El hospital donde nadie se va

Capitulo 1: "El turno nocturno donde nada estaba muerto del todo"

Valeria Montenegro decidió que aceptar trabajo en el Hospital San Benito había sido un error exactamente a las 2:17 a.m., cuando una camilla pasó frente a ella sola.

—No —dijo en voz alta—. Nope. Negativo. Esto no está en mi contrato.

La camilla se detuvo.
Como si la hubiera escuchado.

Valeria respiró hondo, cruzó los brazos y habló con el vacío.

—Mira, espíritu, alucinación colectiva o producto del cansancio… no me pagan lo suficiente para esto.

—Eso nunca nos detuvo —respondió una voz masculina detrás de ella.

Valeria gritó.
Un grito poco profesional. Agudo. Desesperado.

El Dr. Octavio Salazar la observaba con una ceja apenas levantada, como si acabara de ver algo mínimamente interesante.

—¿Usted siempre reacciona así ante el mobiliario? —preguntó él.

—¡LA CAMILLA SE MOVIÓ SOLA!

—Sí —respondió él con total calma—. Suele hacerlo.

Valeria lo miró fijamente.

—¿Perdón?

—Turno nocturno —añadió Octavio, acomodándose la bata—. Conviene no sorprenderse demasiado.

Desde el fondo del pasillo, Don Eusebio apareció con una linterna.

—Doctor, la señora del ala norte está cantando otra vez —dijo—. Y la camilla quiere regresar a urgencias.

Valeria parpadeó.

—…¿Regresar?

Octavio suspiró.

—Bienvenida a San Benito, enfermera Montenegro.

Y por primera vez desde que llegó al pueblo, Valeria entendió una cosa terrible:
nadie en ese hospital estaba loco.

Solo ella era la nueva.

😈🏥💘




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.