Eleanor...
Sentía que me mutilaba cada parte de mi cuerpo.
Pero aun asi por alguna extraña razón sentía exitacion, o algo así, pero se sentía bien, y a la vez dolía, dolía demasiado.
Supliqué que parara, pero este no lo hizo.
—Que pasa dulzura?, donde quedó el miedo de tus ojos cafés?, ahora ya no tienes miedo cierto?, lo se, ya no huelo tu miedo, espera, si, se siente, pero estas más exitada que asustada, me gusta, aun asi quiero hacerte sufrir, torturarte, que sientas miedo, y finalmente asesinarte, pero también me gustaría torturarte sexualmente, tocarte, rasgarte, y embestirte tanto que seas mía, tanto que te haga un hijo, no importa lo que sea, será mío, lo deseo, y a ti, que opcion te gusta más?, cuéntame linda, no seas tímida.—Dijo el lobo.—Habla, no te quedes callada!.
No quería ninguna de las dos opciones obviamente, pero no sabia si algo peor me haría, tal vez me mataría, o me comería viva, se que mis gritos le causarían placer y yo solo tendría miedo.
—Por favor déjame ir!.—Insistí.
—No Eleanor, ya te robe, ya te toque, ahora eres mía.—Habló el lobo.—Ahora si, sentiras el verdadero placer de la muerte.
Comenzó a cortar levemente mis piernas, dejando cortadas, y coleccionando cada gota de mi sangre en un frasco, se veía tan aterrador pero, no sentía dolor...
Editado: 03.12.2024