El infiltrado ingles (enlazados3)

Once

Ian

Regresar a Londres solamente para recoger mis cosas y finiquitar la infiltración, me estaba generando mucha ansiedad, había pasado un fin de semana lleno de buenas vibras y ahora que estaba bajo la atmósfera londinense me sentía ansioso, así que decidí salir a caminar un poco, terminé en una pastelería, tanto era mi ansiedad que pedí un pastel grande con un litro de coca cola. Me encontraba en las afuera de la pastelería que daba hacia un parque, ese día estaba lleno de chicos, según escuche de un comensal, era una excursión de un colegio cerca; mi vista va directamente hacia una niña pelo rojizo, me enfoco más y para alivianar mi día, veo dos chicas con pelo rojizo, una niña y otra grande.

Ese momento sentía que debía saludar o simplemente sonreírle, pero no puedo en aras de la investigación que ese día emprendía, debía esperar otro momento, termino con todo lo pedí y vuelvo la vista hacia el parque y las veo como discutir, así que decido ponerme a prueba, las veo salir caminando hacia la autopista, más exactamente hacia un paradero de buses, así que me les acerco sin que me noten, es lo más cerca que he estado de ella, mejor abortó la misión y me devuelvo, recibo un mensaje de Adriano diciéndome que me espera.

Llegando veo a Adriano vestido casual, algo inusual en el

- ¿Te dieron el día libre Adriano? – se mira y me mira –

- Cállate, Ian ... simplemente viajamos a Florencia ... ya – lo invito a seguir –

- Estoy listo, cuando quieras salimos - me observa como buscando algo –

- ¿Dónde andabas?

- Salí para caminar un poco y termine en una pastelería – se sonríe –

- Bueno ... antes de salir quiero que veas esto – me muestra un mapa – desde aquí, hay dos vías hacia Florencia, una es más concurrida, la otra demora más; pero en términos de lo que planeamos, nos vamos por la más lejana, porque no hay muchas cámaras de seguridad

- Entiendo .... ¿Cuándo salimos? - se levanta y recoge el mapa que tenía –

- ¿Ya tienes todo listo? Si es así, vámonos, es mejor llegar en la madrugada, para no levantar sospechas

De camino me entrega un teléfono móvil nuevo, que esta intervenido por temas de seguridad, ya que me comento que Octavio esta quisquilloso con el tema; me sorprende que Adriano sea amigo de ellos, él es más serio y pragmático, diría que es perfeccionista, escasamente sonríe y lo más increíble ... es solitario. Cuando termine mi observación, para el carro y me queda mirando

- ¿Qué te gusto? – salto del asiento del copiloto –

- ¡Que! ... como se te ocurre, avanza Adriano – primera vez que lo veo sonreír y negar –

- ¿Cuál es miradera? Pregunta lo que quieras preguntar Ian

- No ... nada - vuelve a arrancar el carro y se sonríe - bueno ... no te encajo en el círculo de amigos Fabricio y Octavio

- Eso es simple Ian ... nos conocimos en la universidad y yo los sacaba de las idioteces que hacían, obvio yo era el mayor y les llevaba ventaja en temas concernientes a esta

- Aja ... hasta ahora eres el único sin pareja – llegamos a una gasolinera, paramos a comer algo –

- No soy el único, Franco no tiene, pero el nunca fue del grupo, era más el que andaba con todas las chicas de la universidad - me hace señas para que entre y nos ubicamos en una mesa alejada a los ventanales –

- A él se le nota, ese aire como de mujeriego; en fin, Adriano ¿no te gustan las chicas? – se sonríe, llega una chica a pedirnos el pedido y se coquetean -

- Obvio que me gustan las chicas, el punto es que no logro confiar en ellas, casi saliendo de universidad mi novia de la época me fue infiel, eso me marcó, de ahí en adelante en todas las relaciones que trate de tener; que ando con chicas de forma casual si, pero ya un compromiso ... No

- A ver si te entiendo ... te has quedado allá con esa chica que te engaño – le hago señas con las manos,  me queda mirando como buscando sentido a mis palabras –

- Si lo pones bajo ese razonamiento ... pues creo que tienes razón – llega la mesera con nuestro pedido –

- Sabes ... Julia me dijo unas palabras que me quedaron rondando en la cabeza "superar y avanzar" y ella tiene razón; por ejemplo, tu ... en todos los aspectos de tu vida has avanzado, menos en el aspecto amoroso, cuando te des cuenta del paso del tiempo ya será demasiado tarde

- Aja ... ¿y tú qué? 

- ¿Qué de qué? - le respondo mientras me como mi porción doble de papitas –

- Si estas tan versado en temas psicológicos y demás; cómo vas con el  tema amoroso 

- Aja ya tu sabes ... me gusta la amiga de Julia, pero ella no sabe que existo – se carcajea –

- La tienes difícil Ian ... ella viene de algo complejo ... te va a tocar remar contracorriente, pero ¿te gusta para el rato o para algo serio?

- Todo el mundo me insinua cosas, pero no dicen nada concreto ... en fin; en estos temas Adriano soy muy serio y sí quiero muchas cosas con ella, iré contra todo no hay afán,  ya llegará mi momento

- Así me gusta, decidido ... cuenta conmigo – se queda viendo mi plato casi vacío – terminemos rápido

- Puedo pedir una hamburguesa para el camino – me queda mirando admirado –

- Más .... Para donde se te va la comida Ian

- Para el cerebro amigo ... entonces – se sonríe y niega -

- Está bien, pídela

Termine pidiendo dos hamburguesas, que fueron a parar a mi estomago ya que Adriano come muy poco, según tiene que conservar una imagen. Llegamos a Florencia de madrugada, nos dirigimos al otro lado de la ciudad, a una casa de aspecto humilde; habían pensado en todo, descanse escasamente 4 horas, me tenía que presentar en la escuela a eso de las 10 de la mañana.

En esa esa casa deje a Ian town bien guardado y de ahí salía Harvey Beckett; intencionalmente llegue tarde a la escuela, son las 10.10 de la mañana ya estaban todos en un gran salón, en una esquina ubico a Alonzo y quien disertaba la reunión es el mismo Fabio Greco, nos hablaba de los programas que nos ofrecían, nos presentan a todos los profesores y colaboradores de la escuela. Tenía que hacerme notar de Alonzo que en este momento es mi objetivo, lanzó una pregunta sobre cómo podría aprender el idioma ya que escasamente lo entendía, ese momento capte su atención; ya que de esa forma Julia llegó a la escuela de joyería "orfebrería Damiani".     
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