El Hombre Pulga

Metamorfosis

Manejando a toda velocidad, con necesidad de ver a su hijo iba el Dr. Hopkins. Jay había desaparecido luego del incidente de la Feria y luego de pedir disculpas, se retiró junto a su esposa. Algo le decía que Jay estaba en la casa y que algo le pasaba. Y tras unos minutos, llegó a la casa. Ambos bajaron del auto, marido y mujer, llegando a la puerta de la casa, cuyas luces estaban apagadas. Su sorpresa fue ver la puerta de la casa destrozada, un enorme agujero adornaba la entrada a esta. Alarmados, entraron a ver que sucedía. Encendieron las luces de la sala, la cual estaba toda desordenada; y en la esquina de la sala, pudieron verlo; pudieron ver el terror, al ente. La cosa mas asquerosa que sus finitas mentes pudieron haber imaginado. Vieron a Jay; desnudo, mutando, en plena metamorfosis. Su piel se había vuelto muy aspera y rústica, aparte, todo su cuerpo estaba pálido. De su espalda brotaban espinas pequeñas y gruesas que lo hacían parecer como un pequeño demonio sacado de una película de terror. En sus brazos, también tenía pequeñas espinas. En su cara, sus ojos habían crecido, su cráneo se había abultado, como un niño con macrocefalia. Una especie de mandículas rodeaban su pequeña boca, de la cual sobresalían filosos y tenebrosos dientes. Tenía una ligera joroba que lo hacía caminar encorbado, tal cual anima de cuentos de terror. Sin duda, la peor de las imágenes. Y para completar la transformación, dos brazos extras bajo su dos brazos surgieron al instante, tomanto apariencia total de insecto. Gisel se desmayó al instante, luego de dar un alarido de horror. Mientras tanto, el Dr. Leonard solo pudo pronunciar simples palabras:

-¿Hijo? -a lo que el ente respondió.

-Papá... ayuda...me...

Y tras hacer eso, su mentalidad humana se desvaneció y lo que quedaba ahora era un monstruo, más pulga que hombre, de 1,75 metros de altura y con aparente sed de sangre. Comenzó a acercarse dando pasos torpes y aterradores hacía el Dr. Hopkins. Daba movimientos difíciles de describir, movimientos horribles, traumatizantes, que llenarían de pesadillas a cualquiera. El Dr. Hopkins tomó una silla en el suelo y trató de defenderse de la criatura, pero esta la rompió de inmediato. Corrió al baño y buscó un desodorante en spray. La criatura lo persiguió hasta allí. Entonces lo atacó. La unica defensa del doctor fue utilizar ese spray para afectar el olfato de la criatura, logrando alejarla por unos instantes. Tiempo suficiente para correr al laboratorio. Allí dentro, corrió rápidamente a una de las celdas que tenía para especímenes grandes. La criatura bajó buscando a su presa y la vió dentro de dicha celda. Esta celda tenía paredes de vidrio difícil de romper y puertas de lado y lado, por lo que el Dr. Hopkins solo tuvo que salir por la puerta de atrás y presionar el botón para cerrar las puertas en cuanto la criatura estuvo dentro de la celda. Parece absurdo, pero así logró capturarla. Y ahora lo consiguiente, era buscar como devolver a su hijo a su forma natural, si es que era posible.

Lo que comenzó siendo un gran descubrimiento y una gran fortuna terminó siendo el desastre mas horripilante en la historia de la ciencia, y por ende, la destrucción de un ser humano afectado por la picadura de un simple insecto, alterado genéticamente.



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En el texto hay: ciencia, experimento, poderes

Editado: 08.01.2019

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