El Jardín de los Sueños

El Jardín de los Sueños

Era un cálido día de primavera en el pequeño pueblo de Valle Escondido. Clara, una joven soñadora, pasaba sus tardes en el jardín de su abuela, un lugar mágico donde las mariposas danzaban entre las flores.

Este jardín era famoso por atraer a las mariposas monarcas y emperador púrpura, que llenaban el aire con su belleza vibrante.

Un día, mientras Clara estaba sentada en su banco favorito, observando cómo una mariposa monarca se posaba sobre una flor de lantana, su amigo Lucas se acercó con una expresión de curiosidad.

—¿Qué estás haciendo, Clara? —preguntó Lucas, sonriendo.

—Solo disfrutando del espectáculo —respondió Clara, señalando la mariposa—. ¿Ves esa? Es una de mis favoritas. Las monarcas son tan elegantes.

Lucas se acercó, mirando con atención. —Sí, son hermosas. Pero yo prefiero a las emperador púrpura. Tienen un color tan intenso. ¿Te imaginas poder volar como ellas?

Clara rió. —¡Sería increíble! Imagínate explorar el mundo desde las alturas, danzando entre las flores.

De repente, una mariposa emperador púrpura apareció, revoloteando a su alrededor. Clara y Lucas se quedaron en silencio, maravillados por su esplendor.

—Mira, Clara. —Lucas la señaló—. Creo que nos está invitando a seguirla.

Con un brillo en los ojos, Clara asintió. —¡Vamos! Tal vez nos lleve a un lugar mágico.

Ambos comenzaron a seguir a la mariposa, que volaba suavemente entre los arbustos y flores. Tras unos minutos de seguirla, llegaron a un claro escondido, lleno de flores brillantes y un arroyo que susurraba dulcemente.

—Es hermoso —susurró Clara, asombrada.

—Es como un sueño hecho realidad —respondió Lucas, mirando a su alrededor—. Nunca había visto un lugar así.

En ese momento, la mariposa emperador púrpura se posó en una roca brillante, como si estuviera esperando algo. Clara se acercó lentamente y, con cuidado, extendió su mano.

—¿Crees que se dejará tocar? —preguntó Lucas, intrigado.

—Solo hay una forma de averiguarlo —respondió Clara, con una sonrisa.

Con delicadeza, Clara tocó la mariposa. Para su sorpresa, esta comenzó a brillar intensamente, llenando el aire con un suave resplandor. Lucas dio un paso atrás, sorprendido.

—¿Qué está pasando? —exclamó.

—No lo sé, pero es hermoso —dijo Clara, sintiendo una conexión mágica con la mariposa.

De repente, el jardín se llenó de mariposas de todos los colores, revoloteando alrededor de ellos. Clara y Lucas rieron, sintiéndose como si estuvieran en un cuento de hadas.

—¡Es un regalo de la naturaleza! —gritó Lucas, mientras intentaba atrapar una mariposa con sus manos.

Clara sonrió, sabiendo que ese día quedaría grabado en su memoria para siempre. Pasaron horas jugando y riendo, rodeados de mariposas, hasta que el sol comenzó a ponerse.

—Debemos volver, Clara —dijo Lucas, con un tono melancólico—. Pero esto ha sido increíble.

—Siempre tendremos este recuerdo —respondió Clara, mirando a la mariposa emperador púrpura que aún permanecía cerca—. Y quién sabe, tal vez un día volvamos a encontrar este lugar.

Con el corazón lleno de alegría, los dos amigos regresaron al pueblo, prometiendo nunca olvidar el mágico jardín de los sueños y las mariposas que los guiaron hacia él.

*Fin* 🦋



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En el texto hay: cuento, magia, infantil

Editado: 14.04.2025

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