El maestro de la oscuridad me llevo a un rincón apartado de la habitación, donde la oscuridad era mas profunda y penetrante.
Señalo un antiguo libro que descansaba sobre un pedestal de piedra.
—Este libro contiene los secretos de la oscuridad,— dijo el Maestro, su voz resonando en la quietud.
— "Aquí encontrarás respuestas a tus preguntas y aprenderás a controlar tus poderes."
Con un nudo en el estómago, tome el libro. Sus paginas eran de un pergamino antiguo y las letras estaban escritas en una tinta que parecía brillar en la oscuridad. Al abrirlo, una ola de energía oscura me envolvió, y visiones confusas de criaturas demoníacas y rituales antiguos desfilaron ante mis ojos.
—La oscuridad es un poder formidable.—Continuo el maestro.—Pero también es peligrosa. Debes aprender a controlarla, o ella te controlará a ti.
Comenze a estudiar el libro con fervor, absorbiendo cada palabra.
Los días se convirtieron en noches, y las noches en eternidades. Aprendí sobre la historia de la oscuridad, sobre los seres que la habitaban, y sobre los peligros que acechaban a aquellos que se atrevían a adentrarse en sus profundidades. Con cada lección, mi conexión con la oscuridad se intensificó.
Podia sentir su poder fluyendo a través de mí, y comenzaba a comprender la verdadera naturaleza de mi don. Pero junto con el poder tambien crecía mi miedo.
Una noche, mientras estudiaba el libro, escuché un susurro en mi oído.
Era la voz del Hombre Lobo, y me decía que estaba desperdiciando mi don al servir al Maestro de la oscuridad, me prometía poder y conocimiento ilimitados si me unía a él.
Confusa y atormentada, no sabía qué hacer, ¿Debía seguir el camino de la luz, o ceder a la tentación de la oscuridad? La decisión que tomara marcaría mi destino para siempre
Me senté en la oscuridad, el libro abierto en mi regazo, y la voz del Hombre Lobo resonando en mi mente. Me sentía confusa y atormentada, no sabía qué hacer.
El Maestro de la Oscuridad se acercó a mí, su rostro serio.
—¿Qué pasa, Eleanor? —preguntó.
Le conté sobre la voz del Hombre Lobo y su oferta. El Maestro de la Oscuridad escuchó atentamente, su rostro cada vez más serio.
—El Hombre Lobo es un ser peligroso —dijo—. No te puedes fiar de él. Su oferta es una trampa, una forma de tentarte y llevarte al lado oscuro.
Me miró fijamente, sus ojos brillando con intensidad.
—Pero también es una oportunidad —dijo—. Una oportunidad para que aprendas a controlar tus poderes y a tomar decisiones por ti misma.
Me sentí confundida, no sabía qué hacer. El Maestro de la Oscuridad se acercó a mí y me puso una mano en el hombro.
—La decisión es tuya, Eleanor —dijo—. Pero recuerda que, independientemente de lo que elijas, siempre estaré aquí para ayudarte.
Me sentí un poco más tranquila, sabiendo que tenía el apoyo del Maestro de la Oscuridad. Pero todavía no sabía qué hacer. La voz del Hombre Lobo seguía resonando en mi mente, tentándome con su oferta de poder y conocimiento.
...
Acepté la propuesta del Hombre Lobo, y me sentí atraída hacia él de manera inexplicable. El Maestro de la Oscuridad me miró con tristeza, pero no dijo nada.
Me acerqué al Hombre Lobo, y él me sonrió. Su sonrisa era como una brecha en la oscuridad, y me sentí atraída hacia ella.
—Ven conmigo —dijo el Hombre Lobo, ofreciéndome su mano.
La tomé, y me sentí arrastrada hacia un mundo de oscuridad y misterio. El Hombre Alto y los Niños de las Linternas Blancas en los Ojos nos siguieron, sus ojos brillando con una luz inquietante.
Sentí como si estuviera caminando hacia un abismo, pero no podía detenerme. El Hombre Lobo me llevó a un lugar donde la oscuridad era total, y donde el aire estaba lleno de un olor a humo y a miedo.
—Este es mi reino —dijo el Hombre Lobo, sonriendo—. Y tú eres mi reina.
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda, pero no podía negar la atracción que sentía hacia el Hombre Lobo. Me sentí como si estuviera bajo su control, y no podía hacer nada para detenerlo.
Por alguna razón mi atracción y obsesión hacia el era cada vez más grande, pero el miedo no se me quitaba, y eso me hacía estremecer, no quería hacer esto, sin embargo ya estaba caminando sobre esa cuerda floja, de la mano de El Hombre Lobo.
Editado: 03.12.2024