Luz...
Cámara...
Acción...
Kennedy
¿Qué será lo que me une a Jenny?
Mis pensamientos no han dejado de inundarse a esa chica desconocida. Por más que quiera ocupar mi mente en otra cosa, no lo logro, siguen palpables a las escenas que he comenzado a ver.
Por alguna razón mi mente no abandona los sueños que tengo de ella ahora, fue alguien del internado sin duda, creo que puede poseer el mismo don que tengo yo. Puede ser, esa sea la razón por la que intenta darme pistas, pero aún así, siguen siendo inconclusa para mi. Aún no sé si ella posea las visiones o sueños, nunca logré hablarle o que me vea, soy como un fantasma que ronda al estar ahí.
No creo que sea posible estar ahí, además de que no es certera la posibilidad de que ella tenga mi don. Sólo mencionó a muertos y hablar con ellos, yo no podría hacer eso, ¿O puede que si? No, claramente para lograr eso tendría que verlos, yo sólo los sueño y tengo visiones, esa posibilidad es muy poco probable.
Entonces... ¿por qué razón desea darme pistas?
No comprendo aún del todo, pero debo investigar si necesito saber que sucede.
Dejé el marco de la fotografía en el buró de la cama, observé a Mollly concentrada en sus dibujos. Me acerqué un poco y vi con claridad como dibujaba el rostro de una niña. Lucía adorable, pero su expresión por alguna razón estaba perdida a la nada. Bajó el lápiz al rostro de la niña, dibujo sierras marcas extrañas que se vieron como moratones.
¿Por qué dibuja algo como eso..?
La imagen de la niña que estuvo colgada y ensangrentada, llegó a mi mente.
Ése, era su rostro...
Vi como los ojos de Molly estaban oscureciendo de una manera un tanto rara, he visto esa parte de ella cuando dibuja. Pero, nunca creí que los dibujos con rostros o personas eran realmente seres vivos.
No lo entiendo, siento que en gran parte es imposible. Bueno, puede que como hermanas ella podría tener esa posibilidad.
Pero, ¿Y si no es así? ¿Que tal si este pensamiento no es correcto y lo que sucede es sólo una coincidencia?
No lo se, lo que so sé es que no puedo permitir que Molly sufra. Puede ser una posibilidad, más no una confirmación. Ella, no puede sufrir esa maldición que entrelaza la muerte y el como poder vivirla.
Llevé mi mano a su lápiz para que se detuviera. Alzó su vista a mi mostrando confusión y en sus pupilas frialdad.
Un aire frio atravesó mi espina dorsal, sentí con claridad como si no estuviéramos solas. No se que era, pero casi podía afirmar una presencia en nuestra habitación.
—Molly, ¿Qué te parece si salimos por algo de comer?—Sugerí, no me gustó para nada como se veían sus ojos hace un momento.
Negó.
—Preferiría quedarme y seguir dibujando,—Alzó su dibujo—Pero si quieres puedes ir, yo me quedaría aquí.
¿Dejar sola a mi hermana mientras dementes que me envían notas saben que estamos aquí?
No, no sería una opción, ni siquiera se quién es la persona que está provocando esto, pero a la vez debo encontrar las respuestas y si salgo, podría encontrar el lugar que necesito.
Sé que Jenny fue parte de ese lugar seguramente hay información de ella aquí, la foto de ella con la chica de la visión, eso me indica que probablemente también visitó este lado del pueblo. Pero, sé que por más que lo necesite no podría correr el riesgo de dejarla sola. Confío en Molly si lo dejo aquí sola, sabe acatar órdenes. Pero, no puedo estar certera de que estará bien, por esos dementes que están al asecho. No podría dejarla sola, no me perdonaría que algo le sucediera.
Antes que cualquier cosa, esta ella.
—No, pidamos mejor servicio a la habitación.—Comenté con una media sonrisa.
Note como sus ojos me analizaron por un segundo, como si notara la preocupación que sentía con dejarla en este cuarto sola. Me conocía, y en este momento es lo que menos deseo, no deseo ocultarle las cosas. Pero en este momento es la mejor opción, se va a preocupar y sé que no podría resistir.
—¿Por qué no deseas salir, ahora? ¿Crees que no puedo quedarme aquí sola sin salir?—Suspiró con pesadez—Hermana, estaré bien, pediré servicio al cuarto y dormiré temprano.—me sonrió con sus ojos brillando.
Asentí.
—Es que somos nuevas en este lugar, en casa todo era diferente,—Sostuve su mano—no quiero que algo te suceda,—Aparte el cabello que cubría parte de su rostro—eres lo único que tengo.
Río y negó.
—Pero no te preocupes tanto, yo estaré bien. Además,—Detuvo mi mano que acariciaba su rostro—nuestros padres están con nosotras, puede que ocupados pero lo están.—Sonrió con extrema alegría e ingenuidad.
Mentira, ha ninguno de los dos les importamos. Pero... eso no importa, lo que interesa ahora es que ella esté a salvo. Y viva con esa falsa ilusión para que su realidad y niñez sea diferente a la mía.
—Si, tienes razón, estarás muy bien—Le regalé una débil sonrisa.—Pero, es que aún no me siento del todo confiada en dejarte sola.—me moriría con ella sin pensarlo.
—Te entiendo, pero confía en que no me saldré, y si en dado caso ocurriera algo, llamaré a la recepción.—Ella, quería permitirme salir y que viera que puede demostrarme que puede estar bien sola.—así que ve.
Di una afirmación con mi mirada.
Tendría que confiar por una vez, no puedo dejar de procurar su bienestar, por eso necesito investigar y saber que es lo que está sucediendo. No tardaré mucho, temo tanto dejarla, es difícil tener que ocultar este secreto. Pero, es lo mejor que puede hacer si deseo que este bien.