El jardín al final del pasillo blanco.

Capítulo 06.

La sorpresa es mutua cuando Nico se impulsa a los labios de Lion, besándole mientras se aferra a este, haciéndole saborear las lágrimas saladas que tantas veces él ha ayudado a cesar. En cuanto Lion cede ante la postura, inclinándose hacia Nico, este apoya su frente contra la del joven, sonriendo suavemente. 

 

Nico- Hasta pronto, Lion. 

 

Lion no tiene mayor tiempo a reaccionar, observando con estupefacción cómo Nico se retira, quien una vez en su cama vuelve a escuchar una tétrica voz. 

 

-Hasta pronto, Nico. 

 

Las enfermeras corren hasta los pacientes al escuchar la profunda voz, encontrando a Nico llorando, quien por más que intentan hacerle hablar no pronuncia palabra. Incluso los doctores de la mañana, quienes le dan el alta, intentan consolarlo sin éxito. Cuando al fin logran que duerma algo, no lo hace por mucho tiempo, ya que debe empacar. 

Con tristeza se despiden de Nico, quien por la tarde, luego de dejar entre las rosas un paquete de galletas vuelve a casa. 

 

Una semana, luego dos, un mes. Entre sus estudios y trabajo, Nico se distrae para no pensar en Lion, más no pudo evitar curiosear respecto al pequeño espectro. Encontró fácilmente la historia trágica de maltrato de el niño, cuyos padres le tenían descuidado, las agresiones solo comenzaron una vez les obligaron a hospitalizarlo. Fue un mal golpe, ya que no estaban acostumbrados a golpearlo, mucho menos en público. 

Sin embargo, respecto a Lion no encontró nada, lo que de alguna manera lo tranquilizó. Un par de veces Nico logró colarse en el hospital, más nunca encuentra a Lion, más no encuentra tampoco las galletas. A sus compañeros de clase se les hace extraña la situación, por lo que investigan un poco por su parte, es así cómo le entregan información a Nico que le deja consternado por algún tiempo.

 

Dos meses después de salir del hospital, un guarda amigo suyo comenta una foto que Nico ha publicado con un pequeño comentario sobre su estadía en el hospital, esto hace sonreír a Nico. Quien inicia una conversación privada con Josue, el Guarda de tan solo 25 años que entró a trabajar al mismo tiempo que internaron a Nico, por alguna razón congeniaron inmediatamente. Por alguna razón hace un mes que casi no hablan, el hombre llama a Nico, explotando con este. Su voz llena de frustración, cala en lo más profundo de Nico, quien no esperaba tal efusividad ante la simple pregunta ‘cómo estás’. 

 

J- ¡Nico, es horrible, tras de eso este mes estoy por las noches! Todos están renunciando, ya no hay un solo lugar en el que no le salga una sola sombra.. .. ¡Escuche!

 

Guardando silencio, el joven intenta Nico escuche lo que él, captando lamentos tétricos con voces espeluznantes que hacen la piel de Nico erizarse.

 

Nico- Pero antes estaba todo bien, había áreas feas, pero ya. ¿Qué pasó?

 

J- Desde que usted se fue, empezaron a pasar cosas, y es que no le había querido decir pero.. Nico, en la que era la camilla suya, siempre aparece una sombra enorme. ¡Siempre! Y le dejan una porción de fruta. ¡Y juradito, no es ninguna enfermera o enfermero, esa camilla no se puede ocupar!

 

Nico- .. ¿E..En serio? 

 

J- Sí, nadie sabe qué hacer, por qué antes había áreas ‘seguras’ por decirlo así. Pero ahora nadie puede salir por los pasillos, los doctores y.. Bueno, todo el mundo está renunciando, creo que van a terminar cerrando. ¡Ni de día hay paz aquí!

 

Nico- Josu.. ¿Usted cree que.. mañana en la noche, yo pueda ir?

 

J- .. ¿Está loco, para qué? 

 

Nico- Hay alguien al que tengo que ver, y si cierran no voy a poder entrar.

 

J- ¡¿Y por qué de noche?! ¡No crea que lo voy a acompañar, a veces ni en el baño lo dejan a uno tranquilo, literalmente hay que estar en grupos de cuatro! Y a veces ni así.. 

 

El estrés de Josue es palpable, más Nico suspira con preocupación, debe ver a Lion. Tras un largo silencio, en el que lamentos se escuchan tras la bocina, Josue suspira de forma temblorosa. 

 

J- Bueno, igual, voy a terminar renunciando. De por si, van a cerrar si la situación sigue así, pero que conste que nadie puede saber. 

 

Nico sonríe, pactando su visita con el guarda de seguridad, quien le indica una hora y entrada. 

 

Al día siguiente, Nico convence a su hermano de llevarle y traerle, ya que la cita es a media noche. Una vez llegan nota el cambio en su amigo, quien luce levemente pálido, además de más delgado. Josue es de tez morena, además, era muy rellenito.

Nico le sonríe de pensarlo demasiado, pidiéndole a su hermano lo espere en el auto, ambos se advierten al hombre es mala idea que entre. Pero este no escucha, entra con ambos al lugar, extrañado ante los nervios del guarda de seguridad. Josue se encuentra inquieto y feliz por la extraña calma que se forma con el avance de Nico. 

Su trato era dejarlo entrar, nada más, pero la idea de separarse de este le resulta perturbadora al percibir la vigilancia de los entes en cada esquina. ¿Están realmente evitando a Nico? Extrañamente Nico les guía al jardín de visitas, a lo que su hermano reacciona con molestia, más no dice nada. 

Ambos, el guardia y el hermano de Nico se sientan en una banca, mientras Nico revisa el jardín. Nico no encuentra a Lion, aún cuando no piensa rendirse, vuelve junto a sus acompañantes con tristeza. Más se sorprende al encontrar a ambos completamente pálidos e inmóviles, una enorme sombra de acerca a ellos, con un rostro aterrador de ojos fijos que les mantiene en su lugar. Un niño se sienta entre ambos hombres, quienes voltean en cámara lenta, para después huir despavoridos hacia Nico. 

Sin embargo, no esperaban que Nico se abalanzara al espectro, abrazando la enorme sombra 

 

Nico- ¡Lion!




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