El juego del Rey (realeza imperfecta)

Capitulo 8

—Por el momento no—contestó después de un breve tiempo—Sin embargo debes estar preparada saldremos muy a menudo.

—¿Incluso en la noche?

Asintió con la cabeza—Debes escoger una nueva residencia pronto, el hotel no es conveniente para ti.

Juego con el anillo de diamante—Aun no encuentro un buen punto para vivir.

—Deberás—advirtió—Si no, haré que Matteo que te busque una residencia cuánto antes.

—Bien.

—Tendras diez guardaespaldas a tu disposición y un diseñador exclusivo para ti—lo miro con ojos ligeramente abiertos por la sorpresa—Podrás disponer de ellos en la medida de lo posible, en cuanto al diseñador ya he preparado todo.

Sonrió fríamente—No se te escapó nada ¿Verdad?

¿desde cuándo planeo todo esto?

—Tengo ojos y oídos en todas partes ¿Crees que alguien puede salir sin sufrir las consecuencias de sus actos?—haciendome entender que aún sin volver a encontrarmelo no me libraría.

Suspiro, fui tomada por sorpresa ya acepte todo esto lo que me sorprende es la facilidad con la que da las cosas como si no le importará el hecho de que yo sea quien lo esté usando.

Me miró—Eres mí prometida por supuesto debo cuidarte como lo mereces.

Pareció haber leído mis pensamientos.

—¿Algún plan para esta noche?—pregunto mirando la hora en mi reloj y armando planes para el día siguiente.

—Solo lee los informes que te entregará Katie—habló sobre el evento del miércoles—Mañana en la tarde tendremos una cita.

Tomo mi bolso levantandome—Alli estaré.

—Espera—me detengo a unos metros de la puerta, volteo a mirarlo se levanta de su silla y se acerca a mí lentamente.—Mañana cuando salgamos del restaurante nos tomaremos de la mano.

Asiento con la cabeza—Te besaré.

—¿Estás bromeando?—pregunto incomoda. Sabiendo que el no tiene opción sobre algo así.

—¿Tengo cara de payaso?—cuestiona con voz profunda, chasqueo la lengua y maldigo.—Mientras más temprano, más te acostumbras.

Quiero reír para no llorar de arrepentimiento.

Me despido de el sin mirar hacia atrás y camino con pasos rápidos voy hacia Katie y pido los informes sin necesidad de saludarla por su mala hostilidad conmigo, salgo de la empresa y no me libro de la ayuda de Matteo para regresarme a mi hotel más bien lo agradezco, llegando sana a las seis en punto.

cuando llego a mi habitación la cierro con seguro dejo el informe sobre la mesa y me siento en el sofá sin recuperarme de mi estado anterior frente a Kilian. me frotó la cabeza con exasperacion y me arrepiento de haber aceptado aunque no tuviera opción, pero esto pasaría, no es una relación de amistad es un compromiso y por lo tanto yo como su prometida debo aceptar todo tipo de afecto y demostrárselo para que la reina no encuentre ningún debilidad.

pero una cosa es decirlo y otra es hacerlo, me pongo tan histérica por un momento que siento que me convertí en una segunda Dalila solo que en vez de sentir placer y felicidad siento es pánico, porque no se cómo voy a reaccionar ante el, no le gustan que lo toquen se que tampoco está cómodo y yo siento una ligera incomodidad cuando me tocan.

Ahora sí te jodiste.

Me reprochó mentalmente, y finalmente me calmo después de un tiempo buscando diversos tipos de planes para encontrar una solución a esto, no debo reaccionar mal con Kilian si esto no pasa tan pronto entonces no estaré acostumbrada y en el futuro será peor.

Seco mi cabello con una toalla, sentada en la cama mirando un par de revistas sobre el alquiler de una residencia ni tan lejos ni tan cerca de la empresa, es bastante estable me gusta como se ve y lo que ofrece así que el viernes a más tardar decidiré está casa para mi como alquiler para luego comprarla.

Después de unos minutos empiezo a comer y luego me cepillo los dientes, empiezo a trabajar releyendo los documentos una y otra vez para grabarme los nombres de las personas más importantes y con la que Kilian cooperará, subrayó lo que es irrelevante y lo reemplazó, mirando los cincos nombres de los inversionistas con interés.

Finalmente termino en la cama cubierta de pies a cabeza y pensativa queriendo que el día de mañana no llegue.

•••

—Te veo muy nerviosa ¿Segura que estás bien?—Dalila me preguntó por quinta vez, no la miro pero trago saliva mirando la hora en el reloj—¿vas a salir esta tarde?

Asiento mecánicamente—Y estás nerviosa porque saldrás con alguien.

Pregunto tentativamente.

Respondo por instinto—No.

—Entonces es por otra cosa—susurro escuchando el cambio en el tono de su voz como si lo hubiera entendido—¡Eso es genial! Lo que suceda después de la cita sucederá de forma natural.

—¿Como sabes a qué voy?—me volteo a preguntar, sus ojos se abren en par y luego se ríe.

—Yo también he pasado por eso antes, tienes un comportamiento anormal desde la mañana—estoy sorprendida porque haya notado mis cambios.

—¿Lo conoces?—comenzo a lanzar sus series de preguntas con curiosidad, respondo algunas sin dar detalles.

—Sabes estoy emocionada de ayudarte a escoger que ponerte—dijo, si supiera que yo no estoy tan emocionada como ella pensaba si no es por otra cosa—Nunca tuve amigas para hacer este tipo de planes.

—¿Y crees que escoger que me pondré para la cita es hacer divertido?

—Lo es, cuando sabes cómo terminará al final.—sonrio corriendo hacia mi armario—Cuentame como es él.

—Es un hombre.

Dalila se rió—Por supuesto que lo es, pero su físico...¿Alto o bajo? ¿rubio o castaño? En lo principal no soy fans de los rubios.

—Somos dos—respondo a la ligera pienso por unos segundos luego añado—Es alto y su cabello es negro como el mío.

—Es tu primera cita en Canadá.—susurro con aprobación, saco un vestido corto por debajo de las rodillas y un saco blanco—Entonces no debemos decepcionarlo, tienes que impresionarlo.

Me burló por dentro.

Yo lo que menos quiero es hacer eso.



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En el texto hay: drama, amor, juego

Editado: 10.01.2025

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