El juego del Destino

Capítulo 32

Han pasado tres meses. Las pesadillas han desaparecido, y ya no siento el vacío que me invadió al alejarme de todo lo conocido. Hablo con Hayde cada semana; ella no aprueba mi decisión, pero se tranquiliza al escucharme, aunque desconoce mi paradero. Mis padres están felices por Hayde y por mí. Hayde volverá pronto para entregar su tesis. Me encantaría asistir a su graduación, pero aún no me siento con la fuerza suficiente para regresar.

Es sábado, y Jake me invitó al teatro a ver una obra de Shakespeare, Hamlet, si no recuerdo mal.

–Smerald, date prisa, se nos hará tarde –dijo Jake desde el otro lado de mi puerta.

–Ya voy –respondí, saliendo—. ¿Por qué elegiste una obra tan deprimente?

–No me apetece una comedia romántica, y menos con una señorita que, según tú, no cree en el amor.

–Deja de decir eso y vámonos.

Bajamos las escaleras, salimos de casa, llegamos a su auto, subimos y él condujo al teatro. Jake es mi mejor amigo; hemos pasado mucho tiempo juntos, y se ha ganado mi cariño. Julia es encantadora, pero no ha intentado acercarse a mí. Jake, en cambio, siempre se preocupa por mí y por que no me quede encerrada los fines de semana, como solía hacer al principio. Me invita a las reuniones de la universidad (es muy popular), al cine o al teatro. Si no fuera por él, seguiría sufriendo por lo sucedido con Deiben.

Gracias a él, estoy tranquila, enfocada en mis estudios y sin pensar en enamorarme. Deiben fue importante, pero mis sentimientos por él parecen haberse esfumado. Echo de menos a mi familia, pero la distancia me ha ayudado a madurar y a ver las cosas de manera diferente. No ha sido fácil, pero lo he superado bien. La obra está a punto de comenzar; me concentro en el escenario.

–¡Eres una llorona! –exclamó Jake al llegar a casa y discutir la obra.

–Es una obra muy triste; no me culpes por ser empática.

–¿Entiendes que es solo ficción?

–Claro, pero es una gran obra, y los actores fueron excelentes.

–No me convences –dijo con incredulidad.

–¿Por qué no? –pregunté, mirándolo a los ojos.

–Olvídalo –respondió, desviando la mirada.

–¿Pasa algo? –pregunté, notando el cambio en su actitud.

–Lo siento –se disculpó, mirándome de nuevo. No entendía nada. Lo había pasado muy bien con él, y no tenía por qué disculparse.

–Jake, ha sido un día maravilloso. No entiendo qué lamentas. Si es por mis lágrimas, ya sabes que soy muy sensible.

–No es eso… es esto –dijo, acortando la distancia entre nosotros.

Me besó. "¿Debería corresponder? No siento nada por él, solo lo veo como un amigo", pensé, tratando de evitarlo, pero, por alguna razón, le correspondí. Sus labios eran suaves, y el beso se sintió bien, pero no era correcto. Me separé y lo miré. No quería lastimarlo, pero debía saber que solo era mi mejor amigo, y los amigos no se besan.

–No vuelvas a hacerlo, por favor.

–¿No te gusto?

–No lo sé, pero eso no importa. Eres mi mejor amigo, y no quiero perderte por una confusión.

–Estoy enamorado de ti, desde que te conocí, y te amo.

–No digas eso, estás confundido.

–Dame una oportunidad.

–No puedo. Tú sabes por qué: no puedo amar a nadie, no creo en eso –dije con frialdad. Me levanté y fui a mi habitación.

Escuché que llamaban a la puerta. Era Jake, con las manos en los bolsillos.

–¿Podemos hablar? –preguntó con tristeza. Asentí y lo dejé entrar.

–Quiero que sepas que no espero nada de ti. Sé que mis sentimientos no son recíprocos, pero deseaba besarte desde hace tiempo, y me contuve. Me gustó que me correspondieras, pero sé que fue solo atracción. No me hago ilusiones, y no te sientas mal.

–Jake, yo… –me interrumpió.

–No hace falta que digas nada. Te conozco bien; siempre has sido sincera, y entiendo todo. Solo quiero seguir siendo tu amigo.

–Y lo serás. Te quiero mucho, Jake. De verdad lamento no poder corresponderte como te gustaría, lamento no creer en el amor y no darme la oportunidad de enamorarme, pero eso no significa que no te quiera como amigo –dije, abrazándolo.

–¿Entonces, amigos? –pregunté, extendiéndole la mano.

–Amigos –respondió, tomando mi mano.

Dejamos atrás todo, aunque no puedo olvidar lo bien que besaba Jake. Como él dijo, fue solo atracción. Seguimos hablando como si nada hubiera pasado, aunque sé que le cuesta fingir. Cuando terminó de hablar, se levantó y se fue. No sé si podremos seguir siendo amigos como antes, pero es lo mejor. Tarde o temprano volveré a mi ciudad, y todo esto quedará en el olvido, como buenos recuerdos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.