El juego de las máscaras

CAPÍTULO SEIS: LA MENTIROSA, LEXI GREY

CAPÍTULO SEIS

LA MENTIROSA, LEXI GREY

La persona que acabo de matar es Kevin, aquel chico que se encontraba…

No, nunca le vi el rostro. Sólo su cuerpo… ¿no era su cuerpo?

Este estaba muerto y tenía el cuerpo lleno de sangre cuando salí de su cuerpo mientras otro se reía por la situación, me volteo y entonces observo lo que ha sucedido: Hay otra máscara que tenía Tom Reed.

—Bienvenida a Mars City de nuevo, Lexie Grey, mi mentirosa Popy.

Y antes de decir algo más, se saca la máscara en las cámaras y me muestra su sonrisa hacia mí. Y ya no es una mirada suave que mira a la chica que le gusta, sino una que está disfrutando del momento.

—Creíste en todo el momento que… sería el chico que te quería ¿no?

—…

—Siempre estuve detrás de ti, Lexie. Siempre estuve contigo sin que te dieras cuenta, ¿cómo podría ir a la joyita de mi padre?

—Cállate.

—No cariño, cállate tú. Es mi momento de hablar… —dice y camina a un lado —La pequeña niña Popy tenía de padre a un asesino serial, un hombre que mató a su esposa para apoderarse de su hija y convertirla en él. Un admirador de los juegos de mi padre…

—Sabes que yo no quería esto.

—¡Pero yo sí! —dice y se ríe —Popy… esto es tu realidad, es tu vida, es tu talento… ¿te imaginas…? Nosotros dos jugando y engañando a la gente hasta que se reconozcan lo que son en el juego final.

—No quiero estar contigo, yo no-

—Estamos destinarlo lo quieras o no, Lexie.

—No…

Ethan asiente con una sonrisa en el rostro.

—Tienes doble personalidad, Lexie. No puedes controlar a tu otra yo, no puedes simplemente hacer la que va a terapia porque sabes que siempre lo terminas dejando… no puedes, es tu instinto animal ser como eres, saliste como tu padre.

Me tapo los oídos para no escucharlo mientras sollozo lo que ha pasado. He matado a un inocente…

—Estás mal de la cabeza como yo… es por eso que te vistes en el espejo aquel día, te vi mal pero mi plan era meter de nuevo el puto disco para que vieras mi invitación… es lo que mi padre querría.

—¿Tu padre…?

—Sí, mi padre. El creador de los juegos que tanto amaba tu padre, el que anhelaba con tanta fuerza entrar y nunca fue invitado… tú sí. Te vigile todos estos años con la sola intención que vieras.

—Quiero irme.

—No puedes irte, te lo dije muy claro lo que pasaría. ¿No te acuerdas?

Y entonces lo recuerdo. “Es momento que deje su hogar y vaya a jugar, que nuevas personas conocerás y sacrificará… un romance tendrá y la van a decepcionar, pero descubrirá su verdad.”

—Esto es Mars City, Popy.

Me quedo en silencio mientras observo como observa a la cámara y entonces observo la torre de cartas que se encuentra a mi costado, quiere que juegue con él. Tomo una respiración profunda antes de levantarme y caminar hacia su lado con las manos hacia arriba y me quedo en frente a él.

—¿Querías que te ame? Estás muy equivocado.

—Quiero que me odies, Popy. Quiero que seas mía.

—Estás loco.

—Como tú, de seguro.

Fuerzo una sonrisa y me volteo para ver antes de correr dentro de la casa antes de que él me supere y entonces, todo es distinto. Hay una caminata y las luces a un costado están que se mueve, camino sin mirar cuando me encuentro con un cuerpo amarrado en una silla.

—¿Recuerdas lo que hacías con tu padre?

Asiento sin mirarlo.

—Entonces hazlo.

Niego la cabeza, me volteo y camino hacia un costado y veo dos máscaras.

—Al final nosotros somos unos mentirosos. Tú mientes mejor con una, yo no.

—¿De qué hablas?

—Somos unos asesinos si hacemos esto…

—Lo somos… sí, ¿cuál es el problema?

—Que todos no somos así.

—Lo somos cariño, todos en Mars City lo son. Además, ¿te olvidas de algo?

Pestañeo cuando siento algo en el estómago, bajo la mirada hacia el lugar que se encuentra y observo la sangre que brota de allí.

—¿Qué hiciste?

—El juego cambió, Popy. Aquí, los jugadores éramos dos.

Río bajito porque, aunque no quiera admitirlo, me acaba de apuñalar la persona que comenzaba a tomar cariño. El mismo que lo bese, el que le entregue todo lo que quería para escapar.

—Recuérdame como tu verdugo, cariño mío.

Enterró el arma más profunda y entonces cierro los ojos.

Y entonces así debería terminar la historia, el como dos personas inestables que jugaron el juego con fuego se comenzaron a odiar… quizás el como derramé sangre frente a la persona que más quería…




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.