El jefe y su corazón [ym]

Chapter 05

El reloj comenzó a sonar dando las 12:00 pm. Algo que hizo a ambos darse cuenta que la hora del almuerzo ya había empezado. Jimin siguio con sus archivos hasta que recordo al forence Kim, maldijo para después mirar al señor Min, encontrando sus profundos ojos negros clavados en el.

El rubio sólo le hizo una pequeña reverencia, indicando que se retiraría cosa que Min asintió para undir su mirada en su computadora y no volverlo a mirar más. El omega tomó su cartera y salió de la oficina dando unos cuantos pasos contados ya que una cabellera castaña lo esperaba en el pasillo. Ahí estaba el forence retrancado en una de las paredes, en cuanto lo vio le sonrió de manera amable levantando al mismo tiempo su mano derecha para saludarlo de nuevo hoy.

Jimin se acerco — forence Kim, no pensé que me estuviera esperando, lo siento _ hizo una reverencia.

El de lentes negó — No te preocupes Jimin y no me digas forence Kim, dime Taehyung o Tae.

Jimin sonrió algo apenado.

Ambos comenzaron a caminar hacia la salida de la comisaría, inmediatamente que Taehyung lo guio hacia su auto color azul marino, de no tan reciente modelo. Jimin algo dudoso subió esperando que saliera bien esta salida de compañeros, y no fuera un caos.

— Jimin, ¿como te has sentido trabajando con Yoongi?. — preguntó el alfa castaño sin despegar la vista del camino.

— Yoongi?... — meditó un momento.

— Si, hablo de Min. — sonrió mirando a Jimin un escaso segundo.

Jimin recordó entonces, el nombre completo de su jefe era Min Yoongi, solo que él debía de decirle "señor Min" por respeto y superioridad que el tenía en el trabajo.

—ah!!!, todo bien. A veces es difícil de descifrar pero es agradable trabajar con el, es buena persona. _ respondió mirando por la ventana del auto

Taehyung sonrió de igual manera. Y sin más llegaron a un pequeño restaurante no tan lujoso pero si bonito y agradable. Ambos bajaron, sin dejar de lado que Taehyung era un caballero atento con Jimin por alguna razón.

— Sueño venir aquí seguido — comentó el castaño de anteojos.

— Es bonito el lugar — susurró Jimin, acomodando sus mechones rubios.

El alfa lo guio a una mesa desocupada, para ofrecerle el asiento para después el tomar el suyo.

— Me alegra que hayas aceptado mi invitación Jimin.

El rubio asintió amable.

— Creo que no me recuerdas ¿verdad?.

Jimin dejo de mirar los bordes de las servilletas para posar su mirada confusa en Taehyung.

— ¿recordarte?. Acaso.. ¿tu y yo ya nos conocimos antes? — preguntó el omega algo confundido y apenado.

— En el club de tenis de la Universidad de Haenhul.

Jimin se quedó sin decir nada, solo trataba de recordar; porque era cierto, Jimin había entrado a ese club en la universidad junto con... Jungkook.

— Cuando entraste al club, a mi solo me faltaban tres meses para iniciar mi servicio universitario. — sonrió — te tocó tener una tutoria conmigo dos veces.

Jimin dio una risita — es cierto, los chicos de décimo nos estaban capacitando — dijo entrando más en confianza — disculpa, es que tiene mucho tiempo, que olvidé algunos rostros de la universidad.

Taehyung negó divertido — solo queria que supieras que ya nos habíamos visto antes.

— que pena contigo Tae — cubrió su rostro — ahora que lo planteas así, siento como si realmente fueras demasiado mayor que yo.

— ¿que dices?, solo son cinco años más. Min tiene la misma edad que yo. Somos de la misma generación.

Jimin se impresionó. Eso quería decir que ambos tenían 32 años mientras que el seguía en la plenitud de los 28 con un cachorro.

— valla conincidencia.

Ambos siguieron hablando y riendo, mientras se pasaba la hora del almuerzo. Jimin había encontrado un amigo y un superior a quien podía tal vez recibir ayuda y aprendizaje.

Su regresó fue tranquilo, ambos volviendo a sus puestos de trabajo y agradeciendo la salida. Jimin se la había pasado bien, claro, no significaba que ahora tenía algo con Taehyung solo había encontrado a un amigo más, aparte de Jin.

Ingresó de nuevo a la oficina encontrándose a un Min con el seño fruncido. Algo que Jimin hizo su lobo esconderse, inmediatamente pensó que su reporte estaba mal o que había olvidado una tarea importante.

— Regrese. — colgó su suéter aún lado de su silla. — ¿Ocurre algo señor Min?.

El alfa pelinegro negó, siguió en su papeleo dejando de mirar a Jimin. El omega extrañado se sento en su silla giratoria, volviendo a su trabajo pendiente; trascribir oficios.

Después de un rato, el rubio ojiazul comenzó a percibir un aroma algo agrio. Dejando su trabajo de lado, olfateo un poco dándose cuenta que era el señor Min quien emanaba aquello, su aroma a vino y chocolate amargo ahora era un poco triste.

Sintió su corazón estrujarse, no sabía que le pasaba al alfa de labios delgados y ojos rasgados. Se armo de valor — Señor Min... — lo llamó desde su escritorio.




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