(En el presente) (Voz femenina)
“Las mujeres son como las rosas, hermosas pero peligrosas, con una belleza hipnotizante que te ciega, solo te das cuenta del peligro cuando te has clavado una espina”.
Eso era lo que Soo-Yun siempre creyó, era una dulce chica que vivía con la esperanza de encontrar un hombre que no pensara así, ya que ellos siempre huían del compromiso. Desde muy niña trabajó con su madre en el negocio familiar, las flores. Cuando apenas empezó a caminar ya había aprendido lo básico en el cuidado de las diversas especies.
Siendo una adolescente, corría muy deprisa todas las mañanas para ser la primera en ver el espectáculo danzante de colores y aromas que resplandecían la tienda, en las plantas se encontraba su felicidad.
Mientras crecía, su belleza se volvía más notable, llegando así a ser pretendida por varios chicos, pero ella solo tenía ojos para uno. Su nombre era Bae, un joven trabajador y honrado de la familia Kim, ellos eran los encargados de proveer flores a toda la ciudad, en especial de la tienda Yojeong, lugar donde trabajaba Soo-Yun.
Fue solo cuestión de tiempo para que el joven Bae se fijara en la humilde muchacha, poco a poco con el acercamiento del chico, empezaron a conocerse, ella tenía 17 años mientras que él cruzaba los 19, entre ellos había surgido el amor.
Soo-Yun estaba tan feliz, Kim Bae era un chico perfecto para ella, tan sabio, tan amable y tan romántico. En el cumpleaños número 18 de Soo-Yun, Bae le obsequió el arreglo floral más hermoso jamás imaginado. Ella quedó impresionada, nunca le habían realizado un detalle con tanto cariño. Desde aquel día fueron una pareja sólida, su amor creció y creció, alimentado de los mutuos detalles y el cariño que se demostraban.
El miedo de Soo-Yun siempre estuvo presente -“Los chicos nunca buscan un compromiso”- esperó por 3 años y de repente un día, sin razón alguna ni fecha especial, apareció frente a ella un espectacular ramo de flores, sorprendiéndola, aquel ramo era cargado por un enorme oso de peluche el cual caminaba de manera graciosa. Soo-Yun se emocionó al ver a su amor salir de aquel disfraz, el joven posó su rodilla en el suelo y le ofreció una argolla en señal de matrimonio, inmediatamente la chica eliminó su miedo, todo fue felicidad en ese momento, aceptó sin dudarlo. Al cabo de las semanas, realizaron los preparativos de la boda, quedando todo listo.
Un día antes del matrimonio decidieron salir a escondidas, nadie notó que se habían fugado, se aseguraron que nadie lo supiera. Aquella noche fue espectacular, disfrutaron su última noche de solteros pasando juntos, al notar lo tarde que era decidieron buscar un lugar donde poder dormir, Bae consiguió una habitación en un respetado hotel del lugar, fue allí donde no pudieron soportar un día antes de su noche juntos, Soo-Yun se entregó a Bae haciendo que el acto de amor más grande se consumara. Soo-Yun le dijo a Bae.
Bae le interrumpió con un beso para luego mirarla con mucha ternura.
En ese instante Soo-Yun supo definitivamente que había encontrado al amor de toda su vida.
Al día siguiente ambos salieron disparados del edificio, cada cual a sus respectivos preparativos. Los nervios de novia no le dejaban tranquila, era tanta su ineficacia que cometía errores al vestirse, luego de muchos contratiempos, el momento llegó.
La iglesia se encontraba con un considerable número de bancas ocupadas, Soo-Yun había preparado todo y esperaba que fuera perfecto.
Al llegar, su deslumbrante vestido blanco irradiaba belleza, corrió a la entrada esquivando a un miembro de la boda que trató de detenerla, caminó por el pasillo y de inmediato notó que algo no andaba bien, consideró que todas las bancas debían estar ocupadas, basándose en el número de invitados, pero solo estaba alrededor de la mitad, la tragedia continuó al ver que nadie la esperaba en el altar, suavemente caminó mientras escuchaba los murmullos de los presentes, al llegar al altar tuvo una mejor posición para ver a las personas que allí se encontraban, fue entonces cuando descubrió que todo el mundo allí presente solo eran sus invitados, no había nadie de parte de Kim Bae.
Soo-Yun no lo pudo soportar, salió corriendo con un constante surgir de lágrimas, la presión en su pecho se volvió insoportable. Corrió hasta llegar al Parque principal, estando allí cayó al césped, mientras se desahogaba, arrancaba las plantas con mucha furia. Fue en ese momento en el que Soo-Yun tuvo una revelación. Una hermosa chica se acercó, le ayudó a secar sus lágrimas, Soo-Yun nunca habló de lo que pasó con esa chica, ni siquiera mencionó de quien se trataba, pero al menos eso dejó de que ella estuviera deprimida.
Editado: 02.03.2019