El Juego Del Destino

Capítulo 2

MALOS PRESENTIMIENTOS

- Es un gusto verla nuevamente - espeta el oficial.

Sabía que tomar el caso era un riesgo, pero la necesidad apremiaba, necesitaba el dinero.

- Imagino que trae buenas noticias - dijo con una sonrisa.

- He decidido aceptar el caso - anuncié, sintiendo el pulso acelerado. El oficial asintió, complacido.

- Me alegra oír eso.

- Pero necesito un adelanto - solicité, viendo su gesto cambiar.

- ¿Un adelanto?

- Mi hermano y yo debemos desalojar nuestra casa en diez días. Necesito una parte para encontrar un nuevo hogar - expliqué. El inspector adoptó una expresión seria, apoyando los codos en la mesa e inclinándose hacia adelante.

- Perfecto, 20 mil dólares como adelanto - ofreció. Era una suma pequeña, pero al menos podría conseguir alguna casa.

- Me parece bien.

- Comencemos de inmediato. La detective Miriam tiene los archivos; deberá buscarlos en su domicilio.

Tras recibir las indicaciones, me retiré del despacho.

Me adentré en una calle solitaria, donde las casas parecían a punto de derrumbarse. Los pocos adultos que habían allí me observaban con desconfianza, mientras un grupo de niños correteaban descalzos sobre el barro. El cielo comenzaba amenazar con lluvia nuevamente. Busqué el número de la casa de Miriam, ubicada al final de la calle. Al llegar, noté que el timbre no funcionaba, así que golpeé la puerta con los nudillos. Tras varios intentos, una mujer de mediana edad finalmente abrió.

- Señorita Steel, el inspector me avisó de su visita. Pase, por favor - invitó, abriendo paso. La casa era pequeña y de aspecto antiguo. Esperé pacientemente en la sala hasta que Miriam apareció con los archivos.

- Aquí tienes todo - dijo, entregándolos.

- Gracias - respondí, girándome para marcharme.

- Tessa - su voz me detuvo. Me volví hacia ella. - Cuídate, por favor.

No supe qué responder. Un mal presentimiento comenzaba a invadirme.

Al llegar a casa, mi hermano no estaba. Me preparé un café y comencé a revisar los archivos.

Informe del Caso: Desaparición de Dylan Shadow

El 24 de febrero de 2014, Dylan Shadow, de 12 años, desapareció en Cataluña, España. Dylan, de tez blanca, cabello negro y ojos oscuros, medía 1.62 cm. Hijo único, vivía con su padre tras el fallecimiento de su madre al nacer. La desaparición generó una búsqueda exhaustiva sin resultados.

Tras su desaparición, cinco asesinatos de niños sacudieron la región, y hasta la fecha, las desapariciones y muertes continúan. A diferencia de Shadow, los cuerpos de los otros niños fueron encontrados sin vida. Algunos afirman haber visto a Dylan, pero solo son especulaciones. Poco después de la desaparición, su padre falleció, presuntamente de tristeza.

En la fotografía, Dylan parecía un niño triste, con ojos apagados, al igual que su padre. Ambos parecían personas de bajos recursos.

Continué revisando los documentos hasta que un pedazo de papel cayó al suelo. Lo recogí, y lo que leí me heló la sangre.

"Él no está perdido. Lo escondieron. Busca en la oscuridad, donde los secretos se pudren y los inocentes gritan en silencio. No confíes en nadie. Ellos observan."

El aire a mi alrededor se volvió más pesado, y una sensación de opresión se apoderó de mí, como si una presencia invisible me estuviera observando desde las sombras.

Cerré los archivos y tomé el celular.

- ¡Tessa! - escuché la voz de Lili, mi mejor amiga, también era investigadora pero ejercía como servidor público.

- Lili, necesito que vengas.




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