Capítulo 10

Todos están en la biblioteca, parecía que estaban en una acalorada discusión antes de que entráramos…están visiblemente agitados; Dion está sentado en el sofá donde lo vi leyendo un libro, mientras que Ethan y Alvah están de pie, frente a él, con los puños cerrados a sus costados y el rostro un tanto rojo por el enfado.

Puedo ver que Ethan quiere decir algo, pero al ver la mirada que le dirijo —llena de desconfianza y rencor— su boca se cierra y desvía la mirada; con la cabeza en alto, avanzo hasta donde todos se encuentran, me miran con ojos expectantes…todos menos Dion, quien tiene sus ojos fijados en la vista que tiene de afuera gracias a los grandes ventanales de la biblioteca.

—Traje a la Srta.Pilgrim para decirle que deseamos que se quede. —informa Catriona, escucho sus pasos detrás de mí y simplemente sé que está mirando a Dion Harvick por sobre mi hombro.

Luego de unos segundos en los que el silencio parece apoderarse de cada rincón de la mansión, Dion se levanta, camina hasta uno de esos libreros enormes que cubren cada pared de la habitación y vuelve con un cuadernillo y una pluma, ambos negros como las ropas que siempre le he visto usar…y, probablemente, como su alma.

Abre el cuadernillo y comienza a escribir a prisa, pero noto que también hay algo de enojo en la manera en que sostiene las dos cosas, casi como odiara el hecho de tener que hacerlo.

Voltea el cuadernillo hacia nosotros y entrecierro un poco los ojos para ver lo que está escrito:

“Sólo si usted quiere quedarse, Srta.Pilgrim, de lo contrario es libre de irse. Ethan la llevara a su vieja casa.”

Por un momento me siento molesta, pensando en que está burlándose de mí al no hablar y decirme esto, pero luego me doy cuenta de la realidad…Alzo mis ojos hacia él y noto que no está usando algo para cubrir la horrible cicatriz en su garganta; Dion no habla porque, seguramente, esa herida se lo impide.

El hombre se da cuenta de que estoy  mirándolo a él en lugar de lo que ha escrito, así que, con furia, escribe algo más en él.

“Toma en cuenta que allá afuera están por su cuenta, y créame que hay cosas peores que esa serpiente.”

No tiene pruebas de lo que escribe pero le creo, el miedo al recordar aquella cosa me ayuda a confiar en sus palabras. Además, me siento avergonzada por mi intromisión así que argumentar algo en contra no me parece factible en estos momentos que mi vergüenza está a flote.

—Está bien. —dijo, por fin. — Pero quiero pedir algo.

Dion alza una ceja, pero lo que sería un gesto curioso en cualquier persona, su gesto denota superioridad, está esperando mi petición y puedo ver que le da algo de satisfacción. Me trago mi orgullo luego de poner los ojos en blanco y digo:

—Necesito saber más. Quiero aprender a…controlar esto.

Dion mira a Catriona por sobre mi hombro y asiente, seguro ella ha hecho lo mismo.

—Te enseñaremos todo lo que podamos, no te preocupes por ello —afirma Catriona, casi puedo oír la sonrisa en su mirada.

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Después de aquella pequeña “reunión”, Ethan no se acerca a mí en ningún momento, sólo me observa a la distancia como si se tratara de un perro luego de ser regañado duramente por su dueño…y la verdad es que siento que eso fue lo que pasó.  Dion le lanza miradas que dicen claramente que no está nada contento con él y Ethan desvía la mirada, avergonzado, cada que esto ocurre.

En estos momentos, nos encontramos en el comedor, la cena está a punto de ser servida y tengo la sensación de que, en la charla que se dé, sabré más de lo que está ocurriendo. Me esfuerzo por dejar el miedo y la timidez a un lado, es hora de quitarme esos dos impedimentos para poder tener los ojos bien abiertos dentro de ésta mansión.

—Entonces… —comienzo, llamando la atención de todos entre el silencio que se había cernido sobre el comedor—eso de mi despido y esto del empleo fueron ¿qué? ¿un arduo plan para traerme a vivir aquí?

Luego de mis preguntas, nadie se digna a verme la cara, visiblemente incómodos con cualquier que sea la respuesta; mis puños se cierra con fuerza sobre mi regazo, me muerdo el labio para tratar de contener mi rabia cuando mis ojo se fijan en Ethan y llega un pensamiento terrible a mi cabeza, sé que él lo ha notado justo cuando nuestros ojos se cruzan por un par de segundos.

— ¿Tu amistad fue verdadera o solo estabas vigilándonos? —las palabras salen de mi boca sin que yo lo desee, la idea de que Ethan solo fingía ser mi amigo es algo que me retuerce las entrañas. Gala murmura mi nombre, la escucho decir que deberíamos hablar de esto a solas, pero no quiero eso.

Quiero que admita sus mentiras frente a todos.

Luego de lo que pareciera una eternidad en la que no podemos apartar nuestra mirada del otro, Ethan se lleva la mano derecha al rostro y responde:

—Ambas cosas son ciertas, Bee —su voz se rompe un poco al decir mi nombre, mi mirada se desvía unos segundos hacia Dion, quien nos está observando como si fuéramos  insectos bajo su lupa. — Nuestra amistad fue un medio para poder cuidarlas, en un principio no quería acercarme tanto ¿sabes? Quería mantener mi distancia y conservar todo de una forma profesional, pero luego de un tiempo me di cuenta que la mejor manera de mantenerte a ti y a Gala a salvo fue volverme alguien cercano en quien pudieras confiar… sé que es una mierda, pero si no lo hubiera hecho, ellos te hubieran encontrado más rápido de lo que teníamos previsto.