La sala parecía un observatorio astronómico, ¿Qué digo? Esto era un observatorio.
Orkias estaba tomándose algo en una taza la cuál se veía humeante, no fue hasta que nos adentramos a la sala que me percaté del frío horrible que hacía aquí.
—¿Voy ganando?—Pregunta cuando le da un sorbo a su bebida.
—No puedo creerlo—Elsa va hasta Orkias y le quita la taza para beberlo de un tirón—. MALDITAMENTE, tienes razón, al parecer estamos ante un posible Cario... y no puedo creer que sea el hijo de Mortel. No sé que odio más, tener que presenciar el resurgimiento de los soldados, que tengas razón o que sea el hijo del idiota.
—Mmm, claro Elsa... claro. En fin niño, a mi si me alegra saber que voy a entrenar a un Cario, es más, todos mis años de estudios fueron solo por ti.
—De nuevo me siento perdido...—confieso—. Salgo de una habitación a otra, me quitan el día libre, y me dan información como si fuese que yo debería saber absolutamente todo lo previo... les recuerdo, que no. —Sonrío irónicamente y cruzo los brazos.
Orkias ríe, le quieta a Elsa su taza y va hasta una maquina de café, le agrega una capsula, mientras comienza a hablarme.
—Veras, querido... Luriel—la maquina comienza a hacer Ruido, mientras Elsa se sienta sobre una mesa, cruza sus piernas y mira un reloj de bolsillo que tiene en el traje, una mecha cae sobre su terzo rostro, y eso parece tener boquiabierto a mi interlocutor. Que recién comienza a hablar cuando Elsa se acomoda el cabello—. Hay muchas cosas, que debería contarte... comenzando con que, tienes suerte.
—Defina la palabra suerte, como yo lo veo parece más una maldición ser marcado que otra cosa.
—Muy por el contrario...—Orkias recoge su café, pero en vez de tomárselo se lo pasa a Elsa, quién parece muy feliz por el detalle—. Es el triple de emocionante saber que luego de casi 200 años tenemos a un Cario entre nosotros. Lo que significa, que la chica es La guerrera...
Elsa ahora parece preocupada, pero en sus ojos se formaron como una capa de ilusión, tirando a la felicidad.
—Iracema es La gran guerrera, ¿Estás seguro?—la mujer da un sorbo a su espumante café.
—Sí es es un cario, no hay duda alguna... —levanto una ceja mientras continúo con los brazos cruzados—. Perdón niño, es la costumbre... lo que te decía, en nuestra sociedad, tenemos muchas jerarquías, muchas funciones.
>>Imagina de la siguiente manera, en esta colonia, tenemos a los miembros que nos sostienen alnte el mundo, ellos en su mayoría usaran sus poderes para obtener riquezas, y mantener la imagen de la Colmena en alto.
>>Unos pocos quedarán aquí, a seguir aprendiendo y enseñando a futuras generaciones... cumpliendo uno de los papeles más difíciles, pero mejor pagados, según yo.
>>Y otros, irán al bosque de los espíritus a cuidar a los 7, su fauna, su flora y a seguir aprendiendo sobre los Tupí y su magia. Luego podrán ir de nuevo al mundo.
>>Ahora, Luriel, imagina, esto en perfecta armonía, un ciclo que sólo parece repetirse, como una máquina perfecta... sin embargo, sabemos que eso no existe.
>>Como sociedad tenemos enemigos, de por sí, nuestro propio enemigo es la selectividad de nuestra sociedad. Y a eso, súmale que hay alguna que otra orden buscando nuestras cabezas.
—¿Nos cazan por poder?
Elsa escupió el café cuando pregunté eso, y ahí de nuevo burlándose de mi, siento que la mujer me denigra en demasía, pero por alguna razón eso me preocupa antes de ofenderme.
—No creo que sea un Cario —Habla ella saltando de la mesa, y con tan solo sacudir la mano, una pequeña brisa salió de ella, secando su ropa, haciendo desaparecer el café del suelo.
—Elsaaaa—Orkias habla casi amenazando, y yo seguía estupefacto.
—Continúa Orkias, el chico de nuevo tiene esa mirada de borrego confundido. —dice apuntandome.
—Luriel, tienes razón, pero no tan obvia, nuestros enemigos nos odian es verdad, por nuestro gran poder... pero la razón número 1, es que quieren nuestro trato con los Tupí y los 7 espíritus.
—¿Y pueden quitarnoslo?
—Claro—responde y me asusta saberlo—. Si ellos consiguen que nuestro trato con los 7 espíritus se quiebra, ellos nos los pueden quitar.
>>Han intentado de todo, pero como no conocen el camino al bosque, no pueden concretar el ritual... varios de los nuestros ya han muerto...y habló de gente poderosa, no de novatos, nuestro enemigo tiene alguna estrategia, insisto que algún infiltrado, pero los miembros del gran Clan consideran que estoy paranoico —Mira a Elsa acusadoramente mientras la mujer niega con energía.
—Asi qué, somos cazados, y... aún no entiendo el entusiasmo, perdón por no ser el chico listo que esperaban, pero les juro que soy el más aplicado.
—No te excuses—dice Elsa con ímpetu —Nadie tiene forma de saber esto, te estás enterando de algo súper confidencial.
—Es como dice Elsa... pero ahora, a lo nuestro.
>>Los Tupí prometieron a la Colmena un guerrero y una guerrera que con su sabiduría y fuerza defenderá a los miembros cuando todo se ponga oscuro...y creo que no hay época más oscura que esta, hemos perdido casi 40 miembros en campo... así que evidente... es ahora.
—Pero ¿y qué pasa con eso de princesas y marcados?
—ohh, querido—Elsa vuelve a burlarse—Esa lección la tendrás mañana en clases... por ahora, conformate con saber que probablemente, toda la colmena y las futuras generaciones dependen de ti y de Iracema.
—,¿Y debo cuidarla o algo?
La risa de Elsa estalló en la sala, Orkias solo miraba divertido.
—No te haces ni idea...—Responde Orkias—. De lo que la guerrera es capaz de hacer, si esa chica es realmente... esa guerrera, Deberias comenzar a pedirle clases... pero si hay un punto que quedará pendiente si ella es la guerrera.—Orkias mira a Elsa y esta vuelve a mirara su reloj de bolsillo.
—Sí Orkias... debemos saber si tenemos a la Ninfa, y más vale que sea una chica con buenos dones... en fin, niños, suficiente para mi, los dejo solos, yo voy a convocar al consejo superior... este es un tema que discutir.