El jardín espinado

Quinto Relato: Coincidencia

Nathan, cansado, llegó casi arrastrándose a casa del viejo, arrojado a si mismo al sillón en donde pretendía escuchar lo siguiente de la historia de Nolan y Mat.

—Vete a casa, mocoso. Mañana continuamos —propuso Nate al ver lo devastado que estaba el menor.

—No, puedo resistir —dijo el adolescente con la cara sumergida en el mueble, cuyos sonidos fueron difíciles de entender.

—No parece que sea buena idea. Se nota que no descansaste anoche.

—¿Lo de hoy será otra transición?

—Ni idea. No sé cómo lo veas. Todo lo que cuento es importante.

—No me digas. —Nathan levantó la cara con una expresión molesta, notado que el viejo ya estaba frente a él, sentado en su sofá. —¿No se supone que eres un escritor famoso? ¡Hazlo interesante!

—Famoso y bueno no son lo mismo.

—¿Me dices que apestas escribiendo?

—Yo no dije eso —rectificó Nate, dado un sorbo a su vino—. Amoldar la realidad en una historia interesante es difícil, porque la realidad ya es bastante impresionante por si sola. Es aburrida para quien espera algo diferente de ella.

—Ya entendí. El del problema soy yo. —Dicho eso, Nathan se acomodó en el sillón y se dio dos palmadas en las mejillas para despabilarse. —Estoy listo, comienza. —Nate sonrió e inicio el relato.

Pasó poco más del mes. Mat y Nolan se llevaban como de costumbre, lo que nunca consiguió que se volvieran más cercanos, porque no tenían necesidad de hacerlo. Se veían diario y no había un interés de salir juntos o reunirse fuera de lo habitual, por lo que su relación continuaba como estaba.

Fue tanto así que Nolan dejó de procurar tanto la farmacia como lo hacía antes, al menos de manera inconsciente sucedió, porque en un inicio, él quería seguir yendo para ver a Mat, mas nunca hubo una intención real de querer dar un paso a algo fuera de la amistad. Tan sólo le agradaba verlo sonreír y hablar un poco con él. Cosa que continuaba disfrutando, pero ya no lo sentía con el júbilo de antes, necesitado de presenciarlo diario.

A la par de ello, se hizo habitual que ambos hablaran por el podcast. Ahí Mat era uno de los que más comentaba y convivía con todos los miembros de la «secta», quienes le dieron sus redes sociales como lo fue Photoment, páginas que Mat siguió de inmediato, incluida la de Nolan, en donde se dio cuenta de una particularidad: Es homosexual.

Esto no le causó ningún problema al joven, pues ya tenía amigos como él, y ya medio se lo imaginaba, pero tener la certeza siempre es raro, sobre todo para las personas heterosexuales, que se hacen una idea muy fidedigna de la gente y de lo que son en todo término.

Gracias a eso último, Nolan también siguió a Mat tan pronto le llegó la notificación y vio todas sus fotos, sólo puesto un like a las más recientes para no incomodarlo, descubierto que el chico era muy diferente en la preparatoria y la secundaria.

«¡Wow! ¡Cómo cambio! ¡Qué impresionante!», pensó Nolan al ver aquellas fotografías del pasado, leídas sus descripciones y notado que eran un poco tristes. Se sentía como si estuvieran dirigidas a alguien que no lo quería. Eran mensajes subliminales para Madison, cosa que el adulto no conocía.

Por su parte, Mat vio que Nolan tenía fotos de chicos con los que se tomaba de la mano, se abrazaba o besaba, pero eran viejas. La más reciente de hace tres años.

Al leer las descripciones cayó en cuenta que se trataban de sus ex novios. Cada uno de los hombres que aparecían en las fotos, contados por él seis, lo cual no se le hizo tan raro por la edad del hombre, mas si le extrañó ver que, para ser una persona que se le diera fácil tener relaciones, estuviera ya tres años en soltería, por lo que indicaban las evidencias.

Era raro, Mat sintió no sólo extrañez, sino una especie rara de molestia al ver las fotos de Nolan con otros hombres. Creyó que era envidia de haber podido conquistar a alguien que le gustara, o quien sabe, tal vez fue Nolan a quien conquistaron. No entendía cómo era la dinámica entre hombres y, aunque le interesaba, no iba a investigar de más. No esa noche.

Lo gracioso es que, justo en el siguiente podcast los participantes quedaron en hablar sobre comedias románticas o historias de drama orientadas al romance, lo que le disgustaba muchísimo a Nolan, mas tuvo que aceptar por mayoría de votos.

El día de hoy nos toca hablar sobre amor. Comedias, dramas y más situaciones amorosas en las series televisivas, novelas, comics, mangas, animes, películas y cualquier cosa —introdujo Ledman, seguido de Yuko.

Éste sí es mi fuerte. A mí me encanta el romance, se me hace bastante disfrutable, sobre todo en el anime. Creo que hacen muy buen contenido del tipo allá. —Al saber de lo que trataría el tema, Mat volteó los ojos por primera vez en lo que llevaba escuchando el podcast, comentado su desagrado de inmediato.

Ahora lo entiendo todo, Nolan —explicó Killer cid, lo que llamó la atención de todos, en especial del mencionado, mismo que estaba absteniéndose de comentar cualquier cosa por el momento—. MadMat comenta: «¡Qué flojera! Odio las historias de amor, son puras mentiras. Mejor ni opino en esta ocasión». Todo queda claro ya. —De inmediato, Nolan se impresionó por eso, leído el mismo comentario y extrañado.

Ya veo, por eso se llevan tan bien ustedes dos —comentó Ledman, a lo que Mat escribió otro comentario.

Madmat dice: «¿A Nolan tampoco no le gustan las historias de amor?» ¡No lo sabe! —exclamó Yuko, escuchadas risas de todos menos del hombre de anteojos.

Mat, usted no tiene idea del odio profundo que Nolan le tiene al romance. Si existe una antítesis del amor como tal, es él. Evita cualquier cosa relacionada, siempre nos dice que el amor es una mentira y que no desea saber nada de él. Pero yo siempre digo que nos miente y en secreto ve yaoi y BL sin decirnos —explicó Killer cid, contestado por Nolan.




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