Mientras miro las nubes del cielo
te digo en un murmuro cuánto te quiero:
Cómo las estrellas infinito...
Cómo la miel, dulce y exquisito...
Pensé que no escuchaste,
y entonces me miraste:
"Yo también te quiero"
dijiste, con un tono tierno y ligero.
Me sentí un poco asustado,
pero también estaba emocionado.
Por este amor que florece,
mi corazón se acelera y se estremece.
~Para Henry.