El internado, La colmena

Capítulo 49. Jugar

—¿Qué carajos es lo que tienen en la cabeza para ir solos al bosque a sabiendas que Jose corría peligro? ¿Y cómo es que lo sabían?

Orkias se caracteriza por ser sereno, incluso cuando la ira o la borrachera está en su máximo pico, hoy, por primera vez, vemos el otro lado, ese que mostramos cuando no podemos contener los impulsos.

—No digas que fui yo...— Mirena apoya su mentón sobre mi hombro—. Dile que escuchaste al 7mo.

—Escuché al 7mo.

—¿Y no pudiste venir junto a mi? Buscar a Zunú, Cenit, Itae...? ¡Dios tenias mil opciones Lureil! ¿Y ustedes dos? Fueron tras él como moscas.

—Técnicamente, como abejas señor— Responde Gustavo y esto solo logra enfurecer más a Orkias.

Él estaba por decir algo más, cuando mamá y Elsa entran a la sala, Gustavo fue el primero en ponerse de pie, preguntando por Josefina, yo ya sabia que estaba bien, gracias a Mirena.

— Deberían estar reprendiendo a estos chicos, antes de ocuparse en responderles nada— Orkias está 
temblando de rabia,  se desordena el largo cabello y con los pasos agigantados va hasta la mesa en donde se sirve una copa de whisky.

—Elloa hicieron lo mismo que haría cualquier miembro de La colmena—Recrimina Elsa a Orkias—. Puedo entender que te duela, y que no quieras aceptar que lo que hicieron fue lo correcto—añade mientras también va y se sirve un poco el loquido ambar.

Mi madre, aun en silencio, viene hasta mi, observa la herida de mi hombro, la cuál Atria se encargó de curar cuando llegué aquí, luego toma mi mentón me gira el rostro de un lado a otro, para finalmente, ponerse de pie.

Examinó a mis amigos de la misma forma, y cuando acabó, recién ahí habló.

—Como madre, concuerdo con Orkias, pero como miembro de la colmena, debo felicitarlos... fueron por su compañera, y no se abandonaron.

Orkias miraba atentamente a mi madre, y puedo ver desde aquí cómo se me enrojecen los ojos, es como sinquisiera ponerse a llorar, y estuviese reteniendo las lagrimas.

—¿Los conocen?—Pregunté sin rodeos—. A Ragel y Daneb...

—Sí, son unos de los mejores asesinos de los mata abejas...

—Luego de La cazadora—Añade Elsa y Mirena al mismo tiempo.

—¿Por qué al pasar las víboras sobre la cadena se rompió la burbuja?— volvi a preguntar, ahora mi mente sólo quería información, era como un mecanismo de defensa a semejante trauma, de creer que Josefina estaba muerta.

—Por que...—Elsa se adelanta a hablar— limpiaron lo que bañaba a las cadenas... así que es como cortar una tela.

— Usaron un conjuro de invocación a espíritus negros— añade Orkias — ya sabían que el 7mo protegería a sus crías, así que buscaron algo para alejarlo.

Me sentía humillado, furioso y avergonzado,  ¿Cómo era posible que estemos expuestos a esto y no sepamos defendernos tan siquiera?

Ahora comprendo porque nos vamos extinguiendo, porque los mata abejas nos han puesto contra las cuerdas, deoemdemls 100%, de los espíritus que nos quien y protegen, eso no deberia ser así.

Estoy completamente seguro que podemos hacer más, que solo retroceder, quizás ir a la ofensiva ¿Cómo es que ellos nos atacan? Y nosotros no los atacamos a ellos.

Es obvio, nosotros estamos a la vista, y ellos bajo los escombros, esperando a que nosotros estemos indefensos para tendernos sus trampas.

—Debemos suspender el torneo—Habló Orkias rompiendo toda mi concentración.

Me levanté de golpe y caminé hasta él, casi con la actitud amenazante, con un toque de arrogancia quizás, pero ahí estaba yo apuntando a mi maestro, al vicerrector.

—¿Esa es tu solución Orkias? Tirar todo al caño, solo restan 9 malditos días para que acabe este evento, y estoy seguro que como yo, ya tienes identificados a los mata abejas.

>>No, la respuesta no es suspender esto. La respuesta es entrenar más, hacernos fuertes y saber defendernos ¡Vamos lento! Y ello nos tienen años de ventaja.

—Ten cuidado con el tono que usas para hablarme—Amenaza entre dientes, y a pesar de que le tengo un profundo respeto, no estaba listo para retroceder, vi a la muerte pasear en mis narices por segunda vez.

Alce la cabeza y aún más seguro, ante la mirada de mi madre, mis amigos y Elsa lo desafié aún sabiendo que esto me traerá consecuencias.

—¿A qué le temes Orkias? Si no te has dado cuenta, si suspendemos el evento nos veremos débiles, aunque devuelvas la seguridad al Internado, les harás saber que somos débiles...

>>Y si seguimos así, tarde o temprano nos van a encontrar solos y nos van a matar... ¡Ah! No, eso es lo que ya están haciendo.

Mis palabras fueron subiendo de tono, y cuando acabé el discurso, ya tenía el rostro acalorado, y la mirada de Orkias cargada de odio.

—No tienes idea de lo que estás pidiendo, y tu eres apenas un niñato de ¿Cuanto? 15 años... no te haces idea de lo que hago día a día para que ustedes están a salvo.

—¡Encerrandonos nos haces débiles!— las palabras salieron sin pensar, y estaban allá arriba, por los cielos, mamá intentó intervenir, pero Elsa la detuvo.

Orkias dió unos pasos hacia mi, y yo respondí yendo también al frente, mi furia era tal que tenia la mente nublada, yo sólo quiero ser más fuerte, quiero ser capaz de luchar por mi, por mis amigos, por mi vida, por el panal.

—¡Una palabra más e iras a confinamiento!

—¡Prefiero eso a ver como matan a mis compañeros por que tienes miedo!

—¡Tú no viste a tu hermana morir en manos de esos!

La respiración de repente parecía no ser imprescindible, todo mi valor se esfumó, por unos segundos, pero muy por el contrario a sentirme mal, me sentí más furioso cuando relacioné a Mirena con Orkias.

—Estoy listo a que me envíes a confinamiento, porque no voy a cambiar de opinión, señor.

Volteé, miré a Mirena quien se estaba mordiendo su labio inferior, no hizo otra cosa más que seguirme.

Mamá me habló, pero la ignoré, en verdad estaba demasiado enojado como para detenerme a pensar, sé lo que procede, leí las reglas, debo ir a mi habitación, esperar a que me asignen una nueva por 48 horas, y sólo puedo llevar conmigo un papel y un lápiz, la verdad, que no necesito más.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.