El instante de tinta y sangre

Instante de sangre

Arreglarse de raíces

dejando atrás los mundos grises

de tinieblas infames

y tantas tempestades de posibilidades.

Las personas somos instantes

llenas de aguantes tan preocupantes

por tantos quebrantes que son los causantes.

Duele en el instante como un corte de sangre que cuando duele no lo hace para romperte porque el dolor no comprende sólo se esconde en el tatuaje como un golpe inminente que te hace inmune a lo hiriente.

Cuando un humano está roto junta cada pedazo que lo mantenía completo dejando el cuerpo lleno de vacío tan cercano al precipicio. El humano lleno de daño se aferró a cada pedazo, a cada hilo roto por el pasado dónde en lo profundo del daño hay un trasfondo ocultado en cada vidrio cortado porque cada momento está marcado en el hueco que le habían dejado, en el veneno que lo había contaminado.

La cadena sólo arrastra lo que tanto pesa en el alma, esa herida que lastima, esa marca que no cicatriza, esa grieta que quema y perfora la piel. Coser la herida que no tendría por qué sangrar tan sólo usamos cadenas para no volver a quebrarnos.

Marca que nunca dejaba de quemar,

vena que no dejaba de sangrar,

no hay piel capaz de cicatrizar.

-Cuando te tatué sentí tu dolor...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.