Capítulo 86. Oscuro

—¿Descansaste?—Anastasia pregunta mientras me ve ingresar a la sala.

Eso hace que largue la cara, estoy el triple de mal humorado que hace unas horas.

Quería dormir más, no puede hablar con Ira, Yara me estuvo hablando hasta por los codos cuando desperté y los hombros me están reventando.

Ignoro la pregunta de Anastasia quien sonríe de forma burlona, con las manos en los bolsillos, y recostada sobre el escritorio.

Voy hasta mi lugar a lado de Gustavo quien ya tiene su tableta preparada, casi no me presta atención, simplemente realiza anotaciones y dibujos.

Busco a Juanjo con la vista, y está haciendo lo mismo junto a Josefina, miro hacia la pizarra para saber que tanto es lo que hacen para darme cuenta que la información contenida allí realmente es importante.

Había 4 símbolos, el de las abejas, los mata abejas, las viudas negras y las gotas. Dibujado un enorme mapa mental vinculado a orígenes, poderes, características, debilidades, fortalezas.

—Permiso...—la voz de Ira irrumpe la sala y la veo ingresar con Katú, seguida de Gerardo e Yrupé.

—Adelante —Anastasia lo deja pasar y cuando estos toman asiento la chica apaga las luces—, Bien, ya están todos los del primer año aquí...

>>Para los que no me conocen soy Anastasia —la chica hace una mueca de decepción—, algunos de ustedes siguen oliendo a Gota, ¡Qué asco! Pediré a Mainó que haga más posimas.

>>En fin, a partir de hoy estaré dando las clases de monstruos y pueblos originarios con Cariem. Momentáneamente dejaré mi puesto en los bosques.

>>Antes de comenzar mi clase ¿cuantos de ustedes tienen de acompañante un espíritu en pena? Por que los siento.

Miro hacia mis compañeros, no hay manos arriba, Anastasia alza una ceja y su mirada se ve amenazante y en verdad no quiero enfurecerla, así que mi mano sube al aire.

<<Puta madre>> me quejo por el dolor.

—Bien, si no lo decías igual lo iba a averiguar ¿Nadie más?

Niegan, y Anastasia se ve convencida, por lo que puedo sacar la conclusión que soy el único en el salón.

—¿Hombre o mujer?—pregunta Anastasia yendo hasta la pizarra y escribe sobre la pantalla algunos nombres de estrellas.

—Mujer...—contesto.

—¿Puedes pedirle que venga hasta mi?

—No está aquí...—contesto y esto hace que Anastasia detenga su escritura de forma abrupta, gira y frunce su ceño.

—¡Claro que está!—dice y yo niego al instante.

—Créeme, si estuviera, la tendría pegada en mi cara, hablando y fastidiandome, porque ama hacerlo.

Anastasia baja su lápiz óptico sobre la mesa, e inspeccionadome camina apresuradamente.

Todos los estudiantes del salón se fijan en mi y en como Anastasia rodea la mesa en donde estoy sentado.

La chica se para en frente mio, finalmente, miró al techo, entrecerró los ojos para luego apoyarse con ambas manos sobre mi escritorio provocando que Gustavo y yo nos sobresaltos por su reacción.

—De verdad ¿No la ves? ¿No la sientes?—pregunta ella preocupada, yo niego con la cabeza.

Está por decir algo, su rostro cambió de sospecha a preocupación, está por decir algo, cuando la puerta del curso se abre con todo, Cariem ingresa con mi hermana y ambos traen bandejas de maderas con piedras.

Anastasia voltea a verlos y el rostro de preocupación se intensifica al ver que las bandejas brillar. Cariem y Thalia intercambian una mirada de incomprensión al bajarlas sobre el escritorio y al ver a la joven. Con el rostro pálido.

—Cariem—Anastasia habla al profesor—¿Conoces al espíritu de Luriel?

—Sí—responde

—¿La sientes?—pregunta más preocupada y el miedo comienza a tomarme al igual que a todos, Josefina, Yara e Iracema me miran preocupadas, mis amigos sin comprender nada.

Cariem levanta su mano y muestra el anillo brillar, por lo que todos entendemos que Miren está aquí, pero entonces ¿Por qué no la veo? ¿Es muy malo que no la vea?

—¡Mierda! —Anastasia golpea fuerte la mesa—¡Thalia! Ve por Orkias y Elsa, hagan revisión del área.

>>Ustedes—apunta a los estudiantes y habla fuerte mientra gesticula —¡Todos a su puta habitación! Si alguno de ustedes por la más mínima razón está recorriendo pasillos, en el patio o en una habitación que no sea la suya, juro por los 7 que voy a romper las reglas y usaré la persuasión para que cuenten hasta su último secreto... ¡AHORA!

Todos guardaron sus pertenencias y se pusieron de pie, Anastasia toma del hombro a Iracema y Josefina, las detiene y las hace esperar a mi lado, los tres nos quedamos quietos, sin comprender y viendo como la horda de estudiantes se retiran.

Cariem se acerca a Anastasia, ella le susurra algo, el hombre afirma, y sale corriendo de la habitación.

—Creo que tu visita al pueblo de los originarios acaba de ser suspendida—dice Anastasia en lo que va a cerrar puertas, y ventanas, las luces están apagadas por lo que quedamos a oscuras.

Escucho varios chasquidos de los dedos de Anastasia, desde distintos puntos en la habitación, hasta que se encienden llamas pequeñas que iluminan el lugar, Iracema y Josefina quedan con la boca abierta igual que yo.

—¿Qué es lo que está sucediendo?—pregunto aterrado por la reacción y los hechos de Anastasia, quien se está alzando el cabello en una coleta ahora.

—Tu espíritu está en esta habitación, he hizo clara su presencia por alguna razón, no se ocultó de las rocas que ves allí, no de Cariem, ell quería que sepamos que está contigo... y lo hace, porque no se ha podido comunicar contigo.

—Anima possessionem—suelta Iracema con preocupación—¿Mata abejas?

—No—responde Anastasia

—No siento la energía —dice Josefina pasando su mano sin tocarme en mi cuerpo—, por ende es un artilugio nuestro... el traidor...

—Sí, es invocación de un originario—Anastasia se sienta sobre mi mesa y separa sus piernas para colocarlas una a cada lado de mis muslos—, pero creo que tiene una mezcla restrictiva... quizás con las viudas negras, o solo usó el veneno de una...o está realmente aliado... el traidor es muy inteligente, privó los contactos espirituales de Luriel...