguien más se cruzó en su camino. – mire el jardín de mi tía Carlota. – ella no sabía que estaba embarazada de mí, hasta después de tres semanas de la pronunciación de la boda de mi padre con su actual esposa. Quedando yo siendo la bastarda que surgió de una aventura de la nada. Así que; tenía que volver para dejar claro algunas cosas, pero no podía decirle al mundo que tengo dos hijo por que las persona que estoy enfrentando son capaces de hacer lo que sea por dañarme – le respondí, mirándolo a los ojos. – tampoco quiero que los señales tampoco.

-Ya veo, por eso lo oculta. – asentí mirándolo a los ojos. Me sonrió de una manera que mi corazón latía con fuerza. – debió se difícil para ti, estar en esa posición.




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