El hombre bestia se preguntaba como serían las sirenas. Hacía tiempo que no veía creaturas como él o mágicas, como las llamaban, aquellas que habían nacido con la tierra y por su deseo. Iba absorto en esos pensamientos, que no se dio cuenta que a cada paso el paisaje cambiaba, y el aire gemía. Entonces miró hacia delante. Sólo destrucción. La energía de aquel bosque que estaba ante sus ojos, tan grande y hermoso, desaparecía. Solo quedaba el eco del llanto de los árboles y las criaturas que allí vivieron, que aunque recién destruidas, parecían lejanas en el tiempo por que ya no existían. Y el viento guardo esos sonidos para que no se olvidaran. El hombre bestia se alejo de ahí, por primera vez sintió miedo. No podía entender que las cosas que creía buenas desaparecían sin sentido. Nunca había considerado que aquellos días que tenían que pasar tal vez nunca llegarían. Pero se dio cuenta de que el sol aún brillaba, y siguió su brillo. Pronto se vio lejos de él, que se hundía en el horizonte, y su brillo se esparció por el cielo convirtiéndose en estrellas. Y entonces escucho un canto de agua que parecía eterno, y quiso saber que era. Nunca había visto tanta agua, ni tan viva. Se fundía con el cielo, como si no tuviera fin. Jugaba con la tierra y flotaba en el aire. El hombre bestia nunca se imaginó algo así. Se quedo absorto hasta que un sonido llamó su atención. Venía de unas rocas, y el hombre bestia se acercó. Era una mujer humana que lloraba. No hizo nada cuando se acercó a ella. Un humano normal hubiera huido, pero ella sólo lloraba. Y se dio cuenta que era mitad pez. "Soy una sirena" dijo contestando su cara de asombro. "No importa lo que haga, mis lágrimas siempre vuelven al mar, al mar... es todo lo que veo, es todo lo que soy" y no pudo continuar, mientras parecía ahogarse entre sollozos. El hombre bestia pensó en algo maravilloso, y la invitó a seguirlo. Ella aceptó, mientras sus ojos brillaban. Por fin conocería algo más. El hombre bestia se sintió aliviado, por primera vez no quería estar solo. "ya tengo mi sirena" pensó.