El hombre del sombrero grande- #1 Trilogía Solsticio

5 TRECE MIL...

Viernes 30 de septiembre del 2016

 

No puedo creer lo que estoy viendo…¡cinco punto cinco de nota!. Debo estar soñando, me pellizco mi antebrazo izquierdo, y ¡no, lastimosamente estoy despierta y esta es mi realidad, tengo una mala nota. La “chica inteligente y rara” como me llaman mis demás compañeros ha tenido mala nota.

Hemos hecho, gracias a Damián por supuesto, una prueba rápida de los temas que hemos visto, y claro… la idea de él era genial. Nos dijo que haría una prueba sorpresa, para sacar conclusiones de cómo estamos para el Examen Superior de Economía. pero con esta nota ya no era nada genial. Este mismo día ha calificado los exámenes ¿sería un error?

Cuando termino la clase, me acerque a la licenciada Ortegón. No quería interrumpir la plática que tenía con Damián, parece que estaban emocionados por la fiesta de ahora en la noche.

—¿Licenciada? —le dije con vergüenza—necesito hablar con usted.

—Dime Camila… ¡ah! Pero antes que todo también quiero saber si estas preparada para el evento de esta noche. Quiero que vayas lo más adecuada a festejo posible—ash como si eso me importara en este momento.

—Aun no me he comprado el vestido, pero quiero hablar de otra cosa.

—¿Cómo que aún no lo has comprado? Tú especialmente me preocupa como vayas vestida, porque estas representando nuestra facultad. —me lo dijo como si es evento dependiera el mundo entero. Damián estaba sentado en el escritorio viendo unos papeles sin importarle nada.  

—    Camila—interrumpió Emma—yo te dije que te iba a ayudar a buscar un vestido apropiado.

—  Muy bien Emma, necesito que esta noche luzcan bien, esta noche es muy importante para ustedes, nuestra facultad y nuestra universidad. — dijo la Licenciada. Me parece perfecto que sea muy importante para todos, pero mi nota me importaba más.

— Licenciada — le dije, para que supiera que no me interesaba lo superficial que se escuchaba hablar ella — necesito que me revise de nuevo mi examen, no puedo tener esa nota.

Le di mi examen a ella. Se puso sus lentes y comenzó a leerlo. Tenía la esperanza que Damián se haya equivocado con mi nota y si era así, me iba a preocupar enserio por el vestido.

 

— En verdad me sorprendes Camila— dijo Ortegón— ¿Cómo pudiste sacar mala nota? — se dirigió a Damián— vuelve a calificar este examen por favor.

 

—Licenciada, Camila se ha equivocado en cuatro preguntas. Esa información la di y la remarqué de nuevo en el pizarrón, ya que vendría en cualquier evaluación. Ahora… volviendo al examen, no creo que pueda cambiarle la nota. No sería justo para los demás. — respondió Damián despectivo mientras guardaba su laptop. Me dolió tanto su actitud. — además, esas preguntas son las mismas que vienen en el Examen Superior de Economía.

— Estas en lo correcto— siguió Ortegón— tienes que estudiar más, porque también representas a la facultad como alumna honoraria.

— Entonces ¿Qué debo hacer para recuperarme de esa nota?

— Estoy pensando…que Damián puede darte unas tutorías diarias para que te prepares para el examen superior. —dijo Ortegón—no tengo otra ayuda más que esa Camila.

— Claro que puedo ayudarte—interrumpió Damián— necesitas estudiar más acerca de la Planeación. Era un caso sencillo el que redacté en el examen, sólo necesitaba más análisis. La teoría y la práctica son campos distintos ya que no todo está escrito en piedra; pero a pesar que sean distintos van de la mano Camila. Y eso debes de tener en cuenta.  ¿Qué días tienes disponible para estudiar?

Uau en que situación estaba, que no me había cuenta. Ahora debería estar más tiempo con él, y claro que quería… pero estaba en un dilema: quiero, pero no quería al mismo tiempo porque le tenía miedo.

¿Cómo puedo hacer para evitar esta situación?, pero debo de alguna manera cumplir, o simplemente buscar una excusa para no aceptar sus tutorías. Por el momento debo decir que sí.

— Tengo todos los días disponibles, en la tarde— le dije— pero podemos empezar a partir de lunes.

— Muy bien— me dijo. Y siguió guardando sus cosas. Estaba decepcionada.

—Camila— me dijo Emma tratando de animarme—compremos el vestido, cambia esos ánimos.

—Sí, vamos— le dije. Tomé mis cosas, y escuché que Damián me llamó

—Camila, ¿recuerdas la boutique que está enfrente del restaurante donde comiste con Eduardo?

—Sí—aunque estaba haciendo memoria

—Hay un bello vestido rojo que lo tienen aún en vitrina. Para mi gusto sería el indicado para ti.

 

Nos fuimos para el centro comercial, en todo el camino fui tratando de hacer memoria. Cuando llegamos, Emma me iba mostrando otros almacenes donde había vestidos preciosos, pero el precio no me agradaba.




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