El internado, La colmena

Capítulo 80. Necesito

El almuerzo de los jóvenes embajadores pasó a ser una perdida de tiempo para Iracema y para mi, pero ambos aprovechamos estar rodeados de personas para persuadirlos a contar sus vidas, sus miedos, sus anhelos, sus deseos.

Parecería una información irrelevante, pero la verdad es que para nosotros eso, era oro puro, porque por tan solo soltar sus palabras nosotros ya descartamos si son o no parte de algún enemigo.

Honestamente tenia ganas de hacerlo en Katú, pero las reglas son claras, no podemos, y aunque hay reglas que me encantaría romper, por el momento, esa no.

Porque ¿Qué pasaría si lo hago y él resultaba ser inocente? ¿Si él lo revierte y termino siendo yo el persuadido? ¿O simplemente no me sale y termino siendo expulsado? ¿No expulsarian al Cario? ¡Lo harían si falla a la Colmena!

Jazmin me está contando sus últimas travesías en su colegio, y como el sacerdote la puso en suspensión por haber llegado tarde a una clase. Jorge acompaña toda la historia con una dramatización pues resulta que ella llegó tarde por que quedó toda la noche leyendo mi novela y despertó sobre la hora, su hermano si se inmutó el despertarla antes y se armó todo un lío por mi culpa según Betania.

La verdad que el relato me parece gracioso, sin embargo mis ojos y mi atención estaba en la Alelí, quien no se ha inmutado en mirarnos.

Su cabello recogido en una coleta, su mirada fría enfocada en la gente que la rodea y su tatuaje de araña dejando adrede a plena vista, son señales de que busca que ataquemos quizás, o que no lo hagamos.

Todo es muy confuso ahora mismo para mi.

—¿Y qué harán mañana por la noche?—La voz de Jorge llega a mis oídos y hace que pierda la concentración en Aleli, quien justo en ese momento volteo hacia mi y me ofreció una sonrisa un tanto maliciosa.

—¿Mañana?—pregunto mientras bebo mi Cocacola.

—Sábado por la noche,—Jazmín ríe y hace que su rostro se ilumine—,me vas a decir que no planearon alguna salida por la ciudad.

—¡Oh! Sí, Orkias planea llevar a recorrer la ciudad a muchos, pero, no iré.

—¿Quedarás en el hotel a escribir, guapo?—Betania pregunta un poco coqueta, esto de la marca del señor de la noche si intensifica fuera de La Colmena, no es que lo desprecie, pero muchas conquistas estresan un poco.

Estaba por hablar cuando siento la mano de alguien en mi espalda, volteo para finalmente dar con Ira, Yara y Josefina, el trio fantástico últimamente.

—No, mañana vamos a festejar mi cumpleaños —susurra Iracema para que solo los que estábamos en la mesa escuchemos—. Están invitados si logran escabullirse...

—¡Oh! ¿Los niños buenos se van a portar mal?—pregunta Jorge con entusiasmo aparente y acercándose más.

—Shhhh—Iracema también se acerca más y me eso hace que la tenga pegada a mi, ¿lo hace a propósito para enloquecerme o es involuntario? Sea lo que sea, estoy perdiendo la estabilidad.

Jazmín levanta la ceja de manera sugestiva, analiza a la hermosa chica que se interpone entre los dos. Iracema muy por el contrario solo habla a Jorge, quien mira también con mucha atención a su interlocutora.

—Mañana, queremos escaparnos e ir al Dorsia Club... infiltrarnos realmente—Iracema Juguetea con su cabello mientras habla y Jorge está más fascinado con ella, como si acabara de encontrar a la amiga perfecta.

—¿Al Dorsia?—el tono de Jazmín suena burlón y eso provoca que Iracema que ponga de nuevo recta y las tres chicas la miren  con un poco de odio— ¿Cuanto se supone que vas a cumplir?—pregunta de nuevo con incredulidad— No te dejaran entrar con 16 año, y perdón corazón, pero no hay forma de que con esa carita pases de 18 años.

—No te preocupes por eso—Yara habla a Jazmín con el mismo tono despectivo, mientras yo alzó la vista en busca de mis amigos para pedir ayuda, pero los idiotas ni voltean a verme porque están al 100 perdidos viendo a las chicas de los otros colegios pasando ante ellos—, te sorprenderia ver cómo conseguimos lo que queremos cuando queremos.

—Tú si tienes cara de hacer lo que quieres cuando se te antoja—Sara le guiña un ojo a Yara ¿Por qué me sorprende?

—Ni te imaginas...—Yara le devuelve el guiño y estoy enloqueciendo, demasiada atracción, hormonal o mística o mágica, ¿Dónde se regula esta cosa—, en fin, si se animan, los esperamos mañana.

Las chicas están por irse cuando me paro de golpe, sostengo del brazo de Ira y me acerco a su oído para susurrar mi pregunta:

—¿Qué se supone que haces invitándolos?

—¿No es obvio? Si son mata abejas es justo el lugar en el que lo sabremos y no podrán hacernos nada... si no lo son, también lo sabremos.

—¿Desconfias de ellos pero no de Katú?

—Sí... y con permiso, que me hice unos amigos de un colegio Francés, también los voy a invitar... se ven guapos.

—Hueles bien...—la suelto del brazo y estoy por voltear de nuevo hacia mi mesa para volver a sentarme, ella me vuelve a susurrar algo antes de irse.

—Concéntrate en la misión y deja de botar baba por mi.

—Imposible—Esto lo digo fuerte, ella se sonroja y termina yendose, pero con una sonrisa en el rostro.

Tomo de nuevo mi lata de cocacola y la bebo a ver si eso me baja la sensación de Calor que quedó en mi.

—Parece que ya definiste tu dilema—habla Jazmín mientras se lleva un trozo de postre a la boca.

—¡Ay por favor!—Jorge rie—, es evidente que tienes una preferencia por la linda morena.

—Mmmhum—Jazmín respira profundo, pero vuelve a hablar a cabo de un rato—, ¿Y cómo nos presentamos a la fiesta?

—Te enviaré la invitación...—digo volviendo a mirar a Alelí.

La mujer se levanta de su asiento, seguida de dos de sus estudiantes se acerca a nosotros. Su sonrisa seductora, su ropa ajustada a ella, dejando la interrogante de so en verdad es  tan mayor como para ser la directora de un colegio.

—Ssñor Gianti—Saluda—, la última que nos vimos estaba muy estresado, no parece haber cambiado esa expresión en tu rostro.




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