El Inicio Del Fin

CAPITULO 2

Cuando los guardias lo vieron Jeremy supo que no tenia mucho tiempo, tomo todas las menas que pudo las guardo en su saco y echó a correr.
Salió del campamento en medio del bosque y se adentró en la espesura del bosque.  Aunque lo superaban 3 a 1, Jeremy contaba con que era mas rápido, y de hecho lo era. Era casi imposible que lo alcanzasen, sus botas por mas desgastadas que parecieran por fuera, lo cual se debía a que nunca las lavaba, le daban un impulso tremendo al correr, no eran cualquier calzado. Eran unos botines negros, hechos especialmente a su medida, mas específicamente hechos exactamente para la silueta de su pie. Antes de que todo esto empezara Jeremy era muy exigente con su calzado, tanto que se mando a hacer unos 25 pares hechos para la comodidad de sus pies. Nadie mas podía usarlos además de el, y no solo por el hecho de que no se los dejaba tocar a nadie, solo sus pies cabían en esos zapatos. Se sentía tan libre corriendo, era una afición que había perfeccionado durante toda su vida. Nunca pensó que le fuera tan practica en estos últimos años. Todo había cambiado, nada era como el antes lo conocía, cuando todo comenzó con el enorme terremoto, uno que se sintió a escala mundial y supo por las noticias que se había tragado una ciudad entera. Nada fue lo mismo desde entonces, ni siquiera sabía porque estaba pensando eso, le venia a la mente de vez en cuando.

Pero todos esos recuerdos fueron apartados de el cuando un brazo extremadamente duro lo detuvo al estrellarse contra su pecho por delante de el.

—Jamás creí que este plan funcionara, al parecer tienes una obsesión con las menas, Dime ¿en serio creíste que ibas a escapar de nuevo? ¿Crees que somos tan idiotas?

— Bueno, me dejaron escapar las ultimas 17 veces según recuerdo –respondió Jeremy mientras se levantaba.

-Te diré lo que harás ahora, pondrás las menas en el suelo, te quitaras esa ridícula espada que traes en la espalda y te entregaras, claro si no quieres que te llevemos por pedazos.

Jeremy observaba a su contrincante con desprecio, aún era un humano, de eso estaba seguro, aunque no lo era en su totalidad. Jeremy lo veía con un odio difícil de explicar, ante sus ojos estaba un ser sin honor que traiciona a los suyos a cambio de salvar su pellejo. Había cientos de ellos, personas que con el fin de salvar su vida, se alían a ellos voluntariamente y dan caza a las personas que aun quedaban vivas.

—¿Y bien?–dijo el hombre–vendrás conmigo de todas formas, ya sea entero o desmembrado.

Jeremy se percató de que los guardias estaban cerca a el, lo habían alcanzado.

—Señor Argus, lo siento fue demasiado rápido–dijo uno de ellos .

—Bien –dijo Argus– pueden enmendar ese error ahora mismo, mátenlo.

Jeremy dedujo entonces que Argus no pelearía, por el momento. Solo debía preocuparse por aquellos 3. Mientras se abalanzaban sobre el al mismo tiempo, Jeremy desenvaino su espada en una fracción de segundo, aguantando el golpe de las lanzas de los 3 sujetos. Inmediatamente después Jeremy tiro su espada hacia arriba y giro su cuerpo hacia el costado, dio un puntapié a uno de los guardias, ese cayó al piso por el desequilibrio. Los otros dos voltearon instantáneamente, pero Jeremy había sido mas rápido y ya se encontraba parado por detrás de ellos con la espada que segundos antes había lanzado al aire y ahora reposaba sobre su mano derecha. Con un rápido movimiento de sus brazos perforo el estómago del guardia de la derecha y deslizo su espada en forma horizontal, el guardia de la izquierda trato de atacarlo con la lanza, pero Jeremy se apartó a tiempo dando un salto hacia atrás, quitando en el acto la espada del guardia perforado. En el momento en que la espada salió de su estomago, sus órganos comenzaron a caer casi simultáneamente y la sangre no le paraba de salir. Los otros dos guardias que veían horrorizados la escena arremetieron contra Jeremy. El ya los estaba esperando, ahora con dos seria mas fácil esquivar y contrarrestar sus golpes. Jeremy estuvo unos minutos saltando esquivando y evitando golpes con su espada, hasta que en un rápido movimiento dio un giro y con un ímpetu de fuerza golpeo el cuello del guardia con la hoja de su espada. No paso mas de un segundo para que la cabeza ya estuviera en el suelo separada de su cuerpo en su totalidad. El cuerpo se desplomó en el suelo realizando movimientos al azar, tal y como lo haría un cuerpo que no tiene cabeza. Jeremy no se andaba con rodeos, sabía que en ese mundo o matabas o te mataban así de simple, y Jeremy había entendido eso con el pasar de los años. Se había hecho un hombre fuerte y con habilidades de supervivencia, capaz de protegerse por sí mismo.

Solo le quedaba un guardia por exterminar, podía percibir claramente el miedo en sus ojos. Jeremy se acercó corriendo llevando la espada apuntando hacia el suelo y sujetándola con las dos manos, dispuesto a acabar con su miserable vida. Sin embargo un golpe lo freno en seco, y lo obligó a retroceder. Era el cuerpo sin vida de uno de los guardias, Argus lo había lanzado, pero ya no podía verlo. ¿Sería que? Jeremy se dio cuenta muy tarde, cuando quiso mirar hacia arriba el enorme cuerpo de Argus cayo sobre él aplastándole la espalda con las piernas, lo tomo por la cabeza con una de sus manos




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