Hay jardines que no se ven, pero se sienten. Están hechos de recuerdos, silencios, oraciones y Pequeñas decisiones Que nos salvan sin que nadie lo note. Este libro es una invitación a caminar por el jardín interior, a reconocer las flores que nacen del dolor, los frutos de la Fe, y de las raíces del amor propio.
Donatello me acompaña en casa página, como símbolo de ternura, paciencia y sabiduría. Y tú lector, estás aquí Porque también llevas un jardín dentro.
Bienvenido.