Valor central: Resiliencia
Entre las piedras del jardín, donde nadie espera belleza, una flor diminuta se abre paso. No fue sembrada por manos humanas. No recibió agua ni sombra. Pero ahí está: viva, firme, delicada.
Donatello la observa cada mañana. No la toca, no la interrumpe. Solo la contempla como quien aprende de lo invisible. Lauris también la ve, y en silencio, piensa en todas las veces que creyó no poder más… y sin embargo, siguió creciendo.
La flor no presume su fuerza. Solo existe. Y eso basta.
“No todas las raíces necesitan permiso para florecer.”
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