El infiltrado ingles (enlazados3)

Uno

Uno 
 


 

Ian 
 


Vivir en un hogar dividido no es fácil; y mas para un joven que no tiene las herramientas para salir adelante por si mismo. Mis padres dicen que su labor de crianza con sus hijos termina cuando cumplen 18 años, y mas si son hombres.

Así con unos pocos centavos en los bolsillos salgo de mi casa, a labrarme un futuro. El primer mes escasamente comí; el presupuesto no daba para nada más, empecé a trabajar como repartidor de periódicos en las mañanas y en las tardes ayudaba en un taller de mecánica al tiempo aplique para una beca estatal, siempre me gusto estudiar y esta es una oportunidad para mí.

Al mes recibo una llamada de un funcionario del gobierno que me dice que me gane la Beca y me toca trasladarme para el condado de Utah, más exactamente para Provo a la mejor universidad, con un alto nivel académico, entre a estudiar "ciencias económicas con énfasis en investigación".

El primer año fue algo complejo porque no contaba con los recursos para mantenerme en Provo, conseguía trabajos por días y así no me servía ya que la beca no cobijaba ni mi manutención ni mi vivienda, en fin, sobreviví.

Comencé a hacer los trabajos escolares y venderlos para poder subsistir y me iba bien, ya que había muchos hijos de papi que iban a clases a buscar chicas, así que ellos eran mis clientes habituales; todas las tardes llegaba a la cafetería "Felicia Art and Two Coffe" para poder atender todos los pedidos de tareas, hacia tanto las mías como las que mis compañeros pedían; cierto día no tenia dinero para pagar el café que me tomaba para poder quedarme toda la tarde ahí

- Ya vamos a cerrar la cafetería

- Disculpa ... será que mañana puedo pagarte el café, cuando entregue estos trabajos

- ¿Como así? – se sienta al frente mío -

- Si, mañana me pagan por ellos

- Espera y te entiendo, tú haces los trabajos de tus compañeros y ellos te pagan por eso

- Exacto – frunce el ceño- mira no lo hago por malo, lo necesito para mis cosas, para vivir y para aprovechar la beca que me gane

- Bueno excelente idea – me sonríe y me extiende su mano – mucho gusto Kailam Sallow, no te preocupes por el café es cortesía de la casa y a partir de mañana puedes venir y estudiar acá

- ¡Enserio! Muchas gracias... ah soy Ian Town

- Pero hoy te tienes que ir ya, que voy a cerrar y tengo clases en la universidad

- Ok kailam y muchas gracias

Así todas las tardes llegaba a la cafetería, hasta el punto de ayudarle cuando se llenaba y las trabajadoras no daban abasto con los clientes. Al inicio de mi tercer año de universidad las cosas se pusieron complejas, ya los chicos no me buscaban para los trabajos y lo que conseguía era muy poco y me aventure a pedirle empleo a kailam, ya a esas alturas era mi amiga, hablamos mucho ya que nuestras carreras eran afines, me sorprendió su capacidad de dar, aparte del empleo me ofreció que viviera en la cafetería con ella, en ese momento me volví mas que su amigo, su hermano.

Me gusta aprender, aprendí a hacer café de mil formas, hornear pan, tortas; aparte de eso le hacia el aseo a todo, no paraba y esa era mi forma de agradecimiento hacia esa chica de enorme tristeza. Empecé a ver que todos los 5 de cada mes hacíamos una torta especial, decorábamos la cafetería y hacíamos descuentos especiales para los clientes; ese día kailam se ponía exageradamente triste.

A mis padres los llamaba muy poco, siempre me decían que no tenían dinero para darme, querría saber de ellos, no lo que pudieran darme, deje de llamarlos por esa razón.

Kailam volvía cada año a Londres a visitar la tumba de su mamá, yo me quedaba a cargo de la cafetería y de todo lo que requería de ella en Provo. El día de su graduación como administradora de empresas entre todos los trabajadores le hicimos una gran fiesta, aunque se molesto al principio, termino por gozársela.

Estos años que llevo conociéndola se ha comportado mejor que mi familia; tenemos una rutina establecida, manejamos la cafetería juntos, si kai necesita viajar yo me quedo a cargo.

La cafetería siempre esta llena de estudiantes ya que estamos super cerca de las principales universidades de Provo; noto que hay un señor elegante mirando las instalaciones, a simple vista se ve que no es de aquí, entra a la cafetería y forma en la que mira todo parece un inversionista

- Buenos días señor ¿desea algo que tomar?, aquí esta la carta para vaya escogiendo – le digo mientras él observa todo-

- Buenos días, por el momento un café

- Listo señor, ya se lo traigo

El señor se ve de buena apariencia, aunque observa todo con suma atención y me da cierta mala espina así que procedo a llevarle personalmente su pedido

- Señor aquí su café, ¿desea algo más? – inquiero y lo noto con dudas-

- Unos panecillos recién horneados y ¿te puedo preguntar algo?

- Sí dígame

- ¿Tú eres el dueño?, hay un buen concepto y un nombre muy particular – dio en clavo al preguntarme si soy el dueño -

- No señor, ojalá, pero la dueña tiene buen gusto, y el nombre es especial según me ha contado

- Podría conocer a la dueña para darle mis felicitaciones, y para que me de tips para colocar una cafetería así tan acogedora

- Claro no demora en bajar – le miento para ver con que sale-

- Listo, estaré pendiente – asiente sonriente y se va –

No le quite la mirada encima en ningún momento, se tomó el café y los panecillos de la forma más lenta posible, llega un punto que paga y se va. A la hora del almuerzo aparece de nuevo, esta vez lo hace, pero su expresión es confusa para mí, así que decidí decirle la verdad, que Kailam no estaba en Provo sino en Salt Lake City , me dice que vuelve al día siguiente

Al llegar Kailam muy tarde en la noche visiblemente cansada

- ¿Hola como estuvo el día? - le pregunto –




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