CAPÍTULO CUATRO: Compañero de vida

CAPÍTULO CUATRO

COMPAÑERO DE VIDA

Salimos despacio cuando vemos sangre en el suelo.

Ethan me agarra de la mano y avanzamos de a poco sin pisar nada extraño cuando tengo otra visión de mi pasado, me paralizo y mi visión se vuelve borrosa.

“Hija, ¿te gusta lo que vez?”

Niego la cabeza. No me gusta nada lo que veo, aunque…

“Hija, eres como yo. Esta es la casa de cartas que quería que vieras”

“Yo quería jugar, papá. ¿Cuándo vamos a casa?”

Papá se queda callado y su semblante se tensa, me observa con tanta frialdad que me hace tensarme. Está molesto conmigo, pero no lo dice, aunque lo puedo sentir… y eso es malo.

“Cuando aprendas a jugar”

Ahogo un grito cuando vuelvo a la realidad y quiero llorar cuando no siento mi respiración y mis manos se alzan buscando aire. Observo el lugar y no nos hemos movido, Ethan me observa nervioso cuando se escucha una risa desde el otro extremo.

—¿Qué tienes? ¿Quieres que nos maten? —dice un poco molesto conmigo.

—No lo puedo controlar…

Ethan se queda callado y entonces abre una puerta, pero al ver que es cemento, la cierra. Me agarra de nuevo de la mano y me jala delicadamente hacia él.

Tenemos que seguir antes que ocurra algo peor que detenernos.

Y entonces las luces se prenden con un tono rojo y vemos todo. Alex está con un cuchillo en otra puerta cuando nos ve.

Los cuerpos de Amelia y Kevin en el suelo, sin vida.

—¡Por fin, Tom! ¡Me estaba aburriendo! —dice él agarrando con más fuerza el cuchillo en su mano —Ahora… Ethan, ¿me das a la chica o deseas ser tú quien se arriesgue?

Trago saliva cuando Ethan retrocede y me observa, se pega a mi costado a un punto en que su boca se encuentra en mi oreja mientras susurra.

—Quedamos que la presa sería él, no te mataré… ¿me prometes que no me matarás?

Lo observo y me doy cuenta de que tengo su mirada puesta a tan cerca de mí que lo desvío mientras asiento con la cabeza.

—Entonces finjamos.

Me agarra del brazo y me empuja hacia Alex y abro los ojos cuando observo como Ethan corre y desaparece hacia unas puertas.

Será… idiota.

Me muevo a un lado cuando siento el cuerpo de Alex contra mí, me safo de su brazo con el cuchillo mientras agacho mi cabeza.

—No hagas esto, te vas a arrepentir.

—¡No me digas…! —dice él entre risas —Este juego te hace ver lo que no quieres ver y al fin comprendí lo que soy, ¡lo que realmente soy!

—Cállate.

—Tú también te pones una máscara ¿no?

No respondo. Y entonces se ríe más.

—Todos estamos locos, lo sabía…

—El único loco eres tú con ese cuchillo —digo alejándome de él y abriendo una puerta que no es la correcta. Vuelvo mi mirada hacia él y este se acerca hacia mí para matarme, entonces corro hacia la otra puerta para abrirla.

Pero es muy tarde. Porque cuando apenas la abro, este me agarra y me hace un raspón en el brazo. Ahogo un grito ante el dolor y cuando visualizo como su brazo se alza para apuñalarme, me agacho hacia mi pierna para sacar el arma cuando siento como el cuerpo de Alex desaparece de mi visión.

Cuando alzo mi mirada, lo veo. Ethan ha vuelto y está encima de él con el cuchillo mientras lo acuchilla tantas veces de las que me gustaría decir, el solo verlo, me causa…

—¿Creíste que te iba a dejar morir? —dice él alejándose, del ahora, cuerpo muerto de Alex —Una promesa es una promesa.

—Por como escapaste, no lo parecía.

—Ambos fingimos linda. Tú, ser la presa y yo, ser el cobarde.

Me levanto del suelo cuando me acerco hacia él y le arrebato el cuchillo y lo tiro lejos, vuelvo mi mirada hacia él y observo como me sonríe.

—¿De qué te ríes? ¿Soy un payaso?

—Eres linda siendo ruda.

—Idiota.

—Di lo que quieras, al final, soy tu compañero en esto.

“Compañero”.

Mi mente recuerda esas palabras de esa carta y quiero pensar que no se trata de él, porque no es mi tipo y… aunque lo veo, es muy guapo para mi gusto.

Pero…

—¿Piensas quedarte o qué? —me dice cuando me ve quita en el mismo lugar. Sacudo mi cabeza y avanzo sin decirle nada y entonces veo una habitación totalmente nueva.

—Habitación de espejos… ¿acaso esto es una broma? —menciono.

La habitación tiene muchos espejos en el camino con iluminación de color rojizo, incluso hay algunos muros que están pintadas de corazones, picas, diamantes y tréboles. Este lugar no me da miedo.

—Debemos de avanzar ¿no?

Doy un paso cuando observo a una chica al otro espejo asustada mientras pedía ayuda, me detengo cuando siento mi corazón latir. Y entonces no lo dudo, no otra vez. Camino hacia ella viendo el suelo para no perderme en mi visión mientras escucho la voz de Ethan detrás de mí pidiéndome que no vaya sola.