NOTA DE LA AUTORA

Desde que leí aquella frase en el 2015, sobre las almas gemelas, supe que esta historia se extendería, aunque no exactamente de este modo, la novela ha dado muchas vueltas en mi cabeza desde entonces. Pero no fue hasta mediados del 2018 que comencé con seriedad a escribir esta segunda parte, luego de ver una imagen en Internet que no puedo describir, porque arruinaría la lectura de todo aquel que lea esta nota antes de finalizar el libro. Tardé unos ocho meses en terminar la historia, aunque su planificación llevó bastante trabajo previo durante más de un año, y me siento satisfecha por cómo ha quedado.

Escribí esta novela cuando mi país, Venezuela, estaba atravesando una crisis aterradora, y muchos capítulos los escribí con el estómago vacío, un poco débil por la falta de alimentos y sintiendo hambre como nunca antes en mi vida. Parte del sufrimiento del personaje principal al principio de la historia era un reflejo de lo que yo estaba viviendo. Recuerdo que en ocasiones era realmente difícil para mí sentarme a escribir, sobre todo, con dos hijos tan pequeños, pero la felicidad que experimenté al terminar la novela no tiene precio, y el hecho de que tantas personas puedan leerlo es aire que respiro.

Espero que les haya gustado la lectura y continúen con el siguiente libro que es muy diferente de lo que han leído hasta ahora, podrán conocer mucho más a profundidad al ángel y se rebelarán varios misterios del primer libro y de este.