El Jarrón Azul

Capítulo II:

El destino no permitió dejar en paz a Mr. Ricks en sus reflexiones por mucho tiempo. A los diez minutos el teléfono sonaba, y con no poco enfado, como si alguien le hubiera interrumpido un tranquilo sueño, tomó el receptor y grito: 
"¿Quién es?"
-Mr. Ricks respondió la telefonista de las oficinas generales - está aquí un joven que se llama William Peck y desea verlo a usted personalmente. 

Cappy suspiró como para reflexionar. - Bien, digale que pase. 

Un empleado condujo al visitante ante el presidente de la importante empresa maderera y de vapores. Al hallarse en su presencia, saludo respetuosamente y dijo: 

"Mr. Ricks, mi nombre es William E. Peck; le agradezco a usted mucho la fineza de concederme una entrevista".

 

Mirándolo con semblante severo, Cappy le dijo que tomara asiento, señalándole una silla frente a su escritorio. Al acercarse Peck a la silla, Cappy notó que cojeaba un poco y que el brazo izquierdo lo tenia amputado hasta el codo. 

-Bien, Mr. Peck, ¿qué desea usted? 

-He venido a que me dé usted trabajo - respondió Peck. 

- Habla usted como si tuviera la seguridad. 

-Ciertamente, Mr. Ricks, yo sé que usted no me lo negará. 

- ¿Por qué? 

Peck, sonriendo en una forma que le simpatizó a Mr. Ricks, contestó: 

"Yo soy agente vendedor, y sé que puedo vender cualquier cosa que tenga algún valor, porque lo he demostrado durante cinco años y quiero demostrárselo a usted. 

- Mr. Peck - dijo Cappy sonriendo - de eso no tengo duda, pero dígame ¿acaso sus defectos fisicos no son un impedimento? 

- No Mr. Ricks, en ningún modo; lo que me queda de cuerpo está sano, sobre todo mi cabeza, y me queda el brazo derecho, Puedo pensar y puedo escribir, y aunque cojeo, puedo ir tras de un pedido más aprisa y más lejos que la mayoría de los que tienen dos buenas piernas. ¿Estoy contratado, Mr. Ricks? 

-No. Mr. Peck, lo siento, usted sabrá que yo no tomo parte activa en la administración de este negocio desde hace diez años. Aquí simplemente tengo mi oficina para despachar mi correspondencia particular y atender asuntos personales. A quien debe usted ver es a Mr. Skinner, 

- Ya vi a Mr. Skinner - replicó prontamente Peck - pero por el modo en que me habló parece que no le simpaticé. Me dijo que actualmente no había suficiente negocio aún para ocupar al personal que tiene. Yo le manifesté que estaba dispuesto a aceptar cualquier ocupación de taquigrafo para arriba. Puedo escribir a máquina bastante rápido con una mano; puedo llevar una contabilidad y hacer cualquier trabajo de oficina. 

-¿No le dio ninguna esperanza? 

- No señor. 


- Entonces le dijo Cappy en tono confidencial - vaya a ver a mi yerno. El Capitán Peasley, que dirige los transportes maritimos de esta empresa. 

- Ya hablé con el Capitán Peasley quien me trató con mucha amabilidad; me dijo que con todo gusto me daria un puesto pero que los negocios están tan malos que por ahora era imposible. Bueno, amiguito, entonces ¿Para qué viene 
a verme a mi? (Sonriendo nuevamente, Peck respondió) "Porque quiero trabajar aqui en esta Compañía, no me importa de qué con tal que sea algo que pueda hacer. Si me dan trabajo que pueda hacer, será hecho mejor que nunca, y si no puedo hacerlo renunciaré voluntariamente para evitarle a usted la molestia de despedirme. Tengo referencias de primera clase". 

Cappy oprimió un botón en su escritorio; un momento después Mr. Skinner entraba, lanzando una mirada hostil hacia William E. Peck y luego otra, interrogativa, hacia, Mr. Ricks. 

- Óyeme, Skinner - dijo Cappy en voz suave, he estado meditando el asunto de enviar a Andrews a la oficina de Shanghai y he llegado a la conclusión de que tenemos que arriesgar. Esa oficina está ahora a cargo de un empleado menor y es preciso nombrar cuanto antes un gerente; así es que haremos esto: vamos a mandar a Andrews en el próximo vapor, haciéndole entender que asumirá el cargo temporalmente. Si vemos que no da resultado, le ordenamos que se vuelva a ocupar su puesto actual en el cual es bastante apto. Entretanto, Skinner, te agradecería mucho que le dieras empleo a este joven... que le des una oportunidad de demostrar lo que puede hacer. Hazme ese favor, Skinner... hazme ese favor. 

-Mr. Skinner bien sabía que un ruego de "Cappy" equivalía a una orden, y Peck, comprendiéndolo, miró al administrador general con una sonrisa. 

- "Muy bien, Mr. Ricks" - dijo Skinner con cierto despecho. "¿Ha convenido con Mr. Peck el sueldo que ganará?". 

- Ese detalle te toca a ti - contestó Cappy - No es mi intención inmiscuirme en tus asuntos administrativos. Naturalmente le habrás de pagar a Mr. Peck lo que valga y nada más.

-Volviéndose hacia el triunfante Peck, lo amonestó diciéndole: "Oiga amiguito, no crea que porque he intercedido por usted ya tiene porvenir asegurado. Su porvenir usted mismo tendrá que labrarlo y tiene que comenzar muy pronto. La primera vez que meta la pata o no de la medida en el trabajo que se le confie, lo amonestarán, la segunda lo suspenderán por un mes para que reflexione, y la tercera quedará definitivamente fuera de esta organización. ¿Me he explicado claramente?

-Si señor contestó Peck sin vacilar -todo lo que yo pido es una plaza en la línea de combate, y le aseguro que pronto me haré acreedor a la confianza de Mr. Skinner. 

(Dirigiéndose a Skinner) "Muchas gracias Mr. Skinner, por haber consentido en darme una oportunidad, haré cuanto esté de mi parte para merecer su confianza". 

"Este" - dijo para sus adentros Cappy "es buena pieza, pero tiene sesos, no me explico cómo Skinner no puede darse cuenta de ello. Si este pobre chico se sale un poco de la raya o si le brota en la cabeza alguna idea nueva que quiera poner en práctica, es casi seguro que firmará su sentencia de muerte con esta gente de cerebro fosilado que hay en este mundo. Él no podrá defenderse, pero por fortuna todavía estoy yo aquí". 

El joven Peck, poniéndose de pie, preguntó: "¿Cuándo debo empezar?", 

Skinner le contestó con cierta ironía: "Cuando esté usted listo".

Peck miró rápidamente su reloj de pulsera "Son las doce" - añadió - "voy a almorzar y estaré aquí a la una".




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