Mi madre tiene los ojos hinchados de tanto llorar, el silencio es gigante, y parece perforar nuestras cabezas tenazmente, perforando nuestros cerebros y esfumando pensamientos.
Mi padre también se ve afligido, aunque la rabia es la que habla por él, dominado su cuerpo y su ser, sus manos están en puños sobre la mesa de vidrio haciendo relucir que su dedo anular ya no lleva anillo.
Del otro lado de habitación, Maitena, Edara, Julissa, Thalia y Cariem están recostados contra el muro, mirando al vacío sin entender la situación, por lo que veo, todos han perdido la fe.
En el centro de la habitación, estamos Orkias, Elsa, Iracema, Josefina y yo, al parecer los únicos con ganas de pelear y restaurar el orden.
—¿Cómo estamos seguros de que el traídor no está aquí?—Thalia pregunta despegandose de la pared y dejando destilar la impotencia.
—Por qué de ser así —habla Elsa muy segura y con la voz en alto—, ninguno de nosotros seguiría con vida. Es más, la colmena estaría extinta.
>>Yo conozco los secretos del edificio tan bien, que podría hacer metido víboras venenosas en los ductos y ahora hubiesen ingresado a esta habitación...
Thalia levanta la vista a los ductos de ventilación con algo de precaución, pero es obvio que no hay nada.
—¿En verdad miraste Thalia?—pregunta Elsa a ni hermana quien se encoje los hombros.
—Sabemos que en esta sala no está — Maitena, la madre de Ira habla con pesadez—, pero también sabemos que sea quien sea el traidor está ahí afuera —apunta hacia la puerta.
—O escondido en los bosques—acota mamá.
—¿Insunuas que es un originario?—Pregunta Julisa negando con la cabeza, suena ofendida.
—Pues— mamá se pone de pie—, solo digo que pueden ser de los tuyos, o de los míos, el maldito punto es que nos están aniquilando y ahora ya se involucraron con los niños.
—Esa, es la parte horrible—Elsa se bebe el trago de whisky que le quedaba en la copa y se sienta sobre la mesa de vidrio.
Mi padre observa a la mujer, y puedo notar cuanto le gusta, sin embargo Elsa ni lo mira, ella está más preocupada en conseguir respuesta al dilema que nos acecha ahora.
—Yo creo que...—,La voz de Ira se alza sobre todos nosotros y se convierte en la protagonista de la escena—el principal problema es que no sabemos que quieren, si supiéramos que los motiva, quizás sea más fácil saber quienes son.
—Suena lógico —Josefina habla secundado a Iracema cuando Orkias, yo y Elsa nos intercambiamos una mirada para luego negar los 3.
—No voy a decir que buscan—Elsa rie y ahora saca su cigarrera para prepara poder fumarse uno, los nervios la están consumiendo.
—Dijiste que no creias que el traídos esté aquí — acusa Thalia.
—Pero no es improbable, así que callaremos, lo único que sabemos con certeza es que quieren quitarnos en trato con los originarios y con los 7.
—Eso solo da indicios de que hay un mestizo y un originario metido— asegura Orkias mirando a mamá quien se limpia los ojos que siguen soltando lágrimas.
—Solei— habla papá —, Yo creo que como representante de los mestizos debes ir a hablar con el consejo de originarios.
Mamá niega, mientras camina hasta la botella de whisky y también termina sirviéndose, es la primera vez en mi vida que la veo... derrotada.
—¿Llamar al consejo?—pregunta mientras bebe de su bebida—. No, no sabiendo que ronda un traidor, y no sabemos si trabajan por motivos propios, o se unieron a los mata abejas, o cualquier otro enemigo...si llamamos al consejo, solo anunciaremos nuestra derrota, y la perdida de la protección divina. No lo haré.
Papá se pasa ambas manos sobre el rostro, para luego sacudir la cabeza, haciendo que sus cabellos volaran en el aire.
—Cada día somos menos—Dice Mortel mientras se saca el traje y la corbata para quedarse solo con la camisa.
La preocupación absorbió todo rastro de jovialidad en su rostro, mi padre estaba exhausto, ataviado, terriblemente desgastado.
—Ayer recogí a dos de mis mejores estudiantes — habla papá frustrado—Muertos, destazados... ¿sabes lo duro que fue para mi ir a entregar los cuerpos hecho rompecabezas a sus familiares.
>>Solei, entiendo tu postura, pero estoy cansado de ver muertos, de ver a personas que conocemos y amamos hechos picadillo, por favor, necesitamos hacer algo.
Mamá se pone de pie de nuevo, y parece estar decidida a tomar cartas en el asunto, se recoge el cabello y habla con fuerza.
—Bien, pediré reunión con los originarios— dice—. Pero sabes cuales son sus condiciones y cuanto tardaremos.
—Lo sé, un hombre y una mujer...reunión al amanecer del 3er día luego de alimentar al 7mo.
—¡En tres días los chicos viajan!—Se queja Julissa a la gente que la mira extrañada, incluido nosotros—,No podemos dejar que los chicos viaje sin que la representante mayor de la Colmena no esté, es muy riesgoso.
Elsa apaga su cigarrillo, salta de la mesa y con toda la actitud de mundo viene hasta nosotros.
—Nada de suspender.... —Elsa sonrie–, estamos bajos los ojos del mundo, así que no me arriesgarè a hacer faltar a nadie a esa excursión... punto.
—Y vamos a festejar el cumpleaños de Iracema—dice Orkias tomando su café... anda sano de más el Orko ¿Será por Mamá?
—En realidad— agrega Elsa—Los chicos lo harán, nosotros haremos de cuenta que no sabemos e iremos a vigilar...
—¿Estas diciendo que nos usaras de carnada?— La voz de Jose está cargada de miedo e incertidumbre.
Elsa le guiña un ojo a mi prima y sonríe finalmente.
—Sí— contestas Orkias—, van ha ser carnadas... así que los necesitamos bien adolescente... ya averigüen como escaparse del hotel...
Sacudo la cabeza, porque el pedido me parece demasiado surrealista, más fe lo que debería.
—¿Es en serio?—pregunto algo molesto porque nos piden fingir un escape.
—¿Esta cara te da a entender que miento?—pregunta haciendo un circulo sobre su rostro y yo niego —Bien, entonces si, es enserió...necesitamos ver, como se comportan las larvas... por eso no le dirán a nadie que el escape está planeado.