El hombre lobo me tomo en sus brazos y me miro fijamente a los ojos. Su mirada era intensa y apasionada, y yo me encontre perdida en ella.
—Eleanor, eres mía —dijo, su voz baja y rasposa—. Eres mi compañera, mi amante, mi todo. Y yo soy tuyo, tu lobo, tu protector, tu amor.
Me encontré envuelta en sus brazos, rodeada por su calor y su pasión. Su beso era como un incendio que me consumía, que me hacía sentir viva y deseada.
Me encontré perdida en su abrazo, perdida en su pasión y su amor. Y supe que nunca podría escapar, que nunca podría dejar de amarlo.
—Te amo —dije, mi voz apenas audible—. Te amo, mi lobo.
El Hombre Lobo sonrió y me besó de nuevo. Su beso era como un voto, un voto de amor y lealtad. Y yo supe que estaba comprometida con él, que estaba comprometida con nuestro amor.
El Hombre Lobo me tomó en sus brazos y me llevó hacia un lugar desconocido. Me sentí como si estuviera flotando en un mar de oscuridad, con él como mi única ancla.
De repente, nos encontramos en un palacio oscuro y majestuoso. Las paredes estaban cubiertas de velos negros, y el aire estaba lleno de un olor a incienso y a misterio.
El Hombre Lobo me llevó hacia un trono de piedra negra, y me sentó a su lado. Me tomó la mano y me miró fijamente a los ojos.
—Eleanor, eres mi reina —dijo, su voz baja y rasposa—. Eres la dueña de mi corazón y de mi reino.
Me sentí como si estuviera en un sueño, un sueño que era a la vez hermoso y aterrador. Me sentí como si estuviera siendo iniciada en un mundo de misterio y magia.
De repente, el palacio se llenó de criaturas oscuras y misteriosas. Había lobos con ojos brillantes, y mujeres con cabello negro y vestidos de seda. Todos se arrodillaron ante nosotros, y me miraron con una mezcla de curiosidad y respeto.
—Mi reina —dijo el Hombre Lobo, su voz llena de orgullo—. Te presento a mis súbditos. Te presento a mi reino.
Me sentía como en un mundo de fantasía, un mundo que era a la vez hermoso y aterrador. Sentí como si estuviera siendo iniciada en un mundo de misterio y magia.
El Hombre Lobo me tomó la mano y me llevó hacia un jardín secreto en el palacio. El jardín estaba lleno de flores negras y árboles retorcidos, y el aire estaba lleno de un olor a misterio y magia.
—Este es mi lugar favorito en el reino —dijo el Hombre Lobo, su voz baja y rasposa—. Aquí es donde vengo a reflexionar y a conectarme con mi naturaleza.
Me sentí fascinada por el jardín y por la forma en que el Hombre Lobo parecía conectarse con él. Era como si estuviera aprendiendo algo nuevo sobre él, algo que me hacía sentir más cerca de él.
De repente, el Hombre Lobo se detuvo y me miró fijamente a los ojos. —Eleanor, hay algo que debes saber —dijo, su voz seria y misteriosa—. Algo que debes saber sobre mi reino y sobre ti misma.
Me sentia curiosa y un poco asustada. ¿Qué era lo que el Hombre Lobo quería decirme? ¿Qué secreto estaba a punto de revelarme?
—¿Qué es? —pregunté, mi voz apenas audible.
El Hombre Lobo sonrió y me tomó la mano. —Ven —dijo—. Te mostraré.
Y con eso, me llevó hacia un lugar desconocido, un lugar que estaba lleno de misterio y magia.
...
El Hombre Lobo me llevó hacia una cueva oscura y. La cueva estaba llena de estalactitas y estalagmitas que brillaban con una luz tenue y azulada.
—Aquí es donde se encuentra el corazón del reino —dijo el Hombre Lobo, su voz baja y rasposa—. Aquí es donde se encuentra el secreto de nuestra existencia.
Me sentí fascinada por la cueva y por el misterio que rodeaba al reino. Me sentí como si estuviera a punto de descubrir un secreto importante, que podría cambiar aun mas mi vida para siempre.
De repente, el Hombre Lobo se detuvo y me miró fijamente a los ojos. —Eleanor, eres una de nosotros —dijo, su voz seria y misteriosa—. Eres una criatura de la noche, una criatura con un destino especial.
Me sentia confundida y un poco asustada. ¿Que queria decir con eso? ¿Que tipo de criatura era yo?
—¿Qué significa eso? —pregunté, mi voz apenas audible.
El hombre lobo sonrió y me tomó la mano.—Significa que tienes un poder dentro de ti —dijo—. Un poder que te permite controlar la oscuridad y la luz.
Me sentí fascinada por la idea de tener un poder dentro de mi. Me sentí como si estuviera a punto de descubrir un secreto importante sobre mí misma.
—¿Cómo puedo controlarlo? —pregunté, mi voz llena de curiosidad.
El Hombre Lobo sonrió y me tomó en sus brazos. —Te enseñaré —dijo—. Te enseñaré a controlar tu poder y a ser la reina que debes ser.
Me sentí emocionada y un poco asustada. ¿Qué significaba esto para mí? ¿Qué tipo de reina iba a ser?
Editado: 06.12.2024