Todo humano desarmado
termina en pedazo de un fragmentado
buscando brillo al pleno mundo desangrado
en manos de un camino sin daño.
Albedrío tan manchado
de sufrimiento estancado
que recuerdo sembrado más preciado
de un malherido entre borde descosido.
Perspicaz hueco de añico tan oscuro que
por pacto destino deja un mundo vacío
en camino apagado por pequeño paso al encajado.