No todas las espinan lastiman,
no todas las rosas marchitan.
Cuando algo se rompe se encuentra la manera de arreglarlo porque lo roto tiene arreglo tan sólo soltando aquello que te hacía daño, del corazón arrancártelo, algo para repararlo, tan siquiera un envoltorio externo cubriéndolo porque, aunque hayan herido un corazón roto hay que juntar los pedazos en uno solo y cuando me perdono me desato de aquello que me hacía daño porque, aunque el pasado la haya torturado ahora ninguno puede hacerle daño.
- ¿Nos quedamos atados a nuestros nudos o afrontamos nuestros miedos?
No importaba lo oscuras que fueran las pesadillas porque a pesar de las palabras llenas de espinas puedo convertir mis heridas en mis mayores fortalezas, porque sólo nosotros podremos sanar nuestras heridas, así como sólo nosotros pudimos sufrirlas, sólo nosotros sabemos dónde van los pedazos, por eso es necesario vaciarnos de todo lo sufrido para poder unir los pedazos.