CAPÍTULO 14 : ORÍGENES III

Ver toda tu vida en cuadros en tan solo unos segundos, desde tu infancia hasta tu muerte. Una sensación que dicen experimentar solo quienes están a punto de morir. Mario no era la excepción.

Vió su infancia, el abandono de sus padres, los golpes de sus profesores,el día en que se internó en el ejército, las burlas y abusos de sus compañeros, la muerte de sus padres adoptivos, el día en que la conoció a ella, el día de su matrimonio, el día en que juró amarla y protegerla por siempre. Y por encima de todo eso el día en que se enteró que sería Padre. Una sensación de felicidad indescriptible.

Muy pocos hombres anhelan ser padres, y Mario era uno de ellos. El había jurado que a su hijo jamás le faltaría nada, que no sufriría como él, que lo amaría con toda sus fuerzas.

Aunque Mario tenía una leve sospecha desde hace unos meses, jamás se hubiese imaginado estar en esta situación. 

Aún podía recordarlo. Tan solo unos tres meses atrás en la ciudad de Perú, un fuerte terremoto de magnitudes extremas desapareció la ciudad de Lima. Todo ocurrió solo en una noche. La ciudad entera desapareció por completo. Fué un fenómeno mundial. El terremoto pudo sentirse en absolutamente todo el mundo, obviamente no cómo en su epicentro.

Las autoridades de los países de  EE.UU, Rusia, Japón, Alemania y China se pronunciaron inmediatamente. Explicaron que se trataba de un fenómeno natural en su totalidad. Según ellos un movimiento de desalineación en las placas tectónicas originó el terremoto mas grande que jamás haya sucedido. Solo dos días después del incidente los restos de la ciudad fuéron cercados por las autoridades internacionales. Las personas aledañas a Lima fueron trasladadas a las provincias mas adentradas en el país. La ONU mandó miles de soldados a custodiar el perímetro de la ciudad, ahora inexistente, con el objetivo de “mantener seguros a los sobrevivientes".

Todo resultaba muy creíble, hasta que comenzaron a circular rumores sobre consecuentes asesinatos de los ya mencionados soldados, debido a la repentina desaparición de miles de ellos. Estos rumores fueron  extendiéndose hasta el punto en que la ONU tuvo que pronunciarse al respecto. Explicó que el área era algo inestable y peligrosa por lo que estaban retirando a los soldados para reemplazarlos con personal mas experimentado en el área.

Ahora todo tenía sentido, al menos para Mario. “El gran terremoto”, contrario a lo que las autoridades explicaron, no fué un desastre natural fué un fenómeno provocado. Y no evitaron el acceso a Lima por protección a los habitantes, si no para evitar la salida de aquellas cosas que estaban ahí ahora, asesinando personas por la calle.

Ahora todo había acabado para él, no podría siquiera ver a su hijo. Pero al menos debía asegurarse de que éste naciera.

Volvió a la realidad y seguía ahí, siendo estrangulado por una criatura espantosa que momentos antes había atravesado su estómago solamente haciendo uso de su mano.

Vió como su mano ensangrentada se posaba ahora sobre sus ojos. Dedució que iba a arrancárselos. Los cerró y esperó resignado su triste final, llorando por no poder proteger a los que amaba.

De pronto la mano lo soltó.

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—¿A dónde vas?

—Voy a ayudarlo, quédate aquí—comtestó Jeremy tratando de calmarla.

Se quedó viéndola durante un momento, era tan bella, para él la mas hermosa que existía. Tenía miedo, miedo de perderla a ella y a su hijo que pronto nacería, miedo de no ser lo suficientemente fuerte para poder protegerlos. Una parte de él le decía que huyera, pero la otra, la más adentrada a su lado humano, le exigía ayudarlo.

Un retumbo en el suelo robó su mirada. La criatura había derribado al hombre y lo tenía sujetado por el cuello. Miró una vez más a Gina y salió corriendo hacia el enfrentamiento que se desencadenaba frente a él.

Vió sangre manando del estómago del soldado, se dió prisa y antes de que la criatura le diése el golpe final se abalanzó sobre su rugosa espalda y se cerró en una llave con la que rodeaba su cuello con ambos brazos, uno en forma vertical y el otro horizontal. Puso toda su fuerza en aquella llave. Con ello logró que soltara al soldado. Lamentablemente él no tendría la misma suerte.

Mientras Jeremy aún seguía montado en su espalda la criatura retrocedió con mucha rapidez y fuerza hasta estrellar su espalda contra uno de los muros de la habitación vigía que estaba ahí

Jeremy sintió como si su espalda se quebrase. Adolorido soltó a la criatura, ésta lo tomó por el cuello y lo levantó con mucha facilidad.

Pensó que lo asesinaría pero repentinamente lo soltó, al caer al suelo Jeremy vió como el soldado la cargaba por encima de sus hombros. Lo sujetaba por el cuello y una de sus piernas con fuerza.
A pesar de los golpes que la criatura le daba, Mario no la soltó. Empezó a caminar dirigiéndose al extremo de la azotea.