El infiltrado ingles (enlazados3)

Dos

Ian

La mañana nos recibe con la cafetería llena de estudiantes, desde dentro de la misma veo al mismo señor trajeado, esta observando muy atento el nombre de la cafetería así que me acerco, me pide la mismo del día anterior y me pregunta por Kailam, me devuelvo a buscar lo que pidió, pero observo que esta admirado viendo a Kai, al llevarle el café y los panecillos vuelve y hace la pregunta, pero señalándola, asiento y me dice si puede hablar con ella, me acerco hacia ella y le comunicó y se acerca a la mesa del señor, los veo conversar y la noto sumamente nerviosa, se levantan y se van para oficina.

Me enfrasco en mi trabajo; 1 hora después sale el hombre solo de la oficina, me pide unos panecillos para llevar y sale de la cafetería a las afuera lo veo hablar por el teléfono móvil; dejo a cargo unos minutos a unas de las chicas y me voy para la oficina ya que kai no ha salido todavía

- ¿Kailam que pasa? ¿Qué quería ese hombre? - tiene su rostro apoyado en el escritorio –

- Ian... necesito volver a Londres

- ¿Qué pasa? – su expresión no lo logro descifrar –

- Hay cosas que tengo que arreglar en Londres Ian

- ¿Algo referente a tu madre? – esta pensativa-

- Si... tengo una casa allá... y no es nada malo

- Bueno y cuando te vas

- Mañana ... tu sabes que confió en ti, eres mi hermanito; quedas a cargo de la cafetería y la casa

- No te preocupes todo estará bien por acá – me abraza –

- Voy a arreglar las maletas

La veo irse toda apurada, me devuelvo para la cafetería a seguir con mi trabajo. En las horas de la tarde llega otra vez el hombre elegante, conversan un rato y kailam me dice que tiene que irse con él, se me hace extraño, pero aun así su rostro es tranquilo hasta alegre podría decir.

Las semanas pasan, yo diría meses y no tengo noticias de kailam; y para rematar la forma en que se fue tan apresurada, hay algo que no me cuadra, me decanto por hacerle una llamada telefónica. Compro un teléfono que pueda hacer llamadas internacionales y busco su número y le marcó a los 3 tonos me contesta

- ¿Hola? – me contesta extrañada -

- Hola kailam como estas

- Oh Ian amigo, bien y tú, cómo va todo – me reconoce la voz -

- Por acá bien, me tienes preocupado, ¿cuándo vuelves?

- Eso lo sé... haces falta por acá, bueno te llamo después, cuídate y te quiero mucho kailam

- Igual Ian, cuídate, te quiero

Sus palabras me dejan algo tranquilo, Kailam en todo este tiempo que hemos compartido se vuelto alguien importante en mi vida, es mi familia.

La cafetería va bien, me tocó contratar a un chico, Anderson es un chico bohemio amante de la música, tranquilo y buen trabajador que es lo importante.

Ando abrumado con la culminación de la universidad, la tesis y demás. En las afueras de la cafetería noto a alguien conocido, a mi padre

- ¿Qué haces aquí?

- Hijo veo que te fue bien... necesitamos de tu ayuda

- Ahora soy tu hijo... cuando me sacaron de la casa no lo era

- No seas resentido, si no hubiera hecho no estarías cumpliendo tu sueño de universitario - se esta burlando de mi - 

- Padre ... dejé de llamarlos porque sentí que cada vez que llamaba ustedes creían que era por que necesitaba algo

- Ahora necesitamos dinero ... y mucho

- ¿Para que lo necesitas?

- Me endeude Ian ... tu madre no debe saber esto – me advierte –

- No tengo dinero ...

- Por favor ... - me ruega - pide prestado

- ¿Quién va a pagar?

- Tu... no los debes somos tus padres

- Cuando más los necesite no estuvieron conmigo... te daré lo que tengo en estos momentos – sacó de mis bolsillos lo que tengo – tome 200 dólares

- Necesito más

- No hay más, lo siento – me mira con odio-

- Eres un mal hijo

- Gracias a ustedes lo soy

Se va malhumorado, no se como me encontraron; les debo respeto por ser mis padres, pero hasta ahí.

A la mañana siguiente llega un montón de papeles entre ellos uno que me llama particularmente la atención es un comunicado del gobierno sobre los impuestos a pagar de la cafetería; la fecha de verificación es hoy, bajó a la cafetería y me encuentro con unos funcionarios del estado

- Buenos días – captó su atención –

- Buenos días, estamos buscando a la señora Kailam sallow

- Es la propietaria de la cafetería, pero esta fuera el país y no creo que regrese por ahora

- Entendemos joven, pero necesitamos que se apersone de la situación

- ¿Es del pago de los impuestos?

- Si

- Los puedo pagar yo; estoy a cargo de la cafetería en su ausencia

- Joven no se puede... hay datos que tiene que darlos la propietaria en persona

- Entiendo y si ¿no logra llegar?

- Será sometida a sanciones legales, así que comuníquese con ella

- Lo haré

- Tiene mes para presentarse – entregan el documento -

Se van los funcionarios y me dejan un documento que requiere la presencia de kailam aquí en provo con mucha urgencia, en el momento que la cafetería esta más quieta le hago una llamada a los tres tonos contesta

- Hola Ian – su tono es animado-

- Kailam hola, como estas

- Bien y como están las cosas por allá

- Pues ayer vino un ente del estado y necesitan de tu presencia aquí, me dijeron que son asuntos legales de la cafetería, yo les dije que estabas fuera del país

- Hasta cuando hay plazo para estar allá

- Un mes como mucho kailam

- Antes que se cumpla el plazo estaré allá, te dejaron algo, un documento

- Si, te lo mando por correo para que lo veas, te espero kailam cuídate te quiero

- Te quiero Ian, cuídate

Ahora si me preocupa Kailam ella no esta e Londres por el tema de las propiedades que tiene allá, siento que es otro asunto, algo más grande y siento que me oculta algo.

Está por finalizar el mes  y no tengo noticias de kai, se acerca la fecha límite y nada, así que espero el fin de semana. Ya a estas alturas kailam necesita un abogado porque la cuestión se poniendo pesada.




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