Valor central: Autocuidado
Donatello se escondía bajo su caparazón cada vez que algo lo asustaba. Lauris lo entendía. Ella también tenía su refugio: el silencio, la escritura, la oración. No era huida. Era protección.
Una tarde, mientras el cielo se nublaba, Lauris se sintió abrumada por palabras que no quería escuchar. Se encerró en su cuarto, encendió una vela, y escribió. Donatello se acurrucó cerca, como si supiera que el mundo a veces duele.
Pero al día siguiente, ambos salieron. Porque cuidarse no es quedarse siempre dentro. Es saber cuándo volver a la luz.
“No es debilidad esconderse. Es sabiduría saber cuándo salir.”