En medio de la penumbra y entre una inmensa lluvia apareció una solitaria estrella tan brillante y resplandeciente. Se sentía sola allá arriba y un día bajo a la tierra haciendo que su alma se derramara en una persona.
La chica paso por cada ola que le mandaba la marea y aunque la cadena la protegía, al mismo tiempo la consumía, un día casi moría y la ola cercana la lanzo a la orilla dónde se encontraba la choza tan antigua y silenciosa del chico que le dedicaba cada poema a un alma tan hermosa, del que escribía cada palabra romántica que guardaba por si algún día ella la encontraba.
Esa noche la chica entró al pequeño cuarto que era tan oscuro y tenebroso, sobre la mesa se encontraba una jaula cubierta por una cadena, la chica se dio cuenta que era la misma que ella cargaba, así que la cadena que la unía también la mantenía con vida y ahora estaba completa haciendo que la barrera se rompiera y saliera de la jaula una rosa dónde en cada espina se escondía un poema que había sido hecho para ella.
- ¿Por qué la cuerda es tan floja?- pregunto el chico detrás de ella.
-La cuerda se estira y aunque muchos intenten cortarla nunca debes soltarla porque es la que te mantendrá atada a la persona adecuada.
Moraleja: la cadena llevaba cada alma arrastrada y sólo la misma cadena uniría a la persona.