El juego de dos almas

Capitulo I

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Profecías y mitos.

Toda mi vida he vivido con las historias de nuestra nación, pero sobre todo los mitos sobre un fénix caído y la profecía de un heredero al imperio.

Vaelyra es la única nación que es un reino, las demás naciones viven bajo leyes y jerarquías distintas.

En toda la nación de Vaelyra desde que el imperio cayó, nuestros antepasados nos hablan de una profecía, me parece interesante. Algunas personas no lo creen, otras si, pero yo sí lo creo, pienso que en algún momento el imperio volverá a ser lo mismo que era antes y que las seis naciones que alguna vez hubieron, volverán a surgir de las cenizas.

Siempre quise saber los secretos que guardaba el imperio, pero también quiero saber el porqué Vaelyra es el único reino en lo que queda de lo que una vez fue Volcaryon.

Sin embargo estoy en Drovath, deje el reino hace unos meses por motivos personales, quería probar una vida distinta a la que tenía como una...

—Le pedi que continuará leyendo la página 124 del libro.—el maestro Julián me miraba con enojo—

—Señorita Viremont, ¿Está poniendo atención?

—¿Eh? —olvide que estaba en clase—.Por supuesto, profesor Julian.—respondí tan rápido—

—Le pedi que continuará leyendo la página 124 del libro .—el maestro Julián me miraba con enojo—

—Claro.—dije sacando el libro de mi mochila, el profesor me observaba—

Olvide sacar el libro cuando la clase inicio, estos últimos días me he distraído demasiado.

—Señorita Viremont, la clase inicio hace veinte minutos y usted apenas está sacando el libro.

—Lo siento me distraje.

—En mi clase no hay excusas.—dijo con cierto enojo—

—Solo fue un error.—respondí en un tono calmado—

—Sus compañeros han seguido la lectura desde que inicio la clase, y usted me parece que es la única a la que no le importa la clase.

—No es que no me importe.

—¿Entonces que es?

—Si soy honesta...—suspiro, y respondo con calma—.Es simplemente que su clase es demasiado aburrida.

—¿Aburrida?,¿Se está escuchando señorita Viremont? —Responde con enojo—

—Si, y no lo retiro. —digo firme a mi palabra—

—Salga de mi clase señorita, y vuelva cuando le importe estudiar.

—Me parece perfecto.

Me levanto, tomo mis cosas y salgo del salón. Estás cosas siempre me pasan, bueno al menos en esta clase.

Todos observan como salgo del salón sin quejarme de nada.

Camino por los pasillos y voy directo a la cafetería.

No quería llevarme mal con ningún profesor.

Hoy se cumple un mes desde que asisto a esta escuela, y desde el principio no le agrade al profesor Julian, ni el a mi. Recuerdo que llegue tarde a su primera clase y desde ese día no ha hecho nada más que hacer que sus clases sean una pesadilla y hoy le agradezco que me sacará de su clase.

De pequeña nunca me hubiera atrevido a hacer eso, no se me permitía, tenía que reservar mis opiniones, y eso no me agradaba, pero ahora que las circunstancias son diferentes, me expreso y digo las cosas sin miedo.

¿Y Porqué debería de tener miedo?

¡Estoy en Drovath!

Siempre quise visitar Drovath desde pequeña y comprobar si en verdad lo que dicen de aquí es cierto.

Se dice que Drovath está lleno de secretos, que cada lugar esconde algo diferente, que el gobernante y los altos mandos de esta ciudad guardan un secreto sobre el imperio. Y que no quieren revelarlo por miedo a lo que pueda pasar con las naciones.

Pero la verdad es que Drovath me parece un lugar tranquilo, todo aquí es diferente al reino donde vivía, y por supuesto aquí no se le llama reino, si no, ciudad, y me agrada.

Llegó a la cafetería y pido un café latte. Miro mi teléfono para saber la hora y me doy cuenta que faltan quince minutos para que termine la clase del profesor Julian y entonces me voy a la biblioteca.

¿Porque las clases del profesor Julian tienen que ser tan aburridas?

Paso lo que resta de su clase en la biblioteca.

(…)

Me encuentro en clase de artes, está clase me gusta, pero el día de hoy me parece aburrida ya que la profesora no pudo venir.

La maestra Sora está reemplazando a la profesora Odeliah.Otro día sin nada emocionante.

—Oye Novalee, ¿Tu crees que la profesora Odeliah está bien?—mi amiga Raisa me preguntaba—

—No lo se, espero que esté bien.

—Si, yo también espero lo mismo.—dijo con una sonrisa calida en el rostro—. Por cierto Novalee, ¿Vendrás conmigo al cumpleaños de mi hermano Castiel?

—¿Eh? —la observo confundida—.¿Estás segura de que hoy es su cumpleaños?

—Claro Novalee, ¿Acaso lo olvidaste? —me mira sería—

—No, por supuesto que me acordaba.—digo nerviosa—

—Lo olvidaste.—se lleva una mano a la sien y me observa fingiendo estar decepcionada—

—Lo admito, lo olvide, creí que era la siguiente semana.

—No te preocupes, ¿Entonces irás?, se que no eres de salir a fiestas, pero hazlo por mi. —me dice con una mirada suplicante—

—No entiendo porque no quieres estar sola en la fiesta de tu hermano.

—Ya te lo dije, no conozco a ninguno de sus amigos, y no me gusta estar sola en fiestas, menos sin ti.

—Pero... Raisa —hice un puchero—

—Prometo que será divertido, pero no me dejes sola.

—Esta bien, solo si prometes ir conmigo al cine.

—¿Será una película de terror?

—No, claro que no.—miro al otro lado—

—Novalee.—me mira con cara seria—

—Obvio que es de terror.

—Sabes bien que no me gustan las películas de terror.

—Tu también sabes que no me gusta ir a fiestas con personas que no conozco.

—Bueno, lo aceptaré, ¿Trato?

—Está bien, es un trato.

—¡Ay! ¡Que bien que aceptaste Novalee, no queria estar solita! —La rubia se levanta de su lugar y me abraza emocionada, a lo cual yo le dedico una sonrisa—




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