Treinta y seis

Ian
 

Al fin había llegado a londres, después de retrasos en los vuelos, trancones y un aguacero torrencial lo había logrado, me voy directo para el hospital donde esta Kailam internada, al llegar veo a Octavio, Gael y Sofía en la sala de espera

- Buenas noches – captó la atención de ellos y Octavio viene a mi encuentro –

- Buenas noches, ¿Ian como te fue en el viaje?

- Uno que otro imprevisto, pero nada grave ¿Cómo esta Kai? ¿Por qué se adelantó el parto? – suspira –

- Ahora está bien, pero me llegue asustar Ian

- Me alegra Octavio y el bebé – me muestra una foto de un bebé regordete y rubio - felicitaciones esta hermoso ¿la puedo ver?

- Ya hoy no, ahora te vas con Sofia y Gael para la casa para que descanses – asiento –

Al llegar a casa me di un baño y prácticamente me comí todo lo que había en la cocina; Kailam tuvo que quedarse unos días en la clínica para que se recuperara, la logre ver a ella y al bebé una sola vez, me tocó quedarme en el rol de niñero

Habíamos planeado una bienvenida para Kailam y el bebé, con Sofia compramos globos, serpentinas e hicimos una torta; en las horas de la tarde llegó la comitiva Octavio, Kailam y Javier a la casa, emocionados por encontrar una celebración pequeña en su honor 

En medio de las fotos siento que mi teléfono no deja de sonar, lo tomo y me encuentro con muchas llamadas perdidas de Adriano, me tenso al verlas, siento la mano de Octavio en mi hombro preguntándome ¿Qué pasó?, le señalo el teléfono y me lleva hasta el despacho, me dice que coloque el teléfono en altavoz, así hago, al primer tono Adriano me contesta

- ¿Ian? ... hasta que me contestas – me tensó y miró a Octavio que está al frente mío –

- ¿Qué pasó Adriano? - se escucha como si estuviera en una clínica, Octavio me hace señas y escribe en un papel "esta en un hospital" y se señala el oído –

- Ian ... entraron a la oficina y estaban manipulando tu computadora, en un lapsus donde Alice fue a la cafetería y Mary fue a llevar unos papeles a la dirección general – se queda callado y volteo a mirar a Octavio –

- Qué más pasó ...

- Alice ... se dio cuenta y forcejeo con la chica que estaba dentro de la oficina, recibió un golpe en la frente... nada grave

- Háblame claro, Adriano ¿nada grave y estás en un hospital? – siento que bufa –

- Si no es grave, solamente debido al impulso al cerrar la puerta, cayó al piso no sin antes golpear con el escritorio de Mary ... ya todo esta cubierto, están analizando las cámaras para ver que paso y porque esa chica se encontraba en tu oficina

- Confírmame algo ... ¿Alice esta bien?

- Si, solamente se hizo un pequeño corte en la frente y por precaución la trajimos a la clínica, ya vamos saliendo para su casa

- Está bien mañana estaré en Milán solucionando eso ... gracias, Adriano

- Tranquilo Ian tu sabes que cuentas conmigo

Tome el teléfono y rápidamente marque el teléfono de Alice, automáticamente me contestó, me recrimine por no estar ahí, ella simplemente me dejo claro que se encontraba bien y que mi lugar es estar con mi hermana

Colgué molesto el teléfono, esa noche me encargué de encontrar todas las pruebas que necesitaba para desenmascarar a Franco, había audios donde planeaba con sus asistentes como sabotear mi trabajo, como manipular los computadores y la más indignante fue ver como las convencía, si la señora Lia supiera cómo son utilizadas las instalaciones como burdel de mala muerte, claro las chicas accedían a todo lo que él quisiera por un rato de sexo sin compromiso

Con la ayuda de Octavio recabe toda la información y todas las pruebas las consigne en dos pendrives encriptado, uno lo se lo entregaría a Fabricio y el otro lo conservaría. Casi amaneciendo entra en el despacho Gael con varias demandas redactadas

- Te dije que tenias que blindarte de forma legal, todo esto nos da para tener varias demandas; injuria y calumnia, abuso de confianza, daños y perjuicios y falsedad en documento privado

- Gael yo hago parte del conglomerado, tengo unas acciones ¿les afectaría? – asiente –

- Claro que si ... ser demandado por alguien de la misma empresa, deja en entredicho la honorabilidad y credibilidad de la empresa, perderían millones de euros por tal razón

- Véndeme las acciones Ian – Octavio nos interrumpe y quedamos un poco fuera de lugar – yo creo que las motivaciones de Franco van más allá de que tu estés interesado en Alice, que al ver los videos esa afirmación es desechada, mas bien eso va más allá, va hacia tu persona, tus habilidades y de cómo has entrado en esa familia y el aprecio que te tienen – frunzo el ceño –

- ¿Me estás diciendo que franco esta celoso de mí?

- Lo has dicho mejor que yo – camino por el despacho y no encuentro el motivo del "celo" –

- El tiene todo no se porque me va a sentir celos hacia mi – Octavio se levanta de su silla y viene a mi encuentro y me toma por los hombros –

- Eres brillante, inteligente, audaz, responsable, agradecido ... dime ¿tiene motivos o no los tiene? – me tomo la cabeza –

- No se Octavio

- Los tiene y más cuando él ha sido un mantenido de mamá, todo lo ha tenido a pedir de boca, aparte de eso se ha forjado una personalidad a través de los años nada agradable y para rematar es un asco de hombre

Octavio en parte tiene razón, pero no lo veo capaz de tanto, Gael hace efectiva la compra de las acciones, que en cuestión de horas pasen hacer parte de la empresa de Octavio Almoraz, con el apartamento tambien hago lo mismo, una cesión hacia su dueño original, en las horas de la mañana no tenía ningún lazo con el conglomerado Damiani.

El vuelo hacia Milán lo sentí corto, había perdido el apetito y el sueño, me fui directo al apartamento y empecé a empacar mis cosas, pedí comida china con gaseosa y me quedé todo el día haciendo eso, en las horas de la tarde me encamine hacia la casa de los Ferrara.