Capítulo 22. Sectas y Organizaciones

Orkias tenia la pizarra llena de cosas, uno diría que por ser una secta antigua, estaríamos usando tiza, y seriamos anticuados, pero no, y la verdad el brillo de la pizarra me está por volver loco.

Busqué en mi bolso mis lentes que uso cuando las horas de escrituras son terriblemente agotadoras, y mientras hago eso, veo que frente mío alguien pone un papel, levanto la vista apenas y reconozco a mi prima, ella no me mira, solo extiende sus blancas manos hacia mi.

Agarro el trozo de papel, y me siento de nuevo recto, mientras me coloco los lentes.

— Entonces en esta clase vamos a estudiar aproximadamente 230 agrupaciones o asociaciones humanas, pasando por las simples, ideológicas, hasta por esas que sí representan un peligro para la colmena, por usar poderes místicos, y sobre ellos, están los que saben de nuestros secretos y quieren quedarse con nuestros poderes.

Abro el papel mientras Orkias, quien hoy parece más cuerdo, sigue hablando sobre las semejanzas y diferencias entre lo que somos, las sectas y las organizaciones secretas.

¿Quieres ir conmigo esta noche a cenar?

No hay firmas, pero sé de quien es la letra, automáticamente busco a Yara, y ella me guiña un ojo, pero vuelve a mirar al frente.

¡Uff! Qué bien se ve esa chica siendo coqueta. Agarro el pedazo de papel y comienzo a escribir.

Tengo entrenamiento 💔
 

Doblo el papel y se lo vuelvo a pasar a Jose, cuando me percato que pasa por las manos de Ira y finalizar termina en las manos de Yara. ¡Carajo!

No, me siento fatal por eso, y no deberia ¿por qué me da vergüenza que Ira esté en medio de esto?

— Entonces...  nosotros tenemos el trato con los hijos malditos —vuelvo a escuchar a Orkias e intento no prestar atención al hecho de que Iracema está recibiendo dd nuevo un papel. —¡Iracema Asturia!

¡Ay mierda! ¿En serio? Justo en sus manos, justo Orkias, justo mi esquela, justo mi dignidad.

—Vas a guardar eso ahora—ordena Orkias, y la chica tiene el rostro hecho un tomate, igual yo, no alcanzo a ver a Yara.

—Si profesor —Asiente ella, y respiro profundo al ver que guarda el pedazo de papel en su cartuchera.

¡Qué alivio saber que no la obligó a leer el contenido!

—Disculpe, profesor —La voz de Gerardo interrumpió mi paz— pero creo que es injusto que se le pretenda a Iracema... cuando el dueño de ese papel es Luriel...

>>No, quiero ser el soplón, de ninguna manera, pero, se ha llamado la atención a una chica que tuvo el error de ayudar a otro compañero. Y no me parece justo.

Estaba apretando con fuerza la mesa, pero el muy desgraciado tiene la culpa.

Iracema iba a hablar, cuando Orkias paseo la vista entre los dos, pero yo me adelanto, me pongo de pié y sin pelos en la lengua hablo.

—Gerardo tiene razón —El chico me miró con burla, pero se acomoda para fingir que sólo hizo lo correcto—El papel es mio.

—Bien... ¿y se lo enviabas a...?

—Creo que es ni deber asumir la culpa—seguí —. El receptor da igual en este preciso momento...

Orkias sonrío, hizo un gesto para que tomara asiento y yo obedecí.

—Lo que acabamos de ver, se llama código de sociedad, y es bastante interesante... generalmente tardo unas 5 a 6 clases poder hablar de esto, muchas veces cuando ocurre algo así, el instinto de ustedes, los adolescentes es actuar por impulso.

>>Pero la señorita Asturia mantuvo la calma y guardó el papel, El señor Mielta defendió a su compañera al darse cuenta de una injusticia y el señor Gianti asumió la culpa y cuidó al 4to miembro en medio de este lío... y me encanta. Porque los tres defendieron su sociedad y se cuidaron unos a los otros. Creo que los tres se llevan puntos extra.

Miré hacia Iracema y hacia Gerardo, él sólo sonreía, pero Iracema me estaba esquivando.

Orkias, volvió a explicar algo sobre las consecuencias de no seguir los códigos de una sociedad, y proyectó en la pizarra el dibujo de los 7 malditos, más unas constelaciones, con sus nombres originales y con los nombres en Guaraní.

—Para entender como funciona nuestra sociedad, primero debemos entender la historia. Y para ellos ustedes harán una exposición... sii, amo las exposiciones...

En el fondo de oyo un "buuuu" de parte nuestra, por lo qué el sigue riendo.

—Ufff!— dice con una sonrisa más amplia—. Si no hubiesen abucheado... hubiesen elegido equipo, pero como fallaron adivinen quien los va a armar....

¡Mierda! Orkias abrió la lista en la pizarra y observó con cuidado

—,Hoy está con todo—Me dice Gustavo mientras se cruz de brazos.

—¿Quizás es la resaca?

—Naa, con todos los poderes místicos, apuesto a que no sabe qué es eso.

—Gustavo Brinde y Josefina Merlis—. Mi amigo me da un codazo de felicidad, y yo ya estaba preparando en discurso mental—. Juanjo Renta y Yara Fuentes...  ammm Iracema Asturia y Luriel Gianti...

Orkias estaba dando más nombres, pero dd inmediato Ira y yo nos miramos. Ya me sentía incomodo, sabia por su expresión que no esperaba ni quería este equipo, yo por el contrario estoy feliz.

—Ya saben... para mañana exposición sobre estos puntos que ven aquí, lo deben saber todo, yo les diré mañana que expondrán por equipo... pueden retirarse, vayan junto a Atria, no lleguen tarde.

Rápidamente me puse de pié y en vez de ir a la salida fui a la mesa de Ira, ella tuvo un acto reflejo esquivando mi cercanía. Mi prima, no se quedó, también fue tras su nuevo compañero de trabajo.

Yara paso muy cerca mio, su aroma entró a mi cuerpo  pero ahora estaba e. Otra.

—,¿A qué hora podemos trabajar?

—¿Tanta prisa por un trabajo que sabes vamos a terminar en un abrir y cerrar de ojos?—pregunta burlona.

—Noo, la verdad quiero saber ¿por qué me esquivas?

—¿Y por qué debo ser amigable?

—Aún estas enojada? Soy yo el que tiene una cicatriz en el labio!

—No quiero llegar tarde... señor Gianti—responde ella cortante, por lo que aprieto la mandíbula y voy por mis cosas. Sin más, tomo mi mochila y cuando estoy por salir escucho a Orkias hablar.