El internado, La colmena

Capítulo 8. Día Libre


 








 

El dolor de cuerpo me impedia saltar a apagar mi celular, sin embargo, me molestaba el terrible pitido que hacía, estiré mi mano y logré descartar el despertador.

Con los ojos pegados aún, me senté en la cama, intenta recordar ¿Cómo llegué aquí? ¿Dónde estoy? ¿Qué día es? ¿Qué ocurrió anoche?

Mientras mi cerebro se iba despabilando, los recuerdos venían a mi mete. Y un golpe de realidad me sacude cuando veo que Yara está sentada en mi cama observándome con curiosidad.

¡Dios! Es temprano, me acabo de levantar, literalmente, todo mi cuerpo se acaba de levantar, traigo con rapidez la almohada a mi regazo y tragando fuerte me recuesto contra la pared.

—Yara...— Saludo tratando fuerte cuando recuerdo exactamente que pasó.

Busco rápidamente a Iracema y no la encuentro por ningún lado, sin embargo Yara sigue observándome fijamente.

—¿Sabes dónde está Iracema?

—¿Acaso importa?—pregunta y la desconozco, es como otra chica, no es la misma niña tímida, o al menos no siento en el aire esa esencia. Su cabello está más ondulado, y se ve muy bien. A decir verdad, se ve demasiado bien así de segura, fuerte.

Quisiera decir que no, no importa, que da igual y echarle plática a ella, pero me mentiría, la verdad es que si me interesa saber.

—Sólo dime ¿Está bien?

—Sí —Respondo y sigue mirandome, yo aprieto con más fuerza la almohada contra mi. —Katú tuvo que llevarala, o sea, te dejaron aquí y él se la llevó, tenia una herida en la frente, se abrió la piel con una piedra, pero está bien.

—Oh! Y... ¿Qué me dices de anoche? ¿Recuerdas algo?—pregunto entrecerrando los ojos.

—¿Tú no?—niego ni bien acabó su pregunta—. Los espíritus nos regalaron sus dones —Dice feliz.

—¿Dones?

Ella estira mi mano y me la gira para mostrarme que en mi dedo pulgar, tengo tatuado un árbol, una colmena y un cigarro. Todo esto diminutamente preciso en un círculo.

—Te dieron el don de los bosques, el espíritu que te tomó, te dió de regalo la fertilidad del suelo, la riqueza de los árboles y ti colmó de dones ostentoso para toda vida.

—Ya, ya veo—Yara se acerca más y por alguna razón me siento incómodo—¿Y qué te dieron a ti?

—Pues...—Dice ella mostrándome su símbolo, es un corazón, y unas plumas—El poder de enamorar y persuadir a la gente.

—¡Ufff! Creo que te estafaron—dije con rapidez, ella me mira extrañada —. Tú ya enamorabas a todos.

—¿En serio?—pregunta acercandose más y, ahora no me molestabtanto—¿así que, tengo ese poder desde antes?

—Bueno, Yara, para ser honesto, sí, sí, no creo que haya un sólo chico, o chica,  que no se haya fijado en ti, tu eres... hermosa, realmente hermosa.

—Hay algo, que te quiere confesar —dice riendo—Siempre me gustaste... y bueno, yo creí que yo no te interesaba... porque nunca me dijiste nada, saliste con muchas chicas y... pues, pensé que no estaba en tu lista, hasta que ayer, sentí cómo me mirabas, y lo que me dijiste... antes  de ir a bañarte, yo la verdad, quedé extasiada... por ti.

¡Esto no me puede estar pasando ahora! Es en serio? ¡Maldita mierdaaaa! Ella me está diciendo que siempre le gusté justo cuando no podemos hacer nada. ¡Esto debe ser una maldita broma!

—Yara... wow, esto en verdad me halaga, pero... tu sabes las reglas del colegio...

—Lo sé, prohíbe los noviazgos dentro del Panal... pero no fuera...

—¿Cómo?—Pregunto entusiasta  ¡No puede ser! La chica linda me está pidiendo tener algo. ¡Ay Dios mío, me has escuchado las plegarias!

—Bueno, claro, si tú no tienes nada con Iracema.

—¡Jamás de los jamases!—, Digo sonriendo  lleno de felicidad

—Bien, señor Luriel, podemos aguantar 3 años, hay 9 viajes en total y 18 días al año para encontrarnos a fuera y vivir una aventura.

—Me encantan las aventuras...—Digo casi babeando de la emoción.

Ella vuelve a ver mi tatuaje, luego a mi, sus ojos brillan y una sonrisa pícara adorna su hermoso rostro. Finalmente se levanta, me da un beso rápido en la mejilla y se retira de la habitación.

¡Genial! Esto está de Lujo Luriel, ahora... ¿Cómo vas a soportar el resto de los días que la tienes que ver y actuar normal? Eso si va a ser un problema.

La puerta de mi habitación se volvió a abrir y esta vez veo a Cenit junto con la directora ¡carajo! ¿Así de rápido se enteraron de ni trampa Legal y me va a expulsar?

—Luriel...—dice la rectora, y yo sigo apretando la almohada contra mi muslo—Necesitamos hacerte una revisión, e interrogarte a ti y tus amigos por lo de anoche.

—¿Iracema está bien?

—Herida—responde Elsa —Pero bien, sim embargo, hay cosas en su relato que preciso nos confirmen... porque de ser así, ustedes 4 y yo, vamos a tener un día libre de colegio e iremos de paseo por el bosque.

¿QUÉ? No lo comprendo ¿Qué podría estar mal? No era justo esto lo que debía pasar.

Miro de nuevo mi tatuaje, el cuál me arde, y siento ese mismo escozor. Pero en toda la espalda, debe ser por la caída de anoche ¿habré rodado tal vez?

—Señor Luriel—Repite Elsa. ¡Vamos!

—Le podría pedir 5 minutos? Debo cepillarse e ir al baño. Por favor.

Ella pone los ojos en blanco, pero termina afirmando, sale de la habitación y cierra la puerta con fuerza, ahora me pregunto ¿Qué cosas son las que deben corroborar? 
 




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