El hilo rojo

Capítulo 15

Capitulo 15.

Ambos le parecían hermoso los paisas que encontraba por el camino, Zack que conocía el lugar como la palma de su mano se maravilla una y otras veces con ellos, ese lugar no perdía el encanto que tenía desde que estuvo por primera, sentí que al mostrarle este lugar a Celeste la estaba mostrando una parte de él; de su corazón. Escuchaba el viento, el galope de su caballo, y la compañía del sonido de la risa de Celeste mientras cabalgaba con tanta emoción. Había decidido contarle la verdad, no quería más secretos, ni mucho menos el miedo de que se enterar por alguien mas, su padre se lo había dicho, durante su rencuentro.

“El corazón de una mujer es como el cristal más frágil del mundo.”

Fueron las palabras para describir lo que tenía que hacer, si lo odiaría, sería su decisión, pero si lo perdona y está dispuesta a seguir con ello; sería feliz. Daría todo por cambiar el error de hace tres años y amarla como era debido. Había llegado a una parte del bosque muy lejana de la casa, y el corazón de Zack estaba a mil por hora. La había llevado a la cabaña, era pequeña de dos pisos para ser exactos, en el primer piso estaba lo que era la sala, la cocina y un baño; en el segundo solo había una habitación y un baño. Junto a la cabaña había una cascada no era tan alto, el sonido que cae de ella era suave y tranquilizador. y el espacio donde corría el agua era como un lago, su agua era cristalina de un verde hermosa, Celeste se quedó encantado por todo lo que veía y se sentía como una niña pequeña en un cuento de hadas.

Zack bajo del caballo, para después ayudar a Celeste a bajar de ella, una sonrisa se le formo en sus labios al ver a Zack, ella camino por el lugar, se puso de puntilla para tocar el agua se quedó encantada al sentirla en su mano, se sentía un poco fría pero aun así le gustaba la sensación miro a Zack que le quita la silla al caballo. Liberándolo de todas sus ataduras, le dio una palmadita antes de ver como se marchaba a galope por una parte del bosque contraria por donde vinieron.

― ¿A dónde se dirige? ― le pregunto a Zack, ya que veía con seguridad por donde iba su caballo.

―Le gusta sentirse libre debes en cuando, quien soy yo para quitárselo. ― se encogió de hombros quitándole importancia. ― será una noche mañana en la mañana lo tendrás aquí alegre y con energía. ― le sonrió con tristeza ajena.

Celesta había notado su estado de humor muy decaído, con temer de perder algo. ― ¿Qué tienes? Te veo decaído.

Él, tomo la mano guiándola dentro de la cabaña, mientras en la mente de Zack no había paz, sino que preocupación, le mostro todo el lugar y cada uno que otro momento ocultaba la desconfianza que tenía en su interior. Era pasada de las 5 de la tarde cuando Zack se sentó en el sofá de la cabaña mirando a la cascada, en aquella cabaña no había televisor solo las luces que se recargaba con la luz del sol, y una pequeña planta de luz para lo necesario. Celeste no aguanto mas y se sentó junto a él, con cara de preocupación.

―Esta pequeña cabaña era el refugio de amor de mis padres y mi hermana, ha sido testigo de todo la travesura y locuras de ello. Mi madre tuvo una pelea muy fuerte con mi padre, por una secretaria… solo que mi padre secuestro a mi madre por un mes completo en este lugar― sonrió con nostalgia, al verlo contando historia que se acordaba. ― volvieron feliz y con noticia que mi madre estaba embarcada de mi hermana, mientras yo estaba peleando con mis compañeros y profesores por las desapariciones de mi padre… ja lo malo fue el castigo que dieron que volvieron.

― ¿Fue tan malo? ― celeste pregunto con temor.

―Pues, me enceraron en mi cuarto y me pegaron por pelear con los profesores. ― Zack se rasco el cuello con una burla en su voz― y me felicitaron por ganarles a mis compañeros, fue lo más raro del castigo, pero me quedo de experiencia no volver a meterme con los profesores. ―  un suspiro pesado se hizo presente. Sabía que una vez que comienza a relatar lo que paso hace tres años no habría vuelta atrás. ― solo le doy larga a lo que quiero decirte en sí.

― ¿Eso sería?

―Una vez que termine me odiaras, posiblemente no quiera que esté cerca de ti, pero si no es hoy no es nunca. ― Zack miro a los ojos de Celeste con todo el miedo del mundo. ― hace tres años atrás, le había cedido mi casa en Francia a un amigo, que ese se la cedió a una de sus amantes para una despedida de soltera, yo volvía la Francia en esa noche, la casa era un desastre…― el corazón de Celeste comenzó a latir tan rápido que creía que se le iba a salir del cuerpo. Escuchaba en silencio esperando que lo están pensando no fuera cierto. ― al entrar a mi habitación me encontré con una mujer.

―… dime que … tu… por favor. ― Celeste se levantó con rapidez de su lado, Zack; el tomo de la mano.

―Sí, yo soy el hombre que estuvo en esa habitación esa noche hace tres años. ― la miro con preocupación. ― soy el padre los pequeños.

― ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Por qué? Zack, porque no me lo dijiste desde el principio― se alejó de él. ― sabes cuantas noches pase con el miedo de que un hombre volviera ha…

―Ni lo diga, Celeste; ese momento hice de todo para bajar el calor de tu cuerpo, pero no había otra opción en ese momento, tu desapareciste sin dejar una huella, durante esto tres años te busque como loco quería explicar…

― ¿Explicarme?, ¿Explicarme qué?... ¿Cómo me violaste?...




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